“En una de las actividades que hacíamos con el plantel, le pregunté a los jugadores que levantaran la mano aquellos que habían sido campeones del fútbol chileno. Y se levantaron algunas manos. Y bueno, tenemos esa opción hoy día. Esa es la motivación. Y quizás en seis semanas o más, si alguien repite la pregunta, esperemos que los más de 30 jugadores del plantel levanten la mano. Estamos trabajando para eso. Para hacer algo que tiene que ver con la historia personal. El objetivo se ha construido durante el año. Es el resultado, en un alto porcentaje de los jugadores, pero también del cuerpo técnico y la dirigencia que creyó en el proyecto, además de los hinchas que siguen apoyando a pesar de las distintas circunstancias”.
La reflexión pertenece al psicólogo deportivo de Ñublense, Alexis Ponce, quien revela que a pesar del duro e inesperado golpe que significaron los seis contagios de covid-19 en el plantel y cuerpo técnico, la ilusión por levantar la copa y ascender a Primera A, amortiguó el mazazo y ayudó para que cada diablo rojo siga focalizado en el retorno para sellar el objetivo que no ha estado exento de obstáculos.
“Eso sigue estando ahí. Estamos cuidando todos los aspectos de los jugadores en medio de un año marcado por la incertidumbre. El plantel ha tenido una gran capacidad adaptativa ante las circunstancias que nos pone la realidad deportiva”, acota el profesional.
La presión
“Siempre habrá presión, pero lo que siempre hablamos en el plantel es que hay que manejarla, porque todos los equipos se presionan, pero lo que no tiene que pasar es que se altere lo planificado, los buenos equipos no cambian lo que tienen que hacer en la cancha. Los equipos normales se presionan, se ponen nerviosos, los buenos equipos se presionan, pero no tienen derecho a cambiar lo planificado”, detalla Ponce.
El profesional asegura que los resultados del resto de los escoltas del líder, Rangers y San Felipe, no sacan de la concentración a los jugadores que apuestan al trabajo planificado de base.
“Hoy estamos punteros y el torneo se va a alargar. Hay dos y quizás uno más que nos podría superar, pero hay que concentrase en sumar en los partidos pendientes cuando se nos nos permita entrenar y competir. Estamos claros donde estamos y lo importante es cómo se termina”.
Con 12 puntos grita campeón
Los estadísticos ya sacan la calculadora. Ñublense (40 pts) será campeón si de los 21 puntos que le restan por jugar (7 partidos), es capaz de sumar 12. Esto porque tiene 4 partidos más que jugar que San Felipe (39) que le restan solo 3 y 3 más que Rangers (39), al que le restan solo 4 por delante.
Si los sanfelipeños ganan todos sus partidos, sumarían un máximo de 48 puntos, mientras que Rangers, si gana todos sus duelos alcanzaría 51 unidades. En cambio, si el Rojo cosecha 12 puntos de los 21 restantes, será inalcanzable para sus escoltas y levantará la copa de campeón.
Ñublense volverá a jugar, según la programación de la ANFP, el próximo 27 de diciembre a las 21.30 horas de visita ante Santa Cruz y la próxima semana algunos jugadores serán liberados de la cuarentena para comenzar a entrenar de manera presencial.
“Hemos aprendido a navegar por estas aguas turbulentas, el barco sigue navegando, no nos ha entrado mucha agua y el puerto está ahí cerca. Los barcos no se hunden por el agua que les rodea, sino que por el agua que les entra. Y lo que estamos tratando de ser ahora es ser un barco hermético, donde estamos todos metidos en el mismo barco y queremos llegar a puerto. Vamos a tratar de evitar al máximo las lesiones, los contagios, es un equipo intenso y hemos logrado mantener esos niveles de reacción emocional. El equipo ha sido extraordinario. Vamos a calafatear rápidamente, para que no nos entre agua y lleguemos a puerto”, sentencia Alexi Ponce, el regulador emocional de un plantel que a pesar de los golpes, está fuerte para luchar en la recta final por el sueño de todos los ñublensinos.
