En la tarde de este martes, el sargento de Carabineros, Marcelo Sánchez, quien volvía de sus vacaciones, llegó hasta las oficinas de la nueva delegación municipal de Quinchamalí, para entregarle -en su calidad de jefe de retén- un presente a la nueva representante de la alcaldía, Natalia Palma.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]A poco más de 10 días de su marcha blanca, todo ha sido un buen pasar en esa delegación rural, y a juicio de la delegada “la gente está muy contenta, hemos recibido la visita de las juntas de vecinos y de distintos representantes locales, por lo que estamos todos tan contentos como ocupados”.
Sin embargo, esa misma tarde tenía una temperatura completamente diferente en la otra delegación, la de Chillán Oriente. En estos primeros 10 días los problemas no faltaron y las acusaciones se repartieron por diversos canales, al punto que la concejala Brígida Hormazábal, en la reunión de Concejo del martes, hizo público el que había recibido con inquietud numerosas quejas por la manera en que se trabajaba en la delegación del popular sector.
Y todo esto redundó en la renuncia voluntaria pero indeclinable del delegado municipal, Mario Meriño.
Cercanos al delegado explicaron que entre los argumentos expuestos por él en la carta de renuncia que dirigió al alcalde Camilo Benavente, acusaba poco compromiso por parte de las autoridades municipales con el proyecto, y presiones de los gremios de la salud.
De manera escueta, desde la alcaldía explicaron que “se debe entender que aún estamos en un proceso de instalación, y que frente a la renuncia del señor Mario Meriño, ya se está trabajando en encontrar a un nuevo delegado”.
25 atenciones diarias
Conforme a las estadísticas municipales, en la Delegación de Quinchamalí se mantiene un promedio de atención que fluctúa entre las 20 a 25 personas diarias, según registro establecido.
Natalia Palma dijo a La Discusión que “me sorprendió que más que tratarse de solicitudes estructurales, como por ejemplo, pavimentos, se acercan por temas como Registro Social de Hogares, asistencia social”.
Rentas y patentes, Fomento productivo y otros servicios de Dideco, como subsidios, pensiones, vivienda y becas, también suelen ser frecuentes.
Estas solicitudes son, luego, dirigidas a distintos departamentos, como Aseo y ornato, Tránsito, Dirección de obras, Dideco, Cultura, Didepro, Deporte, entre otros.
“La delegación está aún en periodo de marcha blanca y evaluación de servicios entregados, no obstante, durante el tiempo de implementación, existe una positiva evaluación de la comunidad e intersector, con quienes ya nos hemos reunido para coordinar distintas acciones en beneficio de nuestra comunidad”, explicó la delegada, quien anteriormente había cumplido otras funciones del servicio público, puntualmente en el Cesfam de ese mismo sector.
Apuntó que “es muy posible que a partir de marzo la cantidad de atenciones diarias sea mucho mayor”.
Concejales piden opinar
Trascendida la noticia de la renuncia de Meriño, en el Concejo Municipal apuntaron a la incorrecta elección del delegado.
Pese a que ya tenía pasos por dirigencias vecinales, algunas ediles como Quenne Aitken y la propia Brígida Hormazábal, pidieron que “cuando se busque al reemplazante, se escoja a alguien no solo con el perfil técnico necesario, sino que además tenga real vocación social y que sepa manejarse ante situaciones complejas”.
Quenne Aitken añadió que “en atención a lo que él mismo dice (Meriño), se debe revisar cuantas personas componen finalmente la Delegación Oriente y si es suficiente el equipo para la cantidad de personas que habitan el sector”.
Para Brígida Hormazábal, no se puede negar que “el clima y las necesidades de Chillán Oriente son muy distintas a las de Quinchamalí, pero nosotros como concejales aprobamos el presupuesto para las delegaciones, y si bien sé que hay atribuciones exclusivas del alcalde, creo que al menos, en esto, podríamos opinar”.
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