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Comercio se resiente por caída del consumo y prevé duro escenario para 2023

Mauricio Ulloa

La desaceleración del consumo se percibe con intensidad en el sector comercio. La evidente baja en las ventas en los últimos cinco meses es el anticipo de un escenario más complejo, donde todos los pronósticos apuntan a una recesión de la economía chilena. Los altos niveles de inflación y el encarecimiento del crédito -como consecuencia de las medidas del Banco Central para controlar la inflación- asoman como factores determinantes de este comportamiento, aunque es justo mencionar también que la base de comparación es alta, ya que en 2021 había un exceso de liquidez en la economía, favorecido por las ayudas del Estado y los retiros de ahorros previsionales en el contexto de pandemia.

En la región de Ñuble el panorama no es muy distinto al del resto del país, donde son varios los indicadores que dan cuenta de lo que ocurre en el sector, el más importante en cuanto a generación de empleos, pues concentra 34.860 ocupados, según el INE (trimestre junio-agosto de 2022), lo que representa el 17% del total, una cifra que, si bien es alta, sigue estando lejos de los 39.110 que trabajaban en el comercio en igual periodo de 2021.

Según estadísticas del Banco Central, la región de Ñuble tuvo un alza interanual de 1,4% en el sector comercio (incluye mayorista, minorista y automotriz) durante el segundo trimestre de 2022, mostrando una fuerte desaceleración en comparación con el aumento de 15,3% del primer trimestre.

En cuanto a consumo, se observó una baja de 10,5% en el consumo de bienes durables (vehículos, electrónica, electrodomésticos, mobiliario, menaje, vestuario, etc.) en la región durante el segundo trimestre, respecto a igual periodo de 2021, así como también se registró un aumento de 2,6% en los bienes no durables -alimentos y bebidas, combustibles, alcohol y tabaco, medicamentos y cosmética, entre otros-. En tanto, el consumo de servicios creció 9,5% anual en la región durante el segundo trimestre.

El Índice de Ventas de Supermercados, que elabora el INE, confirma la desaceleración. En la región de Ñuble, las ventas vienen mostrando descensos interanuales en los últimos cuatro meses: mayo (-17,8%), junio (-14,9%), julio (-12,8%) y agosto (-14,7%). La cifra de septiembre debiera ser igualmente negativa.

Lo mismo ocurre con la venta de vehículos livianos nuevos. En Ñuble, el indicador que elabora la Asociación Nacional Automotriz de Chile también suma cuatro meses consecutivos de bajas interanuales: junio (-11,1%), julio (-14,6%) agosto (-3,4%) y septiembre (-16,8).

Factores

Bernardita Silva, gerente de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC), señaló que “estas caídas se deben, por un lado, a la inflación que ha estado impactándonos más de lo que se estimaba y que afecta directamente el poder adquisitivo de las personas, desacelerándose el consumo. En la otra vereda están las remuneraciones, las que en julio mostraron una baja de 3% y en agosto cayeron un 2,6%. Además, el mercado laboral está estancado, con un nulo crecimiento de los ocupados en el último trimestre móvil junio-agosto, desacelerándose de esta manera el crecimiento que venía trayendo la masa salarial”.

A esto, agregó Silva, “se suma el aumento de las deudas en UF, junto a una mayor tasa, lo que hace más difícil adquirir obligaciones financieras. Todo esto repercute en la situación económica personal y la disposición de compra de los hogares, donde según el índice de confianza (GFK Adimark), ambas variables, si bien suben en el margen, se mantienen en altos niveles de pesimismo”.

Silva pronosticó que “para adelante continuaremos viendo caídas en las ventas presenciales minoristas”.

Preocupación local

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Chillán, Alejandro Lama, reconoció el difícil momento que enfrenta el sector debido a la baja en las ventas. “El diagnóstico que tenemos es preocupante, cuando todas las autoridades económicas advierten que vamos a enfrentar tiempos más difíciles el próximo año. El comercio se enfrenta a este temor que va creciendo en el consumidor respecto de que vienen tiempos difíciles. Y si el Banco Central, el Banco Mundial y todos los organismos están diciendo que vamos a tener un crecimiento negativo, eso produce mucho temor, mucha cautela al momento de comprar”, expresó.

El dirigente gremial sostuvo que los números de los últimos meses son negativos en comparación el año pasado, pero acotó que el 2021 fue un año atípico, que representa una alta base de comparación. En ese sentido, expuso que el frenazo no ha sido traumático y además, recordó que se acerca diciembre, un mes tradicionalmente bueno para el sector, ya que concentra un alto porcentaje de las ventas del año, principalmente por la Navidad. “Muchos de los que han visto complicados la mantención de sus locales están a la espera de los resultados de diciembre, para tomar decisiones. Diciembre es un mes de mucho movimiento, incluso en tiempos de crisis ha sido movido, porque todo el mundo se preocupa de comprar regalos o darse ese gusto que no se dio en el año, es un mes que estimula mucho la demanda”, comentó.

Lama comentó que, en el actual escenario ha habido algunos ajustes, como ir regulando los stocks frente a una demanda más deprimida. “Cuando se piensa en compras a futuro, hay que ser más cauto pensando que no se puede sobreestoquear, porque significa una carga de deuda que, a lo mejor, no va a poder soportar, por lo tanto, lo que hacen los comercios tradicionales es medir mucho las compras en este minuto, pensando que vienen tiempos difíciles”.

Por otro lado, indicó que no se han producido despidos masivos en el sector, aunque no descartó que ello ocurra el próximo año

Inversiones

Otra consecuencia de esta desaceleración es la paralización de proyectos. Según manifestó el timonel del comercio chillanejo, “los proyectos están en stand-by a la espera de mejores perspectivas, por eso constituye una audacia la reciente inauguración del outlet Vivo en avenida Vicente Méndez en tiempos difíciles, pero probablemente ellos tienen las espaldas para aguantar”.

Precisamente, este jueves abrió sus puertas al público el Outlet Vivo Chillán, un proyecto que representó una inversión de US$30 millones que constituye un nuevo polo comercial en el sector nororiente de la ciudad. En sus 21 mil metros cuadrados alberga más de 70 tiendas, sin embargo, un reducido número están abiertas.

El gerente general de Vivo SpA, Rodrigo De Diego, se refirió al contexto económico. “Nosotros venimos de una pandemia, la economía está muy compleja no solo en Chile, pero estos proyectos son de largo plazo. Nosotros estamos acá porque nuestros operadores siempre nos dijeron que querían una opción comercial importante en la comuna de Chillán y empezamos a buscar un terreno, nos encantó esta ubicación, creemos que es un polo comercial donde no había oferta y que vamos a tener muy buena respuesta del público; además, los outlet son generadores de precios muy atractivos, por lo que también entramos en un momento especial”, explicó.

Proyecciones

Consultado sobre las variables que incidirán en el comportamiento del sector en los próximos meses, el académico de la Escuela de Administración y Negocios de la Universidad de Concepción (EAN UdeC), Carlos Delgado, explicó que “si aislamos efectos de estacionalidad propios de las ventas del comercio, no es plausible esperar un cambio de tendencia, dados los pronósticos de una eventual recesión. Sin duda Ñuble, al igual que el resto de las regiones, se verá afectada. Es difícil conocer a priori si nuestra región será mayor o menormente afectada en comparación al promedio nacional. Eso dependerá del comportamiento de los consumidores y de las empresas. Un camino de análisis sería distinguir entre la evolución de las ventas de bienes de lujo versus bienes de primera necesidad. La diferencia entre ambos mercados podría marcar patrones en función de los niveles de riqueza que presenta cada región”.

En tanto, Alejandro Lama admitió que “no sabemos lo que pasará el próximo año, de qué magnitud será la caída o cuánto nos demoraremos en recuperarnos, son muchos los factores que influyen, están los externos, como la guerra en Ucrania, el precio del petróleo o el desempeño de nuestros principales socios comerciales”.

Acotó, además, que el comportamiento del sector agrícola de la región de Ñuble tendrá incidencia en las ventas del comercio en los próximos meses, es decir, que una buena temporada para los principales cultivos podría mitigar en parte la contracción. “Si a la agricultura le va bien, al comercio le va bien, porque hay empleo y, en consecuencia, hay demanda.

Un elemento adicional, añadió el dirigente, es la competencia de las plataformas digitales, que aumentaron su participación en las ventas minoristas durante la pandemia y han logrado mantener una posición fuerte, un carro en el que las empresas de Ñuble aún no se han subido. “Los comercios tradicionales no tienen la expertise para manejar ese tipo de plataformas, todavía seguimos pensando que el consumidor quiere hacer sus compras presenciales, pero ya hay un segmento que privilegia el e-commerce”, sostuvo, aunque descartó que el desvío de comercio hacia las plataformas digitales sea gravitante para el comercio tradicional.

Para el próximo año, el presidente de la Cámara de Comercio no descartó despidos y tampoco descartó la desaparición de algunas empresas, tal como ha ocurrido en crisis anteriores.

Consultado por la expectativa de algún salvavidas por parte del Estado, aclaró que los recursos que se disponen para las empresas de menor tamaño tienen un efecto acotado. “Estas ayudas llegan a segmentos muy bajos, hay que cumplir una serie de requisitos, son paliativos. Lo que el Estado tiene que hacer para mitigar los efectos de la crisis es desarrollar inversiones públicas que generen contratación de mano de obra, porque eso va a significar mayor consumo”, cerró.

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