El presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos González Mufdi, apuntó a la falta de planificación como una de las variables que contribuyó a agudizar los efectos del sistema frontal que afectó a la zona central del país, causando desborde de ríos y canales con el consecuente impacto en viviendas y a nivel productivo.
En entrevista con Radio La Discusión, el dirigente gremial reiteró la importancia de los embalses como reguladores y lamentó la mínima capacidad de almacenamiento de agua que exhibe la región de Ñuble (tranque Coihueco), en comparación con las demás regiones, como Maule, que tiene cinco embalses, o Biobío, que tiene la Laguna del Laja.
“Los embalses -manifestó, no tan solo los estamos solicitando por el efecto que puede tener sobre el agro, con el agua que tanto necesitamos para producir alimentos, sino que con los embalses operando también se podrían regular las crecidas, porque todos estos grandes aluviones, si nosotros tuviéramos La Punilla, el Chillán y el Zapallar funcionando, podrían ser grandes contenedores de estos aluviones; hoy la tecnología nos permite saber con 15 días de anticipación cuánta agua iba a precipitar; en zonas como Coihueco, Pinto, Ñiquén, Yungay y El Carmen, llovió mucho, 280 mm. en tres días, entonces, eso permite tomar la decisión de abrir las compuertas para bajar el nivel del agua antes de las precipitaciones y así contener el agua que viene”.
En esa línea, planteó que “hay acciones que se deben emprender porque el cambio climático nos indica que vamos a tener eventos extremos como éste con más frecuencia, y con altas temperaturas, lo que significa que en la cordillera no cayó nieve, sino que llovió, y de paso, el agua arrastró la nieve, es decir, no hay reservas de nieve para el verano, la agricultura no tiene agua para la próxima temporada”.
Por otro lado, planteó el desafío de apoyar a los agricultores afectados por la emergencia, e hizo hincapié en el esfuerzo que se va a requerir para habilitar o reponer los sistemas de riego dañados.
