Tras la designación de Jessica López Saffie como ministra de Obras Públicas, en reemplazo de Juan Carlos García, el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, Fernando Rueda, valoró el perfil de la autoridad y expresó su expectativa de que el proyecto embalse La Punilla pueda avanzar con celeridad.
“Tenemos fundadas expectativas, porque es una persona con alta calificación profesional y dilatada trayectoria en el mundo público y, también, con conocimiento y paso por el sector privado. Recibimos positivamente sus primeras impresiones al mando de la cartera, que hablan, textual, de la necesidad de infraestructura en sus distintas formas, como un habilitante esencial para el desarrollo de las actividades productivas y del consecuente bienestar de nuestras comunidades. Dado que el embalse La Punilla es uno de los proyectos estratégicos del país, esperamos de la actual ministra una mayor apertura al diálogo que el titular anterior, de quien no sentimos un real compromiso por una región con tantas necesidades y precariedades como la nuestra, especialmente en el mundo rural”, expresó.
No obstante, advirtió que “la voluntad de la ministra no será posible si el gobierno en su conjunto no toma real consciencia de la importancia del agua y de los embalses en Chile. Si eso se cumple, si el Gobierno realmente cambia su orientación en esta materia, deberíamos avanzar sin dificultad”.
En ese sentido, Rueda destacó la trayectoria de López. “En parte, las altas expectativas están dadas por su perfil y experiencia profesional, de cerca de 25 años en BancoEstado, desde abril de 2022 como su presidenta. Eso nos hace pensar y creer firmemente en su capacidad de gestión y de una vez por todas materializar esta gran obra. Esperamos que ella no solo pueda conocer en profundidad el proyecto embalse La Punilla, sino que además, pueda visitar la región próximamente, reunirse con nosotros y tomar el liderazgo para su pronta concreción”.
Consultado por el compromiso del exministro García con el proyecto, el dirigente reconoció que “sentimos bastante indiferencia con el proyecto y falta de diálogo en decisiones que no se comunicaban. Recordar que en una de sus visitas a Ñuble viajó a San Fabián y no se reunió con los principales beneficiarios del proyecto, nuestra organización, que reúne a cinco mil regantes, en su mayoría pequeños productores que trabajan con especial esfuerzo y muchas complicaciones todos los años por falta de agua. Esa disposición tampoco permitió una relación fluida con las autoridades regionales, las que estaban, en cierta medida, supeditadas a la voluntad de Santiago. La sensación es que nos hicieron un lado, sin motivos ni menos explicación, siendo que somos parte contractual y estructural del proyecto. Entre quienes trabajan juntos por un objetivo debe haber una mejor relación y comunicación”.
Cambios al proyect0
Recordó que tras conocerse las recomendaciones que hizo el Comité Interministerial para la Transición Hídrica Justa, entre ellas, la de reducir entre 25% y 30% la superficie a inundar por el embalse, solicitaron una audiencia formal con el entonces ministro García, la que no se pudo concretar debido a los incendios forestales, sin embargo, se reunieron con el seremi del ramo, Paulo de la Fuente, el pasado 6 de marzo.
Al respecto, informó que “desde el punto de vista técnico, no hay respuestas todavía. Sabemos que se estarían evaluando posibles modificaciones al proyecto y todo lo que ello implica desde el punto de vista operativo y presupuestario, donde está en juego un proceso de licitación y el interés de los oferentes”.
Valoró que “nos quedamos con el compromiso de parte del seremi que se está poniendo todo el empeño en sacar adelante el proyecto durante esta administración, así que esperando que se definan esos cambios, si es que los hay, para entrar al ‘área chica’ y poder aportar la especificidad de nuestra labor y que sea una iniciativa que cumpla las expectativas de los miles de beneficiarios de la obra”.
Rueda enfatizó que “ponemos sobre la mesa toda nuestra disposición a trabajar de manera seria y sistemática como se venía haciendo hasta la licitación. Dado ese escenario, debemos dejar en claro que el proyecto, para poder generar el impacto que esperamos, no puede cambiar sus bases estructurales ni su alcance en materia de riego”.
