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El Papa Francisco aceptó la renuncia del cardenal Ricardo Ezzati como Arzobispo de Santiago, luego que se rechazara la solicitud de sobreseimiento parcial y definitivo por eventual encubrimiento de abuso sexual en el caso del excanciller del Arzobispado Óscar Muñoz Toledo.
Tras la salida de Ezzati, Celestino Aós Braco fue designado como administrador apostólico de la sede vacante de la arquidiócesis de Santiago, quien hasta hoy se desempeñaba como obispo de la diócesis de Copiapó.
A nivel local las reacciones no se dejaron esperar. El administrador apostólico de la diócesis de Chillán, Sergio Pérez de Arce dijo que esta decisión se esperaba hace tiempo, debido a la actual situación de la iglesia chilena.
“Lo esperábamos hace tiempo, porque el mismo cardenal había presentado la denuncia y sabíamos que la situación estaba difícil, tanto para él como para la iglesia de Santiago. Fue bueno que aceptara el Papa la renuncia y que pueda venir otro liderazgo a cargo de la diócesis. Por diferentes razones don Ricardo estaba muy complicado y eso también complicaba la vida de la diócesis”, señaló.
La autoridad eclesiástica local manifestó sus expectativas respecto a la labor que desarrollará Aós en su nuevo cargo.
“Me han hablado siempre su cordialidad, de su sencillez, es un hombre que está acostumbrado a vivir en comunidad, y en ese sentido, va favorecer un trato sencillo, que ayude a crear comunión, así que tengo harta esperanza que será una buena noticia para la diócesis. Lo importante es que él no hace las cosas solo, sino que tiene que facilitar y creo que será así, el trabajo en común con otros sacerdotes”, sostuvo.
Respecto a las investigaciones por denuncias de abusos que realizó Aós en la capital de Ñuble y también en Valparaíso, Pérez de Arce indicó que “no conozco el detalle de las investigaciones que a él le han tocado, yo sé que son algunas, en Valparaíso, pero dos cosas diría, una que el promotor de justicia sirve y hace los procesos, pero el que toma la decisión es el obispo. Por lo tanto, si hubo un error en las decisiones, no conozco los detalles”.
Marcial Sánchez, historiador y experto en iglesia, manifestó que Ezzati no era digno de su cargo y que permanecer al arzobispado le hacía un “daño gigante” al entorno de la iglesia chilena, por lo que celebra su salida.
“Un cardenal imputado, de zafarse de la justicia en dos oportunidades, es un cardenal que no es digno de estar en ese cargo, por eso que se agradece profundamente la decisión del Papa de sacarlo del Arzobispado de Santiago. Obviamente que se agradece también, debido a que este hombre le estaba haciendo un daño a la feligresía y a la visión que se tenía fuera del país de entorno de la iglesia chilena”, señaló.
Una visión similar tienen desde la Red de Laicos de Chillán. El vocero de la entidad, Ramón Solá, manifestó que la renuncia de Ezzati era algo que se veía venir y que sólo había que darle tiempo.
“No nos sorprende, era algo que tenía que suceder, en particular, por la tensión que provoca los procesod judiciales a los que está sometido el arzobispo de Santiago, entonces, era una situación insostenible”, dijo.
La vocera de la Red de Laical de Chile, Mirena Romero, expresó que en la iglesia hay una crisis “muy grande en la iglesia y que es enorme el trabajo que ahora se tiene que realizar”.
“El vaticano ha tenido que elegir una persona que pueda solucionar rápidamente los problemas que tiene la iglesia, pero también entendemos que la situación de la iglesia en Santiago es muy dramática, que cualquier persona que llegue al cargo va tener grandes dificultades para trabajar en ella y que pasaran muchos años para lograr una normalidad”, manifestó.
Mirena Romero agregó que Aós es alguien que conocen y esperan que no sea alguien que siga encubriendo a la iglesia.
“Es una persona que tiene una vida de parroquia, que me han dicho que es muy humilde, pero también la tarea que le toca es muy grande, pero esperamos que este altura con respecto a los abusos de la iglesia y que sea una persona capaz de transparentar todas las situaciones que él conozca ”, detalló.
Sebastián del Río, víctima de abusos por parte de sacerdotes investigados por Aós, manifestó que el actual administrador fue débil en sus investigaciones y no es alguien que debería ocupar ese cargo.
“No me parece una buena carta para Santiago, ha sido débil en las investigaciones y esto demuestra una vez más la falta de criterio de Francisco en los nombramientos y en las intervenciones que realiza en la iglesia chilena”, expresó.