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125 pacientes al día no asisten a horas médicas en el hospital de Chillán

Mauricio Ulloa

Las ausencias a las citas médicas generan preocupación en el sistema de salud debido a que éstas desencadenan una serie de efectos negativos no solo en el estado del paciente, sino también en el rendimiento de los establecimientos.

En lo que va de este año se han perdido 17.574 horas, es decir, un promedio de 125 personas al día no ha llegado a su citación en el área de especialidades médicas del hospital de Chillán. Sin embargo, en los últimos meses, el porcentaje de paciente que no asiste a sus controles u horas programadas ha bajado progresivamente de acuerdo a la información entregada por el complejo asistencial.

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“Julio, cerró con un NSP de 13,7%, lo que significa que ese mes 2.090 personas no llegaron a la cita con el médico en el Centro Ambulatorio de Especialidades (CAE). El mes anterior, ese porcentaje alcanzó un 14,8 %. En febrero y marzo las inasistencias superaron levemente el 16%. Esto es, 2.600 personas, en promedio, al mes. En total, entre enero y julio de este año, 17.574 personas no asistieron a la consulta agendada”, precisó la doctora, Luz María Morán, directora (s) del Hospital Clínico Herminda Martín.

“Las inasistencias han bajado en los últimos meses y también si se comparan con 2020 y 2021, cuando el NSP fue de 15% y 15,8% respectivamente, afectado por la pandemia, pero trabajar en su reducción es una tarea permanente y tenemos que seguir en esa línea”, añadió.

Detrás de las cifras hay diversas razones por las cuales los usuarios no concurren a sus atenciones programadas en el CAE, argumentaron en el recinto, como imprevistos de último minuto, confusión sobre la fecha, solución del problema de salud, falta de transporte o simple olvido.

Cuando ocurren este tipo de situaciones se ve afectada toda una cadena productiva en el sector de salud, cuyos alcances a veces no suelen ser dimensionados por los mismos usuarios.

“Cuando un paciente no acude a la cita médica, sin previo aviso, impacta en todo el sistema: se desaprovechan los recursos humanos, tanto clínicos como administrativos y aumenta el tiempo de espera de otras personas que necesitan atención, que es justamente nuestro gran desafío revertir, especialmente tras su incremento por la pandemia”, explicó la doctora Luz María Morán.

Palabras que fueron respaldadas por el gremio médico de Chillán, donde señalaron que la ausencia a una cita médica desencadena una serie de impactos negativos tanto en el estado de del propio paciente que puede ver agudizado su problema de salud y en el sistema, al generarse pérdida de recursos y limitaciones al avance de la lista de espera.

“Uno podría definir una cantidad de recursos que se pierden por no poder concretar esa citación. Lo segundo es que los mismos usuarios que no acuden a una cita, ven postergado su problema de salud y eso va generando un crecimiento de la lista de espera a nivel de la región. Por lo tanto, como Colegio Médico siempre hacemos el llamado a respetar las citaciones y asistir. Tenemos claro que hay demora por parte de los hospitales en relación a concretar la resolución de los problemas de salud. Muchas veces no basta con la citación, los colegas necesitan exámenes de laboratorio, imágenes o un pabellón para la resolución de ese problema, pero todo parte con la primera cita de la interconsulta que se genera de la APS”, explicó el presidente del Colegio Médico de Chillán, Juan Pedro Andreu.

Desde el complejo asistencial chillanejo se han liderado diversas acciones para revertir las ausencias de los pacientes a sus compromisos de salud, instando a la responsabilidad y a la necesidad de reportar oportunamente su imposibilidad de asistir, para derivar esa hora a otra persona que la requiere.

“Para disminuir las inasistencias trabajamos con la comunidad en todos los espacios de participación para apelar a la corresponsabilidad respecto a acudir a las citaciones, avisar si no va asistir y apoyo para ubicar a familiares y vecinos. Si la persona no puede ir a la consulta programada, le pedimos que avise con tiempo. Así nos podemos organizar para asignar el cupo a otro usuario”, enfatizó Solange Jelvez, jefa de Gestión Usuaria y Participación Social del hospital local.

En algunas ocasiones y especialmente en el caso de los pacientes con un problema de salud Ges/Auge, cuando la gestión de contactabilidad telefónica no es efectiva, se suma al proceso el envío de cartas certificadas. También se han incluido avisos en las radioemisoras locales para que se comuniquen entre vecinos.

Además, los equipos de salud han trabajado en la actualización de los datos de los pacientes para ubicarlos de manera efectiva, regularmente se promueve que las personas chequeen y actualicen sus datos de contacto en el centro de salud familiar donde están inscritos.

“Es una tarea permanente y un gran esfuerzo de distintos equipos del hospital, pero en algunos casos nos encontramos con que el teléfono no corresponde, cambios de dirección, que el familiar de contacto no le dio el recado -o sea que no le dijo que llamamos para citarlo-, o simplemente con pacientes inubicables”, puntualizó Solange Jelvez.

Desde la visión del representante de los galenos, si bien a lo largo del tiempo se ha mejorado los sistemas de comunicación entre los diferentes niveles de atención para gestionar las horas, depende del usuario dar continuidad al abordaje del caso en las distintas etapas de atención.

“Es muy difícil que todo lo que está alrededor de la citación se pueda controlar. No existe en ninguna parte el poder asegurar el traslado, que el paciente asista, por lo tanto, es parte de la responsabilidad como paciente asistir. Ahora muchas veces tienen expectativas que no tienen que ver con la citación de ese momento, muchas veces el paciente piensa que en la citación se les van a resolver todos sus problemas, pero eso muchas veces no es así. Creo que falta mejorar lo que es la educación respecto al uso de la red de salud en todos los sistemas de salud en Chile”, sostuvo Andreu.

Según el presidente del Colegio Médico de Chillán, una manera que ayudaría a mantener la adherencia de los pacientes en el sistema, es reforzando las herramientas tecnologías que permitan realizar seguimiento de los casos en los diferentes niveles de atención.

“Lo más probable que el Servicio de Salud adhiera a estrategias de mejoría en comunicación con las personas. Si bien hoy día existe un call center en el hospital, lo más probable es que migre al sistema de una APP. La mayoría de la gente tiene hoy teléfonos celulares que permiten instalar un APP para hacer un seguimiento de todo el proceso de atención. Creo que hoy es posible pensar en que se debe mejorar la trazabilidad de la resolución de los problemas de las personas desde que tienen el primer contacto con la APS”, enfatizó.

Lista de espera

Es un hecho que la ausencia a la consulta médica, sin aviso oportuno, afecta no tan solo la planificación, el rendimiento de los establecimientos y a los profesionales de la salud, sino que también impacta a los usuarios que demandan una pronta atención.

Sumándose a eso la pandemia que por sus implicancias ha incrementado estas listas de espera no solo a nivel local, sino también nacional.

“Sabemos que los tiempos de espera para un especialista son excesivos y motivo de insatisfacción usuaria. Estamos con distintas estrategias y focalizando nuestros recursos para reducir los días que las personas deben esperar para resolver su problema de salud, tanto en el área ambulatoria como para intervenciones quirúrgicas, porque es un hecho a nivel nacional que por la crisis del Covid-19, las listas aumentaron considerablemente”, reconoció la directora (s) del Hospital Clínico Herminda Martín.

“En paralelo tenemos que disminuir las inasistencias. No es razonable que tengamos lista de espera y que, por ejemplo, en lo que va de este año se hayan perdido 17.574 horas, es decir, un promedio de 125 personas al día no ha llegado a su citación”, precisó la profesional.

Paciente comprometido

La estudiante de ingeniería ambiental, Camila Gutiérrez, es mamá de Cristóbal, un menor de 10 años con Trastorno del Espectro Autista en grado 1, quien es usuario del CAE en el hospital de Chillán hace dos años. Desde esa fecha comentó ha cumplido sagradamente con los controles de neurólogo para dar seguimiento a la condición de su hijo.

En su caso, la joven madre comentó que fue larga la espera para acogerse por primera vez a ese sistema.

“Hace cuatro años yo estaba esperando una hora y me la dieron como dos años después la interconsulta para poder ingresar a mi hijo como paciente CAE. Desde esa fecha he estado asistiendo a todos sus controles que han sido tres, porque por la pandemia se suspendieron y ahora nos están llamando desde que se normalizó cada tres meses”, comentó.

De acuerdo a su experiencia personal, la notificación de las horas es muy “repentina”, dando escaso margen a los pacientes para ajustarse al cumplimiento de su atención, lo que deja entrever que muchos pacientes, a diferencia de ella, no logran coordinarse para llegar a tiempo al recinto.

“Te llaman por celular de un día para otro, no tienes posibilidad de coordinar nada. O sea, tú vas o no vas, independiente de que tengas que trabajar o cualquier imprevisto que se pueda presentar. Te avisan el día antes, ni siquiera en la mañana. Por ejemplo, me notifican hoy y mañana a las 8.00 horas en el hospital. A veces me ha pasado que me avisan muy tarde y el Cesfam (Isabel Riquelme) ya no estaba entregando la impresión de la hora, entonces, tuve que llegar mucho antes al CAE, para que pudieran imprimir la hora y dejarla en el mesón para que después me llamaran”, detalló.

Pese a sus compromisos diarios y a la tramitación administrativa de las horas, Camila no duda en dar prioridad a los controles de su hijo en la red pública, los que complementa con atención de Salud, en el sector privado, en Concepción, donde recaba información adicional que le permita mejorar la calidad de vida de Cristóbal.

“No (he faltado) a ninguno, para mi es importante no perder la continuidad del tratamiento de mi hijo, para que más menos todos los meses me indiquen cómo sigue, que me den la valoración de salud que me sirve para el colegio, porque me piden esa documentación para el PIE. Eso es lo más importante, porque la atención no es como yo la esperaba, es súper rápida, sin mayores detalles y en las revisiones siempre se reitera lo mismo. Lo evalúan solamente. Es por eso que me he apoyado también, de manera particular, donde es más personalizada, hay más tiempo de atención, te aconsejan”, sostuvo.

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