Por esos días, el mosaico de la Catedral de Chillán, elaborado en los años sesenta por el artista Alejandro Rubio Dalmati, está en proceso de limpieza gracias a la iniciativa del Obispado de Chillán y de Monumentos Nacionales. Y es que junto con el paso de los años, durante el estallido social la obra sufrió daños cuando desconocidos arrojaron pintura sobre él. Desde hace dos semanas, el mosaico ha sido objeto del trabajo de un equipo encabezado por la restauradora Danitza Bórquez, quien, en una primera etapa, desarrolló un acabado diagnóstico que determinó que el mosaico debía ser limpiado para remover tanto el polvo como la pintura. La supervisión de los trabajos está a cargo de la arquitecta experta en patrimonio religioso, María Eugenia Rojas, quien ha venido asesorando a la Diócesis de Chillán durante los últimos años.
Esta restauración es la primera que se realiza desde el terremoto del 27 de febrero del 2010, cuando la Catedral sufrió algunos daños menores que debieron ser subsanados. La Cruz Monumental también debió ser intervenida en aquella oportunidad.
El ecónomo del Obispado de Chillán, Hernán Zurita, precisó a La Discusión que “estamos realizando mantenciones al Monumento Nacional. Se trata de una mantención menor, pero necesaria, porque teníamos que hacer esta limpieza del mosaico además de la mantención de la fachada de la Catedral. Es algo que se venía estudiando desde el año 2020, lamentablemente la coyuntura de la pandemia retrasó el proceso que retomamos este 2023”.
“En estos momentos, estamos enfocados en recuperar el mosaico, puesto que el tiempo, el clima, el smog contribuyeron a que la obra presentara una capa de polvo que ya fue removida. Ahora resta la pintura del arco y la fachada, acciones que comenzaron este viernes. Nosotros, desde el Obispado de Chillán y la Parroquia El Sagrario (que dirige el padre Luis Flores) estamos muy satisfechos porque esta mantención era necesaria. La Catedral de Chillán es el icono de la ciudad y es uno de los lugares más visitados por los turistas. Nosotros estamos trabajando en aquello sin, obviamente, alterar la esencia y la arquitectura que tiene el monumento”, indicó Hernán.
Oscar Malverde, de la empresa M y N a cargo de las obras, explicó que tras la evaluación, se hicieron pruebas con distintos productos químicos. “Partimos de lo más básico, como agua y jabón. Cuando logramos dar con la fórmula, retiramos polvo y pintura. Luego se lavó el mosaico y ahora estamos en la etapa de pintura de la fachada y los arcos que también resultaron dañados con el lanzamiento de pintura”, indicó.
“Para nosotros como empresa fue importante este trabajo. Conocemos la importancia de este mosaico y la Catedral para la ciudad y el mundo. Que nos hayan confiado la tarea de restaurarla y hermosearla, ha sido para nuestro equipo una oportunidad maravillosa”, afirmó.
Historia de la Catedral
El terremoto del 24 de enero de 1939 destruyó la antigua Iglesia Matriz San Bartolomé. Jorge Larraín Cotapos, segundo obispo de Chillán, inició la construcción de la nueva catedral, encargando esta tarea a su sobrino, el arquitecto Hernán Larraín Errázuriz. La primera piedra de la obra se colocó el 26 de octubre de 1941. Tras el fallecimiento del obispo Larraín, correspondió al obispo Eladio Vicuña Aránguiz continuar y concluir la construcción. La Catedral fue solemnemente inaugurada el 15 de octubre de 1960, tal como lo consigna la Discusión en sus páginas de la época.
En el año 2010, con motivo del Bicentenario de la República, fue elegida en votación popular, en el concurso “15 Clásicos de Chile”, ícono representativo de la región del Biobío. En el año 2015, la Catedral de Chillán fue declarada Monumento Histórico Nacional.
