Durante esta semana se inauguró en Chillán la muestra “Siqueiros, artista de vanguardia” del académico y director del Instituto de Historia y Patrimonio de la Universidad de Chile, Rodrigo Vera, quien además, es chillanejo y conoció de pequeño la obra que el artista azteca dejó como legado para la ciudad. Desde hace un tiempo está trabajando en un proyecto Fondecyt relacionado al tema y que se titula El Imaginario Modernizador del Muralismo en Chile, lo que lo ha llevado varias veces a México para fotografiar las obras de Siqueiros allá. Parte de ese trabajo es lo que inauguró esta semana en la Escuela México, trabajo que estará disponible al público hasta el 22 de diciembre próximo.
“Es una muestra fotográfica de registros de murales de David Alfaro Siqueiros en México, que yo hice durante varios viajes. Se exponen en la actualidad en Muerte al Invasor para generar algún tipo de relación entre estos fragmentos de murales en México y Chillán. Mi interés en Siqueiros viene del 2011 cuando con Luis Arias y Fidel Torres editamos América es la Casa”.
¿En qué consiste esta investigación?
Me ha permitido desarrollar visitas a México desde el 2013 para registrar murales de Siqueiros, pero también de Orozco, Rivera, entre otros, y en distintos lugares de Ciudad de México, en la UNAM sobre todo. Estoy haciendo un archivo muy grande como para establecer esos vínculos que se pueden dejar entrever entre el muralismo chileno y el mexicano. Entonces, Siqueiros aquí adquiere relevancia porque evidentemente es el muralista más cercano que se vincula con Chile y específicamente con Chillán, por lo que he puesto énfasis en esto.
¿Es verdad que el mural de Chillán es muy distinto a lo que él pintó en vida?
Hay un cambio, un punto inflexión que desarrolla Siqueiros en su mural Muerte al Invasor. De hecho, en la muestra hay dos fotos del mural que pinta Siqueiros en el año 1939, que se llama Retratos de la Burguesía, que es el último mural que él hace antes de llegar a Chillán. En esa obra empieza a introducir nuevas técnicas que va a terminar de desarrollar acá y podríamos decir que él sufre un cambio absoluto de la obra en cuanto a la interpretación que hace del espacio y los estudios que hace de arquitectura. De haber pintado murales en técnicas tradicionales, da un vuelco en Chillán. Todos esos estudios que él desarrolla, están en museos, en salas de arte público, en archivos. El boceto de Chillán, de hecho, está expuesto en el Museo de Arte Moderno en Ciudad de México. Hay un mural de Siqueiros en la Secretaría de Educación Pública, que Patricios y Patricidas, que tiene una relación de interconexión entre los espacios muy similar a la que desarrolla acá en Chillán. A fin de cuentas, el mural de Siqueiros en Chillán le sirve de referencia para el resto de los murales que pinta después a lo largo de su vida.
Cuando hablas de ese espacio arquitectónico, ¿es por cómo uso el espacio de una biblioteca?
Justamente. Cuando le entregaron ese espacio él lo comparó con una caja de zapatos, está en sus memorias. Entonces era necesario, generar una modificación y lo hace también en el mural que pinta en Buenos Aires, porque ese mural lo hace con proyectores, con la ayuda de un escenógrafo, porque tenía un vínculo muy estrecho con el cine y con la idea del movimiento, de la observación activa del espectador, que no estuviera solamente en un lugar mirando un mural, sino que esto fuera un recorrido espacial que hiciera el espectador que al final se convierte en un ente activo.
¿Cuál es la percepción que tienen en México del trabajo que él hizo acá?
Que Muerte al Invasor es uno de los más relevantes. Así de sencillo. Cuesta encontrar algún otro mural que pueda estar a la altura de lo que significó Muerte al Invasor.
