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Buscan estrategias para mejorar convivencia vehicular en el centro

Cristian Cáceres

Un fatal atropello ocurrido el lunes de la semana pasada, que tuvo a un conductor de la locomoción colectiva involucrado, motivó una fuerte reacción en diversas redes sociales de la capital de Ñuble.

Y aunque Carabineros demostraría que no fue el caso, muchos comentarios apuntaban a un fenómeno que se evidencia con el simple ejercicio de salir a caminar al mediodía de cualquier día hábil por el centro de la ciudad.

Calles con aglomeraciones a causa del aumento de población, de la proliferación incontrolable de comercio ambulante ilegal, de que no se han desarrollado polos comerciales completos en otros puntos que no sea el centro; y también congestión vehicular, con autos que en algunos tramos se pelean el paso con los mismos peatones, motoristas y ciclistas.

Nada nuevo. Sin embargo desde hace unos años que esta idea de hacer de Chillán una ciudad “más amigable” es caballo de campaña universal, sin embargo, hacer la vista gorda a muchas irregularidades y en especial a que tanto conductor se estacione en los costados izquierdos, sobre bandejones, veredas o ciclovías, demuestran que quienes dan un redondo aplauso a esta “ciudad amigable”, son los mismos que atentan contra ese propósito.

Por lo tanto, una vez más, a nivel de autoridades se generó una nueva mesa de trabajo, encabezada por el alcalde de Chillán Camilo Benavente, Carabineros y la seremi de Transportes Bárbara Kopplin, quien presentó a La Discusión  tres de las principales propuestas a corto plazo hechas a la alcaldía la semana pasada, para mejorar la convivencia urbano-vehicular de Chillán.

Como en Tokio

Bárbara Kopplin destaca que hay un fenómeno que ha ido creciendo durante este periodo de pandemia, y es que mucha gente dejó de usar transporte público, tuvieron la oportunidad de comprarse otro vehículo y evitan utilizar la locomoción colectiva. Todo esto significa una mayor congestión por aumento del parque vehicular y, lógicamente, todos se acercan hacia el centro, que es donde se dan más estos problemas”.

Ese fue uno de los puntos tratados en la reunión con el alcalde Benavente y establecer un plan de trabajo de corto, mediano y largo plazo, para así poder entregar soluciones que permitan ir descongestionando el centro de Chillán.

Se trata de tres proyectos PMU apalancados por el MTT y financiados por Subdere que fueron presentados a las municipalidades.

“Uno de ellos consiste en una proyecto piloto que tenemos desde hace mucho tiempo y que lo que busca es implementar los llamados cruces Tokio, que lo que hacen es parar todos simultáneamente por unos segundos, de tal modo que se detengan todos los vehículos y permitan avanzar a los peatones”, detalló la seremi.

El segundo busca realizar demarcaciones en las calles para ordenar los cruces peatonales, “es decir, que exista un sentido por la derecha y otro por la izquierda para evitar que las personas se obstaculicen al cruzar, lo que también impide un flujo más expedito y, por el contrario, demora más los tiempos de espera para los conductores”, precisa.

Finalmente y como tercer proyecto PMU, se busca instaurar pistas exclusivas para buses, esto con el fin de poder permitirles a este tipo de locomoción un transitar más ordenado, más rápido y expedito. Para esto será necesario restringir que los vehículos particulares circulen, se estacionen o se detengan en estas vías.

¿Restringir el centro?

Muchos han solicitado -y desde hace mucho tiempo- la posibilidad de dejar que en las calles del casco comercial sólo transiten vehículos de la locomoción colectiva para descongestionar las calles y reducir la tasa de accidentabilidad y contaminación.

Sin embargo, legalmente, es imposible.

Esto se debe a que la legislación entrega al Ministerio de Salud de manera exclusiva esa facultad y solo por razones ambientales o de riesgo sanitario, como en estos años. Pero en ningún caso para evitar aglomeraciones ni atochamientos.

Sin embargo, el alcalde Benavente explicó: “nos hemos sumado a una iniciativa de la Asociación de Municipalidades, donde hemos generado alianza con otros importantes municipios del sur, como Los Ángeles o Temuco, para solicitar al parlamento la modificación legal que nos permita establecer restricciones vehiculares por congestión. Es un anhelo que esperamos sea atendido y en el que estamos desde ya trabajando”.

Al jefe comunal se le preguntó por otro de los factores de esta ecuación: el comercio ambulante ilegal, actividad que ha sido destacado como parte de los puntos de aglomeración, lo que obliga a las personas a transitar por las aceras y favorecen la delincuencia.

“Entendemos que se enmarca dentro de una realidad social que no podemos desconocer y de la que debemos hacernos cargo, pues son trabajos informales que representan el sustento para muchas familias chillanejas. Entendiendo esto, estamos desarrollando un plan que nos permita reestructurar esta situación y estamos evaluando posibles espacios que nos permitan descomprimir esta evidente congestión peatonal que se genera en algunos puntos específicos de la ciudad”, respondió.

Tarjeta Bip y app

Por el momento, lo más cercano a zonas exclusivas es la oportunidad que se le dio a la locomoción colectiva local de acceder al llamado “perímetro de exclusión” que tiene una diferencia abismal con las “zonas exclusivas”. En las últimas podían licitar empresas de todo Chile, y en las primeras es solo para los empresarios locales.

“Nuestra intención es ayudar y colaborar en todo, estamos abiertos a aumentar nuestra frecuencia y extender horarios. Con estas vías especiales podemos ser más precisos en los horarios y se proveerá de los usuarios de aplicaciones para el celular para que sepan en tiempo real dónde va cada micro”, explica Humberto Llanos, presidente de la Asociación de Taxibuses de Chillán.

Respecto a la calidad de servicio, las micros de Chillán tienen un promedio de 12,5 años de antigüedad, y el máximo permitido es de 20. “Pero el gran problema que tenemos es que por la pandemia tenemos un déficit de choferes y sean o no tan educados como nos pide la gente, es lo que tenemos”, advierte.

El dirigente dice que han solicitado al Ministerio de Transporte la posibilidad de eliminar los dos años de experiencia que se exige para la licencia Clase 2 y así contratar a exconductores de colectivos.

“Lo otro es que en Chile solo se reconoce la licencia internacional a argentinos y peruanos. No hay muchos en Chile, y aunque quisiéramos contratar a venezolanos, no podemos ya que al no haber relaciones diplomáticas con ese país, no se puede tramitar sus licencias”, detalló.

En materia de proyectos venideros se espera que se instalen cobradores electrónicos en las micros para el 2022, por lo que se deberá tener boletos electrónicos, como las Bip de Santiago.

Los estacionamientos

Es otro de los grandes dolores de cabeza de conductores y autoridades.

Según datos de la municipalidad, el parque vehicular actual ya para el 2020 había superado las 55 mil unidades, para una población de menos de 190 mil personas.

Lo peor de todo es que no hay proyectos a corto plazo para mejorar este punto, salvo la impopular medida de comenzar a infraccionar a diario y de manera constante.

En este punto, la seremi del MTT destaca que “lo que nosotros hemos visto es que en otras ciudades, como Santiago, en donde prácticamente no ves autos estacionados en las calles céntricas, han solucionado el tema con edificios de estacionamientos. Y aunque no digo que en Chillán se necesite un edificio necesariamente, sí es claro que se debe pensar más en opciones de infraestructura, como los estacionamientos subterráneos, entendiendo lógicamente que esto ya es parte de las soluciones que se proyectan a mediano y largo plazo”.

Consciente que hoy existe una tácita consigna de no pagar por servicios públicos, Kopplin dice que “se debe entender que siempre hay que pagar un costo por movilizarse en locomoción propia, de hecho en muchas partes del mundo es visto como un lujo, por ejemplo en Londres –y esto no lo hago con ánimo de comparar sino solo de ejemplificar- hay que pagar por ingresar al centro en auto particular y hace 15 años costaba cerca de 8 mil pesos chilenos. Lo que sí es claro que no estamos a mucho de tiempo de ir viendo que irán apareciendo este tipo de barreras, si lo que se busca es priorizar al peatón, al medio ambiente y a la buena convivencia vial”.

La autoridad adelanta que más temprano que tarde en Chile aparecerán estas barreras para los autos particulares y antes de que eso ocurra, espera que la gente se haya motivado con la futura cara de la locomoción colectiva.

Puntos conflictivos

A causa de los autos estacionados en la calle, para los choferes de locomoción colectiva, los tramos más complejos son los conformados por las calles Maipón y Libertad, entre Brasil y Argentina.

Precisamente donde suele haber más accidentes y peatones atravesando por cualquier lado.

De acuerdo al alcalde de Chillán, Camilo Benavente, sobresale “el eje donde está el mercado, el mall y Terminal la Merced, es un lugar donde diariamente transitan casi 30 mil personas en solo tres manzanas. Además, hay un tema que debemos enfrentar y concientizar a la comunidad, respecto a arterias importantes que son ocupadas como verdaderos estacionamientos, generando un desorden vial importante que nos afecta a todos.”

Añadió que “si bien no están en el centro, hay otros puntos críticos que también deben abordarse como: Acceso Alonso de Ercilla, Parque Lantaño y Vicente Méndez”.

Finalmente, se anunciaron mejoras de señaléticas, remodelación de calles con accesos universales, los que ya se están ejecutando en el centro de la capital regional de Ñuble, debiendo estar listas dentro de este año 2021.

Felipe Ahumada

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