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Hospital de Chillán pide disculpas tras denuncia de insalubridad

Como un momento desagradable, describió Andrea Martínez Villar su paso por la Unidad de Urgencias del Hospital Herminda Martín, donde atendieron a su hija quien presentaba un cuadro febril y deshidratación.

La usuaria denunció condiciones insalubres y poco higiénicas en el centro de salud. “Mientras le ponían el suero a mi hija vi la camilla con sangre luego la trasladaron a una sala y ahí habían jeringas botadas, papeles de jeringas, paredes con sangre seca chorreando y eso me llamó mucho la atención”, reclamó.

Martínez manifestó que al ingresar al baño del Hospital tampoco se llevó una buena impresión, pues se encontraba en condiciones similares.

“Eso es algo grave, uno no debería volver más a ese lugar pero uno sabe que si no se encuentran pediatras en la clínica, obligatoriamente debo volver al Hospital. Sé que el trato en los hospitales es diferente a las clínicas, pero la suciedad no tiene excusa. Hasta las camillas estaban taponeadas con algodones en los fierros“, sostuvo.

Advirtió que la situación antihigiénica que detectó pone en riesgo la salud de los pacientes que ingresan el centro hospitalario.

Producto de la denuncia, La Discusión consultó al Hospital Herminda Martín sobre el caso, teniendo respuesta del director (s) del establecimiento Oscar Chacón.

Existe un protocolo de aseo y desinfección, que considera una revisión de las áreas de atención del hospital en distintos momentos del día, pero como existe una alta demanda y flujo de usuarios especialmente en la Unidad de Emergencia, es posible que existan excepciones como las que relata la usuaria, ante lo cual nos hacemos cargo y ofrecemos disculpas, pues una de nuestras preocupaciones es mantener los espacios en las mejores condiciones”, explicó.

Detalló que “sobre la presencia de una jeringa, no se trata de un insumo de uso clínico ya que éstos se eliminan de acuerdo a la normativa, cumpliendo con las condiciones sanitarias y de seguridad básicas, que considera el uso contenedores destinados especialmente para eso. Más bien corresponde a un elemento que en ocasiones se facilita a los usuarios para administrar líquidos como jarabes a los pacientes pediátricos que esperan atención, pero no a un residuo clínico”.

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