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Pérdida de horas por inasistencia de usuarios afecta rendimientos de cesfam

La Discusión

Los centros de Atención Primaria de Salud (APS) están enfrentando un problema que afecta no tan solo la planificación, el rendimiento de los establecimientos y los profesionales de la salud, sino que también impacta a los usuarios que requieren una atención. Se trata de la alta tasa de inasistencia de los pacientes a las horas y prestaciones agendadas.

San Nicolás fue la primera comuna que hace una semana levantó la voz por esta situación que la aqueja, relevando un promedio de mil inasistencias por mes.

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Otro ejemplo de esta situación es lo que ocurre en los Cesfam Teresa Baldecchi y José Durán Trujillo, en la comuna de San Carlos. Ambos centros registran, desde el 1 de enero al 17 de agosto, un total de 7.738 horas perdidas en distintas atenciones por inasistencia.

“Si sacamos un promedio por día estamos perdiendo alrededor de 49 a 50 horas diarias. Si lo llevamos a un valor mensual significa que en promedio estamos perdiendo 1.032 horas por mes entre ambos cesfam”, advirtió Gerardo Villagra, director del Departamento de Salud Municipal (Desamu) de San Carlos.

Aseguró que la irresponsabilidad de los usuarios incide en el desempeño del establecimiento, el cual es evaluado por el Servicio de Salud.

“Los médicos tienen un rendimiento por hora, tienen que atender tres, cuatro o más pacientes por hora, dependiendo del tipo de prestación que se da y de acuerdo a la normativa. Cuando se atrasa alguien hay unos minutos de gracia y eso va generando un retraso en toda la programación del día, lo que hace que el sistema se haga más lento, más ineficiente y lo que más nos preocupa es que estamos dejando a otras personas que a veces se quedan sin poder acceder a una prestación, sin la posibilidad de ocupar esas horas porque generalmente esperan hasta el último minuto para que la gente llegue y cuando no llegan no tenemos tiempo de llamar a otra persona. El daño más complejo es que no reportan que faltarán”, explicó.

El director del Desamu destacó que las horas que más se pierden son las relacionadas con las morbilidades en general, las consultas médicas ya sea de adulto o de niños y resaltó que existe una ausencia importante en las atenciones de salud mental.

Villagra señaló que es imposible contactar telefónicamente a todas las personas que tienen horas agendadas, sin embargo, los equipos tratan de ubicar especialmente aquellos pacientes que registran varias inasistencias.

“Tratamos de avisar y llamar, sobre todo cuando son pacientes reiterados con ausencia, que van, sacan hora y no han ido, y cuando vuelven a pedir hora se les vuelve a llamar para evitar que falten. Se les llama con una hora de anticipación, dicen que van a llegar y al final terminan no asistiendo. O a veces no responden las llamadas”, dijo.

El Desamu de la capital provincial de Punilla está abordando esta problemática con dirigentes, vecinos y representantes del Consejo de Usuario para incentivar a los pacientes a ser responsables y notificar previamente cuando no puedan asistir a sus horas reservadas.

“Corregir esta práctica no es fácil, tenemos un marco normativo y sanitario que es bastante riguroso respecto a que en la APS no podemos realizar ajustes ni tomar sanciones, tenemos que estar siempre disponible”, aseveró.

Desde Portezuelo informaron que en promedio 377 horas mensuales a los controles de salud se pierden por usuarios que no avisan con anticipación sus ausencias u olvidan sus atenciones programadas, dejando al margen la posibilidad de asignar esa hora a otro usuario que espera por una consulta con urgencia.

Para el Departamento de Administración de Salud Municipal (Desamu) la cifra de inasistencia es alta en proporción a los 5 mil usuarios inscritos aproximadamente en su Cesfam, lo que genera preocupación a raíz de los efectos negativos que esto desencadena en la gestión.

Según el director de Desamu, Danilo Burgos, son diversas las razones que explican las inasistencias de los pacientes y que han sido expuestas a funcionarios del Some.

“Nuestra población son predominantemente adultos mayores, entonces, muchas veces dicen que se les olvidó la hora. También hay que considerar que nosotros tenemos problemas de conectividad en la comuna tanto de caminos como señal telefónica y de Internet, por lo tanto, muchas veces cuando nosotros llamamos a los pacientes, es difícil contactarlos, porque no hay señal aún. Nosotros acá la principal locomoción que tenemos es la que conecta Portezuelo con Chillán, pero para sectores rurales es casi nula la locomoción. Entonces si la gente no viene en medio particular o a veces nos llaman a nosotros si podemos ir a buscarlos, sino tienen esas opciones simplemente no tienen como asistir”, sostuvo.

Entre las estrategias para ayudar a revertir la inasistencia, el jefe de salud municipal mencionó que se han realizado reuniones con organizaciones de la comunidad para educar sobre la importancia de sus controles y la necesidad de justificar a tiempo sus inasistencias en el sistema.

Además se evalúa contratar a un funcionario dedicado a gestionar la lista de horas asignadas en las diversas prestaciones para que cumpla la labor de recordar la atención días previos a la cita. “Porque con toda la recarga laboral que ha tenido el APS por la pandemia, tampoco queremos cargar con más labor al personal que está. Entonces, si queremos implementar nuevas cosas no nos va quedar otra que contratar más gente”, expresó.

Bulnes con menos problemas

En la capital de Diguillín la inasistencia de los usuarios a los establecimientos de salud municipal no adquiere los ribetes preocupantes de San Nicolás, ya que la pérdida de horas programadas o controles es menor. Sin embargo, se han ideado acciones para mantener la adhesión a los recintos y avanzar en la lista de espera.

“Si bien la situación no es preocupante, hemos diseñado estrategias que permitan disminuir al máximo la pérdida de horas, especialmente de áreas de mayor sensibilidad y más escasez como médico y odontología. De esta forma, hemos registrado que, por ejemplo, los últimos tres meses no superamos las 80 inasistencias a médico, es decir, un aproximado de 20 horas mensuales en total, considerando nuestros tres centros de salud (Cesfam, Cecof y Uapo) en donde contamos con un total de 8 profesionales médicos”, sostuvo el alcalde Guillermo Yeber.

En ese sentido, se han impulsado cambios para adecuar horarios de algunas prestaciones a las necesidades y tiempos de los vecinos que, por diversos motivos, no pueden asistir a sus controles en el horario habitual.

“En cuanto a las otras prestaciones, como psicólogo, odontólogo, etc, hemos generado un sistema de atención de público en horario diferido, que permita asistir a nuestros centros de salud, a quienes por horario no pueden realizarlo en el día; de esta forma, y pensando en el futuro próximo, entregaremos servicio de atención médica y pediatría los días sábado como refuerzo al alza de enfermedades respiratorias”, destacó Yeber.

Una de las mayores preocupaciones de la comuna es mantener a raya la lista de espera, por esta razón se apostó por efectuar los cambios conciliando los intereses de los equipos y vecinos.

“Sabíamos que las listas de espera se han convertido en uno de los temas que más le pesan al sistema de salud. Es por eso que se inició un trabajo que permita no mirar el problema desde cuántos médicos y equipos hay, sino también desde la óptica del paciente y a partir de ello, diseñar un esquema que ayudará a la gestión de las atenciones atrasadas. Al paciente no lo podemos tratar como un mero cliente, menos en los centros de Salud Municipal, ya que somos los entes más cercanos a la comunidad, es por esa razón que con un buen trabajo con la comunidad podemos lograr paliar las inasistencias, quizás no en la totalidad, pero sí en gran parte”, enfatizó el jefe comunal.

“Soy responsable con mis horas”

La chillaneja Elba Vergara, de 77 años de edad, es usuaria del Cesfam San Ramón Nonato en Chillán. El centro de salud le entrega todos los meses los medicamentos para tratar las enfermedades que le aquejan y cada cierto tiempo tiene consultas para los respectivos chequeos médicos.

“Tengo hartas enfermedades, tengo problemas con el corazón, los pulmones y riñones. Los remedios me los vienen a dejar a la casa y cuando necesito médico voy hasta el consultorio a sacar hora, nunca he tenido problemas”, dijo.

La adulta mayor señaló que siempre ha estado atenta a las horas programadas y desde el cesfam también recibe llamadas para corroborar su asistencia.

“Siempre he sido responsable con mis horas, nunca pierdo una consulta (…) ellos siempre llaman para recordar la hora de la atención”, destacó.

Elba es dueña de casa y atiende a diario a dos de sus nietos, lo que no le genera problema al momento de asistir al cesfam ya que adecua sus labores de manera que no interfieran con su cita médica. “Yo con mis enanos me las arreglo, si es necesario les hago el almuerzo el día antes, dependiendo de la hora que me toque ir al consultorio.

Respecto a los usuarios que dejan perder las horas de atención señaló que “yo no hago eso porque siempre estoy pendiente de mis horas, pero sí hay mucha gente que se aburre y no va”.

Texto: Antonieta Melean / Susana Núñez

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