Tras los intensos sistemas frontales del pasado invierno, que provocaron precipitaciones inéditas en la precordillera, se produjo un enorme daño en las obras de captación y conducción de las aguas de riego de diversas organizaciones de regantes en Ñuble y otras regiones del país, lo que hizo peligrar la actual temporada de riego, dado que el tiempo para reaccionar fue de aproximadamente dos meses.
“Desde el primer minuto todos los funcionarios de la oficina zonal de la Comisión Nacional de Riego (CNR) estuvimos en terreno para acompañar a los regantes y a su vez dimensionar la magnitud del daño, porque en la CNR a nivel central se requerían estos datos urgentes para definir un concurso de emergencia, el cual se desarrolló en tiempo récord, dado la proximidad del inicio de la temporada de riego”, comentó Jorge Muñoz, coordinador zonal Biobío-Ñuble de la Comisión Nacional de Riego.
Fue así como a través de la CNR se dispuso de $1.700 millones para la limpieza y desembanque de 67 canales e Indap por su parte aportó $832 millones para 21 obras relacionadas a revestimiento en hormigón, rehabilitación de compuertas electrónicas y tuberías de hdpe, entre otras.
“Los diferentes organismos públicos desarrollamos un gran trabajo, tanto así que no se nota que hubo un desastre. Por esta razón estamos celebrando la temporada de riego y esperamos que la unión y energía generada con los regantes ante la emergencia continúe, porque son muchos los desafíos que tenemos por delante para el bien de la agricultura regional”, señaló la directora de Indap, Fernanda Azócar.
El seremi de Agric: “claramente fue un año complicado, dado que la desesperanza nos llegó ante la magnitud del desastre, pero sin embargo fuimos capaces de sobreponernos y armar mesas de trabajo con el sector privado con el objetivo de salvar la temporada de riego. Se armó un gran equipo con CNR, Indap y los regantes y esperamos que este trabajo mancomunado se mantenga, porque el desarrollo regional depende de la agricultura y la agricultura depende del riego”.
A su vez, el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, Fernando Rueda, mencionó: “estamos muy contentos y satisfechos porque tuvimos una muy buena conexión con los organismos públicos. Nos coordinamos bastante y fueron una tremenda ayuda, porque sin ellos esta temporada de riego no hubiera podido ser realidad. Agradecemos enormemente al Ministerio de Agricultura a través de la CNR e Indap y al Ministerio de Obras Públicas a través de la DOH y en general nuestros agradecimientos a todos los estamentos estatales”.
La DOH y su labor en los ríos
Para salvar la temporada de riego, además de rehabilitar bocatomas y canales, fue necesario el encausamiento de los ríos y las defensas fluviales y en esto el trabajo de la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas está siendo trascendental.
“Estamos contentos porque como Gobierno de Chile cumplimos pese a lo complejo del trabajo. Se han invertido $22.000 millones en diversas obras en distintos sectores de Ñuble. Llevamos aproximadamente el 70% de obras de reconstrucción relacionadas a defensas fluviales, enrocados y encausamiento y dentro de este último nos hemos enfocado en dos áreas; proteger a la ciudadanía de posibles inundaciones y junto a la CNR, Indap, DOH y DGA y las Juntas de Vigilancia, sacar adelante la temporada de riego”, precisó Paulo De la Fuente, seremi de Obras Públicas.
