En busca de inversionistas para desarrollar proyectos de exploración minera (cobre y oro, principalmente) se encuentra la empresa estatal Codelco, que, en conformidad a la Ley 19.137, en abril pasado lanzó una cartera de 34 propiedades mineras, para realizar asociaciones de exploración con terceros que inviertan capital de riesgo e impulsen nuevos descubrimientos que generen valor para el Estado.
Entre estas se encuentra la pertenencia minera Los Custodios-Ñuble Alto, de 8.100 hectáreas, emplazada en la alta cordillera de la Región de Ñuble, a 174 kilómetros al este de Concepción y 92 kilómetros al sureste de Chillán, en el flanco sur y oeste del Río Ñuble, en la frontera con Argentina.
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Los Custodios es parte de la cartera de exploración de 34 proyectos que Codelco puso a disposición para asociaciones con terceros que manifiesten interés de exploración y que se incluyó, junto a información de otras iniciativas, en el compendio del Ministerio de Minería “Chile: liderando la minería responsable”, que es de disposición pública.
“El objetivo de esta iniciativa, es buscar socios que asuman los procesos iniciales de reconocimiento de mineral en pertenencias mineras que son de la Corporación, para luego de negociar temas contractuales en línea con la legislación que habilita esto, se conforme una sociedad para la explotación del proyecto”, explicaron desde Codelco.
De hecho, Los Custodios, junto a los otros 33 proyectos de la cartera de Codelco, fue presentado, en junio recién pasado, en la feria de exploraciones PDAC (Prospectors And Developers Association of Canada), que es la voz principal en la comunidad de exploración y desarrollo minero.
Según la estatal, no es posible aún determinar el tamaño de la reserva de cobre y molibdeno en Los Custodios, aunque la evidencia indica que no se trataría de una muy grande. “Estos terrenos han sido explorados superficialmente en búsqueda de potencial minero, esto quiere decir, tomando muestras de rocas desde la superficie, más el reconocimiento en terreno por profesionales. Lo anterior no permite hacer un cálculo estimado del tamaño de la reserva, sino identificar evidencias de un depósito de mineral de cobre y molibdeno que, por su escala, no es de interés de Codelco pero que, sin embargo, podría ser atractivo para otras empresas”, indicaron.
Respecto al proceso en curso, Codelco declaró que “en la actualidad, hemos recibido expresiones de interés por el proceso en general. En este momento nos encontramos en la fase de firma de acuerdos de confidencialidad con empresas interesadas, lo que les permitirá revisar la información (geológica, geofísica) disponible de la pertenencia Los Custodios”, la más austral de la cartera.
Aunque no hay plazos predeterminados para concretar una alianza, la empresa aclaró que “el plazo estará supeditado a recibir una oferta atractiva para iniciar los procesos de negociación comercial y contractual, junto con las autorizaciones que dicta la Ley 19.137, lo que podría tomar entre 24 a 36 meses. Luego de ello, comenzarían las etapas exploratorias correspondientes”.
Y si bien precisaron que no es posible, en esta etapa, adelantar el monto de la inversión necesaria para concretar la exploración, el desarrollo integral de cualquier programa de exploración conlleva inversiones de millones de dólares.
La explotación, en tanto, es algo de más largo plazo que debe responder al cumplimento de una serie de etapas y estudios previos. Según Codelco, “toda explotación requiere de pasos previos que consisten en etapas de exploración básica y avanzada para definir los recursos minerales. Luego siguen estudios de ingeniería para evaluar la prefactibilidad y factibilidad, que determinarán la viabilidad técnica, económica y sustentable del proyecto, junto con la tramitación de permisos ambientales y sectoriales correspondientes. Dichos procesos, en general en la industria, son etapas largas que podrían tomar 20 años e incluso más”.
Potencial minero
Aunque en la Región de Ñuble no existen explotaciones mineras actualmente, sí las hubo en el pasado, así como también se sabe hace décadas de la existencia de depósitos de cobre en la zona cordillerana.
Así lo confirmó la académica de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Concepción, Dra. Verónica Oliveros Clavijo, quien es jefe de la carrera de Geología.
“Sí se conoce hace tiempo la existencia de cobre en la zona y, en general, en toda la zona centro sur de la cordillera, porque es una franja de depósitos similares a El Teniente. Por supuesto que no tienen la magnitud de El Teniente o de Río Blanco–Los Bronces, pero las características de la cordillera en esos contextos son las mismas que en la parte de El Teniente, y por lo tanto, se pueden formar depósitos de pórfido cuprífero, lo que es distinto al que tengan una viabilidad como explotación”, expresó la investigadora.
En ese sentido, sostuvo que “la razón por la que no ha habido desarrollo en los últimos años es una combinación entre una ley que puede ser baja, y que no hay mecanismos de extracción que sean viables dentro de los costos”, descartando que la lejanía de los principales centros productivos del país sea un factor relevante.
Por ello, aclaró que la exploración es un paso fundamental para estimar las reservas de cobre en Los Custodios. “Yo desconozco si hay una estimación de reservas para la zona, pero claramente es una zona interesante para despertar el interés de inversionistas y abordar más la exploración para calcular las reservas, que es lo que probablemente Codelco está buscando en este momento. No es que ya esté disponible para hacer una explotación y extraer el mineral, sino para poder caracterizar correctamente las reservas y los recursos de ese depósito”.
Impacto ambiental
Como cualquier proyecto de inversión, la exploración y eventual explotación de Los Custodios debe ser sometida a evaluación ambiental, una valla que se anticipa compleja, considerando su emplazamiento en una zona de alto valor natural, inserto en la Reserva de la Biósfera Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja.
“Yo creo que hay varias dificultades o desafíos que abordar en un proyecto de este tipo. Quizás el principal tiene que ver con los factores socioambientales. La cordillera en esta zona es un corredor biológico, por ejemplo. Es una reserva de la biósfera y, por lo tanto, las comunidades aledañas, porque es una zona con alta población, podrían ver, de cierta manera, amenazado el entorno y los ecosistemas por un proyecto de minería”, apuntó la Dra. Oliveros.
La académica de Geología UdeC acotó que el socio-ambiental “es, probablemente, uno de los principales desafíos, que no quiere decir que no se pueda abordar de una manera correcta, pero es quizás lo más importante, porque en términos de la infraestructura requerida, y de la cercanía de servicios y de asentamientos humanos que permitan explotar de manera adecuada, no son muy diferentes a cualquier otra parte de Chile, sobre todo, por ejemplo, equivalente a lo que hay en El Teniente o en Río Blanco–Los Bronces, cerca de Santiago”.
Consultada por la viabilidad desde el punto de vista ambiental, aseveró que “la exploración minera es una actividad que tiene un impacto bajo en los ecosistemas, por lo tanto, sí se podría avanzar en la exploración, siempre y cuando se aborde de una manera responsable y regenerativa con el medio ambiente”.
“Por supuesto que habría que ponderar mucho más variables en el momento de decidir explotar e iniciar la conformación de una mina -continuó la académica-. En esta etapa, me parece que eso todavía no está completamente definido y es más bien una exploración avanzada en que se pueda estimar las reservas y que eso defina si es que se puede avanzar hacia la explotación del mineral, pero la exploración como tal sí es posible hacerla con muy bajo impacto dentro de ese lugar”.
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