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Proyectando al futuro el concepto de “hacer comunidad en comunión”, como lo planteaba el exrector David Stitchkin, y como lo recordó ayer en su discurso el rector Carlos Saavedra, en el acto central de celebración del centenario de la Universidad de Concepción, la casa de estudios superiores renovó su compromiso con las comunidades en las que está inserta, como Concepción, Chillán y Los Ángeles, honrando uno de sus elementos fundacionales: su profunda vocación de servicio público, comprometida con las necesidades de los habitantes de la zona y del país.
Es la misma vocación que ha definido su caminar en estos cien años, que la ha llevado a ser faro del conocimiento, inspiración de movimientos sociales, articuladora de voluntades, profundamente democrática e independiente, promotora y defensora de las libertades, y por sobre todo, vinculada estrechamente con la comunidad, que en Concepción queda de manifiesto en esa relación simbiótica entre la ciudad y la Universidad. Es el alma de la UdeC.
Esta Universidad, como planteaba el exrector Edgardo Enríquez, “respeta y agradece a la comunidad que la fundó y defendió durante su infancia, y como demostración de ese respeto y reconocimiento, ahora es ella la que protege y desarrolla la región”.
Es por ello que cobran especial relevancia los cinco grandes desafíos de la UdeC planteados ayer por el rector Saavedra, ideas de progreso para caminar hacia el futuro y desarrollar las regiones en las que está inserta -Ñuble y Bío Bío-, como la concreción del Parque Científico y Tecnológico en Concepción y el fortalecimiento de los campus Chillán y Los Ángeles, entre otros.
Es así como la invitación de la autoridad a potenciar el campus Chillán, a convertir a la capital de Ñuble en una nueva ciudad universitaria, aprovechando la oportunidad que representa la nueva región, no es otra cosa que devolver la mano a la comunidad chillaneja que la acogió a partir de 1954, cuando se crea la Facultad de Agronomía como continuadora del Plan Chillán.
Potenciar el campus Chillán de la UdeC permitirá replicar la transformación que experimentó la capital de Bío Bío con la presencia de la UdeC, para lo cual ya se están dando los primeros pasos hacia la elaboración de un plan maestro que permita construir la imagen de un barrio universitario integrado y abierto a la ciudad de Chillán, a partir de un trabajo participativo con la comunidad, tal como en los años cincuenta el destacado urbanista Emilio Duhart proyectó el campus Concepción.
En ese sentido, un rasgo esencial de esta invitación se observa en la afirmación del rector: “el campus Chillán ha llegado a su madurez, por lo que es preciso que tome las riendas de su devenir”, pues transmite su profundo convencimiento de la misión de “hacer comunidad en comunión”, de pensar el campus del futuro, de definir el crecimiento académico y de infraestructura para enfrentar los nuevos desafíos de la joven región, y los que vendrán. Esta invitación está abierta no solo a los académicos, funcionarios y estudiantes del plantel, sino que a la comunidad entera, porque en el alma de la UdeC sigue intacto su rol público.