Hoy se conmemora un nuevo aniversario del terremoto de 1939 y aunque las condiciones sanitarias generadas por la pandemia no permitirán la realización de actividades, la Unidad de Patrimonio sí tiene algo preparado. Esta noche, a las 23.00 horas se desarrollará vía streaming el estreno de un corto documental que habla sobre los sobrevivientes de la época. Asimismo, la iluminación de la cruz de la Catedral y la tradicional Alerta de Memoria, se podrán ver a través de las redes sociales de UPA Chillán.
Este lunes, en tanto, se depositará una ofrenda floral en el Cementerio Municipal; el martes 26 se realizará el lanzamiento de la ruta “Memoria sanitaria del terremoto de 1939” y el viernes 29 se desarrollará el conversatorio “Ciudades salubres: aprendizaje de una catástrofe”.
La encargada de UPA, Karin Cárdenas, dijo respecto de la fecha que “el gran terremoto de 1939 no sólo dio cuenta de la vulnerabilidad material de Chillán, sino que también de las instituciones que deberían hacerse responsables de la emergencia sanitaria. De este modo las víctimas fueron aún más que los fallecidos la noche de 24 de enero, los escombros fueron tan mortales como las enfermedades que proliferaron a causa de la escasez de agua, alimentos, insumos médicos y servicios higiénicos. Junto con las altas temperaturas aumentaron los casos de tifus, cólera, pediculosis, epidemias que habían logrado ser controladas por la medicina de la época”.
En tanto, el alcalde Sergio Zarzar dijo que “nuestra ciudad ha tenido que levantarse en varias oportunidad producto de momento difíciles que nos ha presentado la naturaleza. Así mismo, en algunas ocasiones, tras estos lamentables hechos, como el terremoto del 24 de enero de 1939, también han sucedido emergencias sanitarias que han provocado situaciones históricas que se asimilan a lo que hoy vivimos en las calles de nuestra ciudad. Así y todo, las distintas generaciones han logrado superar las dificultades de esta tierra inquieta, lo cual hoy constituye una parte importante de nuestra identidad, caracterizada por un espíritu resiliente”, señaló invitando a la comunidad a sumarse a las actividades programadas.
La catástrofe que marcó una época
A través de los últimos años, distintos investigadores han llegado a nuevas conclusiones respecto de la tragedia que cambió para siempre el rostro de la ciudad. Según datos de UPA, los problemas generados de la catástrofe se dieron en todos los ámbitos. Solo en el sanitario, la destrucción llegó a tal nivel, que muchas de sus infraestructuras de servicios básicos quedaron completamente nulas para funcionamiento. Entre ellas el agua potable.
Pero no solo eso. Según el investigador David Carvajal, el terremoto generó una necesidad y también la oportunidad de realizar uno de los hitos más importantes de la historia de la medicina en Chile para la época. Igualmente perentorio que la purificación y el dispendio del agua, lo fue un segundo flanco en contra del avance de epidemias infecciosas. Para ello, se aplicó en el país la primera vacunación masiva en corto tiempo, para quienes la llevaron a cabo esto fue una de las acciones más modernas y vanguardistas en la medicina en Chile.
Según estos datos, existe una certeza que la primera dosis de inmunización dio como resultado alrededor de 60.000 vacunaciones, en una acción que duró tres días.
Adentrarse en la búsqueda de víctimas fatales de este terremoto implica divagar en una nebulosa donde las cifras deambulan en extremos demasiado distantes, entre números oficiales y los extraoficiales. Mientras los primeros, en base a las estadísticas del Gobierno, son cifrados en 5.685, las segundas arriban hasta la 50.000. No obstante, dentro de estas últimas existen también discrepancias, pero la mayoría de las estimaciones cifra entre las 28.000 y 30.0000 las defunciones. A esto se sumó que las medidas de emergencia, como lo fueron los entierros masivos para evitar posibles segundos desastres a manos de infecciones, también impidieron un proceso identificatorio y de formación de estadísticas más certeras.
