Los integrantes de la comisión de Agricultura y Recursos Hídricos del Gobierno Regional de Ñuble se reunieron con representantes de la Junta de Vigilancia del río Ñuble, donde se analizaron los aspectos más relevantes del proyecto de embalse Nueva La Punilla, que se prevé levantar en San Fabián y cuya licitación fue paralizada por la administración Boric, con el objetivo de evaluar sus implicancias socioambientales.
En ese contexto, los consejeros regionales coincidieron en la importancia de ser parte de las decisiones que las autoridades del nivel central están tomando respecto al futuro de este proyecto, que representará una inversión de US$369 millones, dará seguridad de riego a cerca de 67 mil hectáreas pertenecientes a unos 4 mil 700 agricultores del valle del Ñuble.
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El encargado de realizar la exposición fue el ingeniero Salvador Salgado, -quien estuvo acompañado del director Alfredo Wahling- y centró su presentación en algunas cifras claves de la iniciativa, así también como del contexto en que el proyecto se encuentra inserto.
Entre otros puntos, Salgado mencionó que el proyecto contempla prioridad para el consumo humano, y seguridad para riego, en su mayoría, para pequeños agricultores, en un contexto de megasequía que ya se ha prolongado por 15 años.
“Tenemos varios aspectos que resaltar, entre otros, priorización del consumo humano, seguridad de riego y desarrollo alimentario, conservación de ecosistemas, fortalecimiento de la economía regional y empleo, y un desarrollo integral del mundo rural”, expuso Salgado ante los consejeros.
Si bien el llamado a licitación para la concesión del proyecto se realizó en noviembre de 2021, aún no se han podido recibir las ofertas debido a tres postergaciones del proceso, de las cuales, las últimas dos responden a la voluntad del Gobierno de revisarlo e incorporarle mejoras, para lo cual se constituyó el consejo de ministros para la sustentabilidad, integrado por las carteras de Medio Ambiente, Obras Públicas y Agricultura, entre otras.
En la última circular aclaratoria publicada en junio por la Dirección de Concesiones del MOP -titular del proyecto-, se fijó para el 15 de noviembre de este año la recepción de las ofertas técnicas, y para el 13 de diciembre la apertura de las ofertas económicas.
Dado que el consejo de ministros aún no ha presentado una propuesta que aborde algunas de las inquietudes que genera el proyecto en materia ambiental y social (relación con las comunidades), no se descarta que los plazos se muevan nuevamente. Al respecto, desde la Seremi de Obras Públicas indicaron que los plazos siguen vigentes.
Postura común
La exposición generó numerosas inquietudes, por lo que el presidente de la comisión, Jezer Sepúlveda, propuso realizar una segunda reunión para profundizar algunos temas.
Al respecto, el consejero Javier Ávila, expuso la necesidad de que, como Gobierno Regional, se adopte una postura en torno al embalse, opinión compartida por otros consejeros. “Se resalta la posibilidad de construir una obra que permita tener agua en los tiempos en que los agricultores la requieren y no se ha hecho énfasis en algunos aspectos; en primer lugar, la Región de Ñuble que tiene su columna vertebral la actividad agrícola (…) y lograr el desarrollo en Ñuble es lograr que quienes hagan agricultura se desarrollen, principalmente los más pequeños”, indicó Ávila.
“Irresponsablemente, no solo como Core sino como Gobierno Regional, no hemos tomado posición frente al proyecto Punilla, independiente de lo que cada uno pueda pensar, siento que nuestra primera responsabilidad está en procurar el desarrollo de la región, y yo soy un convencido que, siendo la agricultura la columna vertebral de la economía de Ñuble, el riego es fundamental para mejorar la producción y la productividad, y no solo eso, dada la estructura de propiedad de la tierra en Ñuble, con un alto porcentaje de pequeños agricultura, el tener seguridad de riego puede cambiarles la vida. Creo que, desde esa perspectiva debe ser el análisis y abstraernos un poquito de la mirada ideológica, y ello debiera motivar al Gobierno Regional a estar detrás de este proyecto, con todas las prevenciones ambientales que correspondan”, manifestó el core.
De igual forma, reconoció que la postura inicial del gobernador Óscar Crisóstomo, en contra del embalse, “no ha sido beneficioso para el proyecto y eso también lo distanció de su rol efectivo de gobernador de Ñuble, responsable del gobierno y en consecuencia, del desarrollo del territorio, y nuestro desarrollo está ligado a la agricultura”.
Ávila fue enfático en derribar ciertos eslóganes que constituyen información falsa, como que el embalse va a beneficiar a los grandes, en circunstancias que apenas el 3% de los casi 5 mil beneficiarios son agricultores grandes, es decir, tienen más de 100 hectáreas; que el 90% tiene menos de 50 hectáreas, y el 70% tiene menos de 12 hectáreas. “Son productores que llegan con lo justo a fin de mes, que arriesgan todo cada temporada y que generan empleos”, explicó.
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