Close
Radio Radio Radio Radio

Los hermanos ferreteros que crecieron diversificando sus negocios

Mauricio Ulloa

Herederos de una tradición familiar ferretera que se remonta a seis décadas, con la fundación de la Barraca Romero, en Chillán, por parte de sus abuelos maternos, los hermanos Cristóbal (30 años, ingeniero civil industrial) y Benjamín Arredondo Romero (28, ingeniero comercial) comenzaron en 2018 con una apuesta propia, Ecoclick SpA.

[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]

Para Cristóbal, la innovación y la diversificación han sido clave en este proceso, en un camino de mucho trabajo que partió hace 12 años al alero de la empresa familiar, “buscando nuevas líneas de negocios”, donde sus principales maestros han sido sus padres -Marcos Arredondo y Sandra Romero- y su abuela, Hilda Molina.

A partir de una idea de su padre, el primer negocio que emprendieron fue la elaboración de pellet a partir de la viruta, un subproducto del aserradero,. Sin embargo, no prosperó debido a las limitaciones de acceso a materia prima en un rubro donde el volumen es esencial para obtener ganancias y el transporte encarece mucho los costos.

“Trajimos máquinas de afuera y comenzamos a elaborar pellet, pero nuestra producción no era suficiente, al poco andar nos dimos cuenta que la empresa de mi mamá era pequeña para ese negocio, la producción de un año la vendimos en un mes”, recordó. Por eso, el siguiente paso fue la comercialización de pellet de marcas reconocidas. “Partimos con dos a tres camiones por temporada, hasta llegar a nuestro máximo volumen, en 2020 y 2021, de 200 camiones”.

Cuando el negocio iba creciendo pensaron en ampliarse a la venta de estufas a pellet, una apuesta que forzó su emancipación de la empresa familiar, para dar paso a la creación de Ecoclick en 2018. “Mi mamá es más conservadora, no estaba dispuesta a asumir riesgos altos”, comentó Cristóbal.

“Al principio vendíamos pellet solo en la barraca de mi mamá, pero cuando nos independizamos, empezamos a entregar a domicilio, con lo que la venta se duplicó e incluso más”, destacó.

Así fue como partieron con la importación de estufas a pellet italianas y calderas, en un contexto de fuerte crecimiento de las ventas, lo que les dio el margen necesario para ir capitalizando rápido, y seguir creciendo.

“Además, participamos en el proceso de recambio de calefactores en Chillán, con la marca Bosca”, y posteriormente integraron el servicio técnico, con el afán de cubrir todas las necesidades de los clientes con un alto estándar de calidad y a precios competitivos.

Tenían una sala de ventas en Avenida Padre Hurtado, pero el año pasado se vieron en la necesidad de trasladarse, lo que transformaron en una oportunidad de crecimiento. Así se convirtieron en la ferretería Ecoclick, ubicada en Avenida Collín 875, especializada en materiales de construcción y hojalatería, además de los pellets.

Representación de Altuna

“El año pasado visualizamos que la gente compró el pellet de manera anticipada, por el temor a una escasez. Eso nos hizo pensar que tendríamos capacidad ociosa, como los vehículos, por ejemplo, precisamente en el invierno, que es la temporada alta; entonces, como no podemos estar tranquilos, decidimos que debíamos ampliar el negocio”, resumió el joven.

Y la oportunidad llegó de la mano de la marca española Altuna, con 100 años de historia, reconocida por la calidad de sus herramientas de corte.

Esta nueva línea de negocios tiene una génesis anecdótica. “El año pasado, el maestro hojalatero nos pidió comprar una tijera Altuna muy buena para cortar lata, nos habló de las características de la tijera, lo que permitiría triplicar e incluso quintuplicar la productividad, pero no la encontramos en Chile -no había distribuidor hace cuatro años. Nos pusimos en contacto con la empresa en España para importarla, ahí conocimos su amplio catálogo de productos y fue así como se generó la oportunidad de importar”, relató.

Invitaron a su amigo desde la infancia, Francisco Acuña, especializado en ventas, quien se integró a la empresa con la misión de reposicionar la marca Altuna en Chile, no solo pensando en los hojalateros como público objetivo, sino que en todos los podadores de Chile, que trabajan principalmente en el rubro frutícola, e incluso, en la jardinería, pues Altuna tiene la marca Bikain para este segmento.

Comenzaron a distribuir el año pasado, y si bien fue difícil vender en Ñuble, gracias al trabajo en terreno de Acuña tuvieron excelentes resultados en otras regiones, como la Metropolitana, O’Higgins y el Maule, donde hay una mayor superficie frutícola. De hecho, han participado en ferias y han generado alianzas con distribuidores locales en varias ciudades.

Como consecuencia de lo anterior, se convirtieron en representantes de la marca española en el país. De hecho, hoy son Altuna en Chile, y recientemente la firma española desarrolló dos nuevas herramientas especialmente para el mercado chileno, fruto del diálogo permanente, de la capacidad de identificar necesidades del mercado y del deseo de innovar.

Hoy, la empresa da empleo a 15 personas y según confesó Cristóbal, ambos sienten que se hace necesario poner una pausa al inquieto espíritu emprendedor de los hermanos, para consolidar primero cada una de las líneas de negocio actuales, potenciarlas, ser líderes, y luego, de la mano de la innovación, seguir creciendo. “No sacamos nada con seguir creciendo si no vamos haciendo buenas fundaciones, si vamos a crecer, que sea sobre algo sólido, y algo sólido significa consolidar la marca Altuna en Chile, estamos haciendo alianzas logísticas con empresas de transporte para poder llegar al menor costo y menor tiempo posible”, detalló.

[/bg_collapse]

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top