En plena pandemia los clubes del fútbol amateur se han transformado, junto a las unidades vecinales, en los principales articuladores de ayuda para los vecinos de los sectores periféricos que han sentido el rigor de la crisis económica y el hambre que no espera.
En el corazón de las instituciones señeras de distintos barrios, han surgido dirigentes, socios y hasta jugadores, que han liderado campañas para llevar almuerzos a familias, adultos mayores y niños, que hoy no tienen recursos para comer.
Pero, mientras el Gobierno recién planificaba la estrategia para canalizar la ayuda, ahí estuvieron los clubes deportivos y su gente.
Roberto Mateos, Avance, Unión Española, San Martín, Lautaro, San Luis, Juniors y tantos otros, se organizaron para ayudar a miles de vecinos que estaban sufriendo, conectando a las autoridades con esa realidad que se tardaron en descubrir en medio de una pandemia que no solo es sanitaria, sino que profundamente social y económica.
Por eso, en el marco del 70° aniversario del Deportivo Juniors, vale la pena subrayar el reconocimiento a todos los clubes de ANFA Chillán, que en plena crisis, relevaron el rol social que nutre las bases de cada uno de ellos.
Los clubes no son de los barristas o de los jugadores que corren detrás de la pelota cada fin de semana, sino que de los vecinos que encuentran en estas instituciones, un espacio de ayuda, encuentro y conexión sociocultural que está por sobre de cualquier logro deportivo. Porque es eso es hacer comunidad y generar identidad.