Una temporada con mejores resultados que las dos anteriores esperan tener los productores de arándanos de Ñuble, pese a la fuerte competencia de otros países productores, como Perú, en los mercados internacionales.
Como se recordará, la temporada pasada fue una de las peores para el rubro, donde la mayoría de los fruticultores obtuvo retornos negativos, debido al alza sostenida de los costos en los últimos dos años y a los menores precios en un escenario de pérdida de competitividad de los arándanos chilenos en los principales mercados de destino, como Estados Unidos, que ha sido invadido por la fruta de origen peruano, que exhibe nuevas variedades, de mayor calibre y firmeza que la exportada por Chile.
En abril pasado, cuando los productores locales ya habían recibido sus liquidaciones por los arándanos exportados, el ánimo no podía ser peor, al punto que no pocos decidieron arrancar sus plantas. Ello, como consecuencia de dos temporadas consecutivas para el olvido: en 2021-22, los severos problemas logísticos retrasaron los envíos y afectaron la calidad de la fruta, lo que castigó duramente los precios; en tanto, en la temporada 2022-23, los precios estuvieron bajo los costos de producción, debido al incremento de la oferta de arándanos peruanos en Estados Unidos en la misma época en que llegó la fruta chilena, que según reconocieron los productores locales, ha evidenciado problemas de calidad, ya que no está llegando a destino en óptimas condiciones.
Recambio varietal
Álvaro Gatica, productor de arándanos, vicepresidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble y director de Fedefruta, aseveró que “los arándanos están pasando por un periodo súper complicado”, razón por la cual representantes del sector productivo y del sector público conformaron una mesa regional de arándanos, presidida por Gatica, en la que también participan el presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos González; y los seremis de Agricultura y Economía, Antonio Arriagada y Erick Solo de Zaldívar, respectivamente.
“Nosotros, lamentablemente, nos quedamos atrás y eso hay que reconocerlo: hoy día Perú, que es nuestro gran competidor, tiene variedades muy buenas, muy bonitas, muy grandes, pero de un sabor no muy bueno. Nosotros, en ese sentido, al tener más horas de frío, tenemos una fruta más dulce. Pero a la gente le gusta la fruta grande y crujiente. Y eso lo han hecho los peruanos, ellos, además, tienen una gran ventaja, ya que el estado les puso el agua y tienen en el desierto un invernadero natural, entonces, luego de un año ya están cosechando, mientras que nosotros tenemos que esperar tres”, contextualizó.
No obstante, el dirigente cifró sus expectativas en las nuevas variedades que están saliendo, “que es una fruta crujiente y un dulzor mucho mejor”, pero aclaró que el recambio varietal representa una inversión significativa. “Son 15 a 20 millones de pesos por hectárea. Piense que en Ñuble son cerca de 4.100 hectáreas, de los cuales el promedio son cuatro hectáreas por agricultor, o sea, están en manos de pequeños agricultores. Entonces, esas inversiones no las pueden hacer para hacer este recambio varietal, para poder tener acceso al mercado”, precisó.
Gatica reafirmó las oportunidades que ofrece esta industria. “Yo le veo futuro al arándano. El mercado va en aumento, pero nosotros nos quedamos atrás”.
Crédito especial
Por ello, el productor frutícola destacó las reuniones que han sostenido los integrantes de la mesa regional del arándano, con el objetivo de acceder a financiamiento, específicamente, un crédito especial de Banco Estado orientado al rubro.
“Tuvimos una reunión en Santiago, con Banco Estado, para lograr alguna alternativa de crédito a largo plazo, sobre todo, para hacer cambio de variedades. Creo que vamos a tener una respuesta positiva en los próximos días, donde vamos a poder sacar un crédito a 10-12 años, con hasta cuatro años de gracia, porque nosotros nos demoramos dos o tres años antes de entrar a producir”, detalló.
“Nos mandaron ya una propuesta hace unos quince días, nosotros le hicimos algunas pequeñas correcciones, faltaba colocar la tasa de interés, que yo sigo insistiendo que es básica, la agricultura no da para pagar un 12% anual de interés, entonces, tenemos que tener alguna tasa preferencial”, acotó el productor.
En esa línea, destacó que este crédito planteado por los agricultores de Ñuble, “sería una buena alternativa para que los productores del país puedan hacer un recambio varietal y entrar a competir con Perú”.
Al respecto, el seremi de Economía de Ñuble, Erick Solo de Zaldívar, subrayó que “la colaboración entre el sector público y privado es un pilar fundamental en nuestro enfoque de trabajo. En este contexto, hemos estado colaborando activamente junto al gremio de agricultores para abordar la situación que afecta a la producción de arándanos, la cual se ha visto impactada por diversos factores. Para abordar esta problemática, hemos constituido una mesa de trabajo”.
Consultado por las conversaciones con Banco Estado, el seremi comentó que, “hace algún tiempo llevamos a cabo una reunión con la vicepresidenta de Banco Estado, Verónica Kunze, y su equipo de la Gerencia Agrícola; también con la subsecretaria de Agricultura, Ignacia Fernández; y el director de Agroseguros. Durante este encuentro, se analizaron y debatieron medidas de apoyo financiero específicas para el sector de los arándanos”.
Solo de Zaldívar manifestó que, “esto representa parte de una colaboración destinada a brindar soluciones que fomenten el desarrollo productivo y la generación de empleo en nuestra región. De manera concreta, Banco Estado y la Asociación de Agricultores de Ñuble están avanzando en la creación de un convenio financiero específico diseñado para los productores de arándanos. Este instrumento, entre otros elementos, busca facilitar el financiamiento gradual del cambio varietal, la renovación de huertos de arándanos y/o la diversificación con otras especies frutales en la misma superficie”.
Precisó que “la propuesta de convenio con Banco Estado ya está. Se están trabajando ajustes a partir de la revisión del mismo”.
Agregó que, “adicionalmente, el próximo año, iniciaremos un programa de fortalecimiento frutícola junto a otras regiones, a través de Corfo, con el objetivo de reforzar los encadenamientos productivos en el sector. Nuestro compromiso es apoyar a los productores de arándanos, con enfoque en el crecimiento y la sostenibilidad de la producción de arándanos y la agricultura en nuestra región, continuando con una estrecha colaboración con el sector privado para alcanzar estos objetivos”.
Problemas en Perú
Pero las razones para estar optimistas esta temporada en particular, radican en los problemas que están enfrentando los productores peruanos, con una fuerte baja en la producción como consecuencia de las mayores temperaturas, lo que, sumado a otros factores, ha empujado al alza el precio de los arándanos.
Según ProArándanos, hasta la semana 33 la campaña de arándanos en Perú presentaba un descenso en la proyección realizada a inicios de la temporada. A fines de agosto, Perú sumaba 21.075 toneladas de arándano convencional exportado, lo que representa una caída de 39% en relación a lo exportado en la campaña 2022-2023.
Luis Miguel Vega, gerente general de Proarándanos, citado por Portalfruticola, explicó que “la disminución en los volúmenes exportados se atribuye al clima atípico en Perú, causado por el fenómeno del Niño, que ha resultado en un aumento de las temperaturas entre 4 y 5 grados en comparación con la media de las últimas décadas. Esto está afectando el ritmo de producción de los arándanos”, particularmente la variedad Ventura, la más plantada en Perú y la que precisamente da frutas de mayor calibre.
La baja productiva de los arándanos en Perú se debe a que el clima afectó la floración, con mayores temperaturas y una cantidad insuficiente de horas frío. Estas condiciones generan un estrés en la raíz y problemas fitosanitarios en la planta, que terminan mermando su producción. Por ejemplo, en el caso de la variedad Ventura, que no tuvo las horas frío que requiere, su floración se retrasó 60 días.
Según resumió Álvaro Gatica, los cultivos en Perú “han tenido problemas de aluviones, de plagas, de insectos, de altas temperaturas. Están con casi un 50% menos de producción que el año pasado”. En consecuencia, planteó que, “nosotros, aquí en Ñuble, podemos tener una temporada, no fantástica, pero sí decente, y eso ya sería un gran alivio, a pesar de que se han arrancado muchos huertos, yo diría que, de las 4.100 hectáreas, no sé si estarán tres mil. Yo he recorrido zonas y he visto huertos botados, abandonados”.
Mismo diagnóstico hizo el productor y exportador de San Carlos, Mauro Magnasco, gerente de El Torreón Export, quien apuntó a los efectos del fenómeno de El Niño en Perú y estimó una caída de 45% en la producción en comparación con 2022.
“Estamos hablando de muchos kilos, casi tres mil millones de kilos. Entonces, hoy día hay una escasez en el mercado muy grande, lo cual podría convertirse en una tremenda oportunidad para Chile, pero la misma amenaza de Perú está presente en Chile, entonces, tenemos que hacer una campaña de pre cosecha súper cuidadosa y rezar al cielo para que tengamos la frutas y no la perdamos. Estamos todos asustados, porque no estamos tan lejos de Perú, la diferencia es que Perú no tuvo las horas frío”, expresó Magnasco.
“Pero lo bueno, desde mi punto de vista, es que los mercados internacionales se están dando cuenta que no pueden vender exclusivamente el arándano peruano. Como dice el refrán, no puedes tener todos los huevos de la misma canasta. Y la industria del arándano internacional ha estado acribillando la canasta chilena los últimos cinco años. Entonces, este año va a ser una lección para toda la industria, para que nos paguen los que corresponde y dejen de amenazarnos con Perú, porque la industria chilena se está yendo al tacho: el año pasado ya se contrajo un 20% y este año no sería raro que se contraiga un 20% más, entonces este año yo creo que, si tenemos una primavera decente, creo que va a ser un respiro para la industria chilena”, cerró el empresario.
