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Familia pide ayuda para adulto mayor postrado en Coihueco

Agencia Uno

A sus 73 años, Segundo Salazar necesita cuidados 24/7, desde hace unos tres años está postrado en cama tras sufrir una trombosis. Hoy vive solo en una pequeña casa de la calle Puente, en la comuna de Coihueco, luego que su pareja falleciera hace dos meses, por lo que está a expensas de que alguno de sus sobrinos pueda ir a darle de comer y asearlo.

Rosa y José Figueroa Salazar, de 48 y 50 años, son los parientes que cada vez que pueden, y hacen lo posible para que así sea, van hasta la vivienda de Segundo a atenderlo. Han realizado gestiones para que su tío sea trasladado a una casa de reposo donde tenga comodidad y puedan darle continuidad a su tratamiento médico, pues denuncian que los familiares directos no se han preocupado del adulto mayor en ningún momento, y “si en la noche le pasa algo nadie se daría cuenta”.

“Él quedó botado, las tres hijas lo dejaron botado hace tiempo, no quieren nada con su papá, y quedó solo, todo cochino, barbón. Mi sobrina que vive al lado se percató que estaba solo y ahí empezamos a hacernos cargo e ir a verlo en la medida que podemos, y empezamos a hacer todos los trámites para denunciar la situación y ver si lo pueden recibir en un asilo, pero no ha llegado nada, no sé si es por la pandemia”, señala Rosa.

Destaca que en este último tiempo por presentar problemas en la espalda, que le impiden hacer fuerza, ha reducido la frecuencia con que visita a su tío.

Por su parte, José agrega que “nos gustaría tratar de internarlo para nosotros también descansar, porque también cuidábamos a nuestro padre y como murió ahora tenemos que hacernos cargo de nuestro tío. Somos los únicos que lo estamos ayudando, y me queda lejos ir hasta allá. No se mueve en lo absoluto, hay que bañarlo, vestirlo, afeitarlo, hacerle todo”.

Además de las tres hijas, Segundo tiene un cuarto hijo, Cristian Salazar de 46 años, a quien conoció hace pocos años, y quien en los últimos meses ha buscado la manera de mejorar la calidad de vida de su progenitor.

“Yo no lo conocía, lo empecé a conocer y a tratar desde hace cinco años para acá. Es imposible no sentir nada porque al final es una persona que no se merece terminar así, y no me puedo hacer oídos sordos tampoco de la situación que está pasando. He tratado de hablar con las hijas de él y no quieren nada. Hasta perdió la hora médico para un examen pendiente por una posible leucemia que puede tener y me comuniqué con las niñas, al final ninguna quiso y mi papá perdió la hora”, explica Cristian.

Cristian reside en la ciudad de Santiago y se encuentra actualmente en Coihueco para ayudar a su padre. “Llegué ayer (miércoles) de Santiago para ver si encontraba a alguien que lo pudiera cuidar y pueda hacer aseo porque hay días que queda totalmente abandonado. El mes pasado vine y encontramos a una señora pero no pudo ir más porque sufría de una hernia”, añade.

Los familiares de Segundo han solicitado en reiteradas ocasiones la ayuda de las autoridades comunales para buscar la manera y gestionar un posible cupo en un hogar para adultos mayores. “Un asistente de la municipalidad nos dijo que el trámite ya estaba listo para derivarlo a un asilo y todo fue pura mentira, y también un día fue una funcionaria del Senama y le llevó mercadería y útiles de aseo”.

Nueva gestión

Desde el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) en la región de Ñuble informaron que están al tanto de la situación del hombre de 73 años, de hecho, ya le habían ofrecido un cupo en un Eleam de la comuna.

“Para él hubo un cupo social en el Eleam de Coihueco que el lo rechazó. Ahora hay que iniciar todo de nuevo desde cero y ver si el establecimiento aún tiene voluntad de recibirlo porque dijo cuando lo visitaron que no se quiere ir de Coihueco, lo más lejos es San Carlos, y lamentablemente nosotros no tenemos ninguna residencia en la región”, explicó Denisse Aburto, encargada regional del Senama.

Señaló que en esa oportunidad solicitaron al Cesfam de Coihueco que lo visitaran más seguido porque está en el programa postrado. “Vamos a averiguar si efectivamente lo están haciendo”, dice.

“El problema es que si se logra un cupo y él dice q no quiere ingresar, el Eleam no lo van a aceptar porque él está bien cognitivamente y hoy los establecimientos respetan mucho el poder de decisión de las personas mayores”, puntualiza Aburto, agregando que “mientras no haya algo seguro vamos a seguir visitándolo cada cierto tiempo”.

Cristian Salazar

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