La mesa estaba servida para pegar un golpe que lo dejara a un paso del título.
Sin embargo, una micro lo atropelló sin aviso cuando cruzaba la avenida que lo conduce a la gloria.
Ñublense perdió por 2-1 ante Santiago Morning en el Estadio la Pintana y postergó su opción al título y el ascenso directo, hasta por lo menos dos fechas más.
Esto porque, de los cincopartidos que le restan, el Rojo necesita ganar dos, sumar seis puntos, para ser campeón de la Primera B.
Con 43 puntos, sigue siendo el puntero exclusivo, pero ayer no pudo demostrar esa condición ante un rival que lo superó por largos pasajes, aprovechando el notorio desgaste físico e imprecisión del elenco de Jaime García.
Los microbuseros desdibujaron al cuadro chillanejo apelando a la rápida circulación de Jefferson Castillo y los desbordes de Leandro Barrera, que siempre sobrepasó en velocidad al lateral diablo, José Navarrete.
Ñublense arrancó bien, pero se fue diluyendo debido a un desgaste físico que se notó. De todos modos, Óscar Ortega, tuvo dos ocasiones para abrir la cuenta. El elenco microbusero, promediando el primer tiempo, tomó el control y llegó profundo con Miguel Ángel Orellana, en dos ocasiones, Castillo y Barrera y sometió al líder.
Errores
En el complemento, Santiago Morning justificó su mejor juego abriendo la cuenta por intermedio de Cristóbal Cáceres, que aprovechó el enésimo centro de Barrera, quien superó a Navarrete.
Jaime García, incrédulo y algo molesto por la reacción de su equipo, lo refrescó con los ingresos de Carvallo y Bustamante. Ambos participaron en la jugada del empate. Centro del primero y cabezazo notable del “Chiri” para poner el 1-1, aunque Pinto había azotado el horizontal con un zurdazo cuando amanecía el complemento.
Parecía que Ñublense reaccionaba y lo daba vuelta, pero la salida de Campusano dio paso al ingreso de Sebastián Pérez, quien fue al sacrificio como lateral izquierdo. José Luis Jiménez comenzó a cargarse a ese sector, por donde superó a José Navarrete, cambiado de perfil, sacó un centro y Alvarado, anotó el 2-1 tras la frágil respuesta de Carvallo y Bustamante que llegaron a defender, porque Vargas y Ampuero habían quedado botados en un ataque previo.
La estocada dolió y Ñublense, ya sin Mateos y Valenzuela en cancha, ambos reventados, se quedó sin ideas para ir a buscar el empate. Dolió la derrota en el camarín rojo, pero no hay tiempo para lamentos en Ñublense que necesita dos triunfos para lograr su objetivo. El sábado ante Temuco va por su revancha.
