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“El haber sido pioneros en este rubro nos ha ayudado mucho”

July Llevul Cerna (41 años) es originaria de Pinto, pero actualmente vive Chillán, que es donde ha podido cristalizar sus sueños de emprendimiento. El 22 de octubre de 2018 abrió la primera tienda de crepes y wafles de la región, La Crepería, incursionando en un mercado incipiente en la zona, sin imaginar que un año después el estallido social le daría un golpe al negocio, y que unos meses después, la crisis sanitaria por Covid-19 amenazaría su viabilidad económica.

Técnico en turismo y gastronomía de profesión, con estudios de informática, recordó que “siempre trabajé como dependiente en el área de las ventas de implementos de seguridad, con harto trabajo en terreno, principalmente en la zona sur, donde disfrutaba con los dulces y el chocolate caliente, y pensaba por qué no llevar esos sabores a Chillán”.

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Se especializó con cursos en el rubro del aire acondicionado y se independizó en 2016 con una empresa que se llamaba Aire Chillán. “Cuando me quise quedar en Chillán dedicada el negocio del aire acondicionado, extrañaba esas cosas ricas delsur, y con esa idea en mente me instalé con la crepería hace casi cuatro años”.

Destacó que “mis dos hijos, que son grandes, han sido mi gran apoyo en mi negocio, aportando con ideas, probando nuevos productos, eligiendo los nombres y con la difusión en redes sociales, porque cuando partí, no sabía nada de redes sociales. Ahora, en Instagram tenemos gran cantidad de seguidores, sobre 26 mil”.

“Ha sido muy bueno para La Crepería ir desarrollando propuestas originales, creadas por nosotros, lo que nos ha dado un valor agregado, con mayor razón ahora que otros locales de Chillán han incorporado estos dulces a su carta. Hay que recordar que cuatro años atrás los crepes y los wafles no estaban masificados en nuestra zona, por lo tanto, el haber sido pioneros en este rubro nos ha ayudado mucho, porque los clientes nos identifican. Cuando decidí partir con esto, la gente estaba dispuesta a probar cosas nuevas y eso lo seguimos viendo, con la llegada de cocina internacional a la ciudad”, explicó.

Detalló que la oferta de La Crepería (Constitución 1002, Chillán) incluye, además de los crepes y los wafles, el servicio de cafetería, con malteadas con helado, chocolate caliente en distintos sabores y café. Cuenta con 15 trabajadores.

“Nuestro público es bastante amplio, pero hay segmentos más marcados, como los jóvenes, desde los niños hasta los 35 años, pero también ha crecido el número de adultos mayores que nos visitan, razón por la cual hemos incorporado en nuestra carta las tortas y los kuchen. En el caso de los jóvenes, el público nos ha ayudado mucho a darnos a conocer a través de las redes sociales, porque ellos vienen y se sacan fotos y las suben y se comparten”, describió.

“Cuando eres dependiente, piensas que te vas a independizar y vas a trabajar cuando quieras, pero cuando eres independiente, trabajas 24/7”, afirmó con humor, al tiempo que reconoció algunos beneficios de ser emprendedor: “cuando eres independiente puedes echar a andar la imaginación y concretar esas ideas, porque eres la dueña, en cambio, al ser dependiente necesitas el apoyo de la jefatura, y a veces eso no se da”.

Dirigente gremial

Subrayó que la pandemia fue, sin duda, el periodo más difícil que ha debido enfrentar. Precisó que La Crepería debió cerrar sus puertas durante 10 meses, debido a las restricciones sanitarias. “Teníamos mucha incertidumbre, había sueldos que pagar, el arriendo, teníamos mercadería por vencer, y así fue creciendo la mochila de deudas”. En ese tiempo, recordó Llevul, la entrega de desayunos a domicilio fue su salvavidas y posteriormente, el apoyo de Sercotec.

Precisamente, en 2020 un grupo de 45 empresarios del sector, entre ellos July Levul, conformaron la asociación gremial Gastronomía y Entretención (Gayen), con el objetivo de articularse y presentar una sola voz frente a problemáticas comunes, como la implementación y fiscalización de las medidas sanitarias, patentes e impuestos o la instalación de terrazas en la vía pública. “Unirnos nos permitió organizarnos bastante bien, tuvimos mayor acceso a las autoridades y a información, teníamos una red que nos permitió coordinarnos para enfrentar ese escenario cambiante. Nos hemos adjudicado proyectos como gremio”, destacó Llevul, quien preside Gayen desde el año pasado.

La emprendedora reconoció que nunca había sido parte de una asociación gremial y que jamás imaginó que presidiría alguna. “Nunca tuve la intención, simplemente, surgió de la necesidad, y creo que ha dado resultados”, reflexionó.

Mirando el futuro, Llevul buscará estabilizar su negocio. “Creo que lo estamos consiguiendo, y más adelante, expandirnos fuera de Chillán, por ejemplo, a Concepción”, adelantó.

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