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Las parroquias y capillas que se levantaron tras la catástrofe

El terremoto del 27 de febrero del 2010 también golpeó fuertemente a la iglesia de Ñuble. En un catastro realizado a tan solo semanas del megasismo, el Obispado de Chillán confirmó ese año que 28 de las 31 parroquias de la Diócesis habían resultado con algún daño. De ese número, cinco necesitaban reconstrucción total.

Se trató de las Parroquias San Carlos Borromeo (San Carlos), Dulce Nombre de Jesús de Quirihue, Nuestra Señora del Rosario de Ninhue, Sagrada Familia de Chillán e Inmaculada Concepción de Quillón. A ellas, además, se sumaron varias otras capillas de poblados rurales que también resultaron con severos daños, pues muchas de las construcciones eran de adobe. Por ese entonces, los fieles se organizaron para seguir desarrollando sus actividades en sedes vecinales y otros espacios afines.

Según informó el Obispado de Chillán, en la actualidad casos como el de Quirihue, ya están subsanados. Para la Parroquia Dulce Nombre de Jesús, los recursos para su reconstrucción llegaron desde la Fundación Alemana Adveniat, pero también de la Iglesia de EE.UU, del propio gobierno chileno y de los mismos fieles que trabajaron para reunir cada peso que se invirtió en su recuperación. Tanto San Carlos como Quillón (parroquia que recibió recursos de la República Checa), lograron completar la recuperación de las obras gruesas de sus respectivos inmuebles. Solo faltan algunos detalles que se están resolviendo a través del tiempo y de la llegada de recursos.

El Obispado precisa que la Parroquia de Pemuco y Sagrada Familia de Chillán aún son temas pendientes para la Diócesis, sin fecha clara para comenzar las respectivas reconstrucciones.

El obispo electo de la Diócesis San Bartolomé, padre Sergio Pérez de Arce, precisa que “las reconstrucciones se han financiado desde distintas fuentes y el mayor esfuerzo, sin duda, ha venido desde las mismas comunidades que desde el primer momento comenzaron a reunir los recursos necesarios para el levantamiento de sus parroquias y capillas. El mismo Obispado de Chillán ha colaborado con aportes importantes en varias de ellas. Otra fuente de financiamiento ha sido el Estado y organizaciones solidarias que operan a nivel nacional e internacional”, aclara respecto de financiamiento de las obras.

En proceso aún están las iglesias de San Fabián de Alico, Pemuco y Ninhue. Hace poco, la Parroquia de Yungay comenzó una campaña para lograr la restauración de su campanario.

En Chillán

El terremoto del 2010 en la capital regional dejó en evidencia daños en los principales monumentos de la cuidad. Uno de ellos fue la Catedral de Chillán, la que resultó con vidrios quebrados y otros daños menores que se repararon con prontitud. La Cruz Monumental, en tanto, comenzó el 2013 su proceso de restauración gracias a los aportes tanto de la comunidad, el Obispado y el otrora Consejo Nacional de la Cultura y las Artes que entregó 50 millones de pesos para la reconstrucción del memorial de las víctimas del terremoto de 1939. Las obras de la Cruz Monumental finalizaron el 2014.

La Iglesia Los Carmelitas aún se encuentra a la espera de financiamiento para su reconstrucción. El inmueble, declarado Monumento Histórico en 2011 pertenece a la Congregación de los Carmelitas Descalzos, orden que abandonó la ciudad tras el terremoto del 2010.

Otra de las iglesias emblemáticas de la ciudad es la Capilla San Juan de Dios, declarada Monumento Histórico en 1972. El año pasado parecía que la reconstrucción estaba asegurada cuando en abril se anunció la entrega de 2.932 millones de pesos por parte de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) y el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR).

Sin embargo, cuando la licitación de las obras estaba en proceso todo quedó en nada cuando se produjo el estallido social del 18 de octubre del 2019. En ese entonces, el intendente Martín Arrau anunció que los recursos serían utilizados para cumplir con la agenda social del gobierno, la que intenta aquietar los ánimos en torno a mejoras sociales demandadas por los chilenos.

La Comunidad Mercedaria logró, en 2013, volver a levantar la Capilla San Pedro Nolasco en Chillán; y como un sello de esperanza para la comunidad cristiana, a mediados de febrero de este 2020, la Capilla Nuestra Señora de Lourdes de la Población Luis Cruz Martínez, logró reabrir sus puertas tres una década de trabajos y gracias al aporte de los feligreses y de la ONG Ayuda a la Iglesia que Sufre. 

Foto: Mauricio Ulloa

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