Señor Director:
El comandante en Jefe del Ejército, Ricardo Martínez Menanteau, permitió que el Soldado Desconocido, alguien de las entrañas del pueblo, fuese trasladado en la penumbra precedida de múltiples atropellos a su memoria.
Dios quiera que cuando esté en el sector privado, disfrutando en la comodidad de su suculenta pensión, venga cada noche ese soldado y todos a los que él representa, a recordarle su cómodo y tibio actuar.
Era tan simple enviar a su gente con sus mejores galas a buscar a ese camarada con el mismo orgullo y pompa con el que fue depositado en ese lugar. Pésimo mensaje le envía a todos los soldados y a la ciudadanía. Quizás lo hubiese pagado con su baja, pero no es eso lo que su cargo amerita que sacrifique?
Si yo hubiese sido ese soldado habría preferido que me dejaran en el lugar en el cual caí en combate, más no ser expuesto como Ricardo Martínez Menanteau lo permitió.
Atentamente, un ciudadano comùn, orgulloso de haber sido soldado.
Héctor Soto Gómez