Perú, uno de los países de Latinoamérica cuya economía más creció en los últimos años, se encuentra actualmente en recesión, reconoció su ministro de Finanzas, Alex Contreras, tras meses de conflictos sociales y problemas climáticos.
Si bien la economía de Perú se contrajo en los últimos dos trimestres –lo cual cumple con la definición técnica de una recesión- Contreras señaló que se trata de un significado “obsoleto” y que pronto vendría la recuperación.
“Sin lugar a dudas se trata de una recesión. La situación es muy difícil”, admitió el viernes por la noche Contreras a un grupo de periodistas.
Los analistas recortaron los pronósticos de crecimiento para este año e incluso algunos de ellos prevén una contracción para todo el año en su conjunto la cual, de suceder, sería la primera en 25 años, exceptuando a la de 2020 impulsada por la pandemia de coronavirus.
De hecho, de acuerdo con una proyección de la agencia de noticias Bloomberg, la economía cerraría el año con una caída de 0,1% respecto de 2022.
En 2022, el Producto Interno Bruto (PIB) de Perú se expandió 2,68%.
La conflictividad durante los primeros meses de gestión de la presidenta Dina Boularte afectó, en especial, a la demanda y la actividad doméstica; y, posteriormente, el impacto del fenómeno de El Niño en la agricultura golpea al país.
En agosto último, el último mes del cual se disponen datos, la economía cayó 0,63% respecto del mismo mes de 2022, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), recopilados por la agencia de noticias AFP.
Se trata del cuarto mes consecutivo en baja.
El resultado fue peor de lo estimado por los analistas y se debió al comportamiento negativo de sectores como construcción, que se contrajo 9,57%, manufactura (-4,11%), y el agropecuario (-4,05%), siendo compensado parcialmente por el crecimiento del sector pesca (49,14%) y el de minería e hidrocarburos (5,17%).
Al momento, las autoridades peruanas proyectan un crecimiento de 1,1%, tras corregir a la baja el 3,4% que se estimaba antes de agosto.
