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Advierten riesgo de presiones inflacionarias por racha alcista del dólar

Preocupación entre analistas, productores y también entre los consumidores está generando la racha alcista del dólar durante las últimas semanas, dado que sus efectos no solo se perciben a través del alza de los productos importados y del transporte, sino que también porque, de mantenerse, generaría presiones inflacionarias que pondrían en riesgo la meta de 4% anual del Banco Central, entidad que precisamente iniciaba un proceso de reducción de tasas de interés.

En la semana del 17 al 21 de julio, el dólar observado se movió entre los $807,62 y los $820,76; sin embargo, a partir de la semana siguiente no bajó de los $820 y luego despegó hasta llegar a un peak de 859,60 el miércoles 9 de agosto, para cerrar el viernes en $853,30, con lo que avanzó más de $13 en la semana, su mayor alza en dos meses y completando la sexta semana consecutiva de ganancias.

Todos coinciden en que un dólar muy alto no es bueno para nadie, ni siquiera para los exportadores de frutas, dado que a estas alturas del año ya recibieron sus liquidaciones por la temporada pasada y están precisamente en la época de compra de insumos, casi todos importados.

Pero nadie puede asegurar hasta qué niveles podría llegar el tipo de cambio ni por cuánto tiempo se mantendrá esta tendencia, dado que confluyen factores externos e internos, como la esquiva recuperación de la economía china, la baja del cobre o la brecha de tasas entre el Banco Central de Chile y la Reserva Federal de Estados Unidos, que favorece una mayor demanda de dólares.

Diferencial de tasas

“Para comprender la reciente alza en el valor del dólar en Chile desde julio pasado, es esencial analizar las fuerzas que influyen en la demanda y la oferta de esta divisa en el mercado cambiario. La fluctuación en el tipo de cambio está determinada por una serie de factores económicos y financieros que han cobrado relevancia en el panorama actual”, aseveró Roberto Herrera Cofré, académico de la Escuela de Administración y Negocios de la Universidad de Concepción (EAN UdeC), campus Chillán.

Explicó que, “en particular, el panorama económico actual ha proporcionado un terreno propicio para las variaciones atípicas en el tipo de cambio. Uno de los principales impulsores de esta situación ha sido la reciente reducción de la tasa de interés por parte del Banco Central en 100 puntos base. Esta medida ha sido adoptada en línea con el objetivo de fomentar la reactivación económica ya que si bien la inflación anual es aún elevada (6,5%), ha mostrado una tendencia a la baja”.

Herrera destacó que “la relación entre las tasas de interés locales y extranjeras desempeña un papel crucial en la determinación de la demanda de dólares. La disminución de la tasa de interés interna hace que la tasa externa, como la de la Reserva Federal de Estados Unidos, sea más atractiva para los inversionistas. Esto crea un incentivo para realizar inversiones en activos denominados en dólares, lo que a su vez genera una mayor demanda de la divisa estadounidense y presiona al alza el tipo de cambio”.

“Un aspecto relevante que destaca esta situación -continuó- es que la tasa de interés en Estados Unidos ha mantenido una tendencia constante desde el año 2020, lo que incrementa el atractivo de los activos denominados en dólares. Esta persistente diferencia en las tasas de interés entre los dos países contribuye a la preferencia por el dólar como instrumento de inversión”.

“En resumen -planteó el académico UdeC-, la combinación de la reducción de la tasa de interés local y la estabilidad de las tasas en Estados Unidos ha creado un entorno en el cual los capitales buscan maximizar sus ganancias aprovechando el diferencial de tasas de interés. Este fenómeno se traduce en un aumento en la demanda de dólares y, consecuentemente, en el alza del tipo de cambio en Chile”.

Desempeño de China

En esa línea, Daniela Catalán Ramírez, académica de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián, reafirmó que “la disminución de Tasa de Política Monetaria debilita la posición del peso chileno debido a la anticipación de una disminución en la brecha de tasas en comparación con Estados Unidos”.

Sin embargo, apuntó también a otro factor clave: el desempeño de la economía china. “Resulta relevante considerar un informe desfavorable sobre el comercio exterior de China, donde se observa una caída en las exportaciones y una disminución en las importaciones, lo que impacta a la entrada de divisas a nuestro país y aumenta el tipo de cambio”.

En ese sentido, Catalán sostuvo que, “el crecimiento económico de China juega un papel crucial en la posibilidad de observar un cambio en la tendencia. Además, las decisiones adoptadas por el Banco Central en relación con la reducción de la Tasa de Política Monetaria son igualmente determinantes. Desde mi perspectiva, si la situación actual se mantiene, es probable que resulte difícil superar la barrera de los $800. Sin embargo, es importante estar atento a los posibles cambios en la economía china y las decisiones del Banco Central, ya que podrían tener un impacto considerable en la dirección de la tendencia y en la capacidad de la divisa para cruzar ese umbral”.

Al respecto, Roberto Herrera apuntó que, “en Estados Unidos aún no existe una especulación fuerte con respecto a posibles bajas de tasas de interés, por lo que el dólar en Chile podría subir o mantenerse en los valores que hemos visto en agosto”.

Impacto en los alimentos

Según explicó Daniela Catalán, “un aumento en el tipo de cambio puede tener efectos mixtos en la economía. Por un lado, favorece a los exportadores al hacer que sus productos sean más competitivos en los mercados internacionales. Por otro lado, desfavorece al sector importador, así como al precio del petróleo, tecnología y otros bienes importados. Esto puede dar lugar a un incremento en los precios de diversos productos. El aumento en el tipo de cambio puede tener un impacto generalizado en la economía, ya que un alza significativa en los costos de transporte debido al incremento en el valor del dólar puede generar aumentos en los precios de otros bienes y servicios. Estos aumentos en los precios pueden repercutir en el bolsillo de los ciudadanos, lo que desempeña un papel crucial en la aceleración de la inflación”.

Por ello, Roberto Herrera enfatizó que “el alza del dólar en Chile puede tener múltiples efectos en la economía, especialmente en los precios y la inflación. Esto podría aumentar los costos de importación de combustibles, fertilizantes y productos importados, lo que podría traducirse en mayores precios para los consumidores. El sector del transporte también podría verse afectado, lo que afectaría los precios de bienes y servicios. En particular, los alimentos podrían volverse más costosos debido a la dependencia de insumos importados”.

Carlos González Mufdi, presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, manifestó que “los agricultores que están en la cadena de exportación por supuesto que necesitan un dólar fuerte, un dólar que les dé confianza, pero yo tampoco comparto esos dólares estratégicamente caros, pienso que debemos tener un dólar equilibrado, porque cuando nos vamos a los extremos el negocio no parece tan bueno como uno cree”.

“Piense que nosotros, ahora -continuó el dirigente-, sobre todo, en la parte frutícola, en estos meses es cuando se empiezan a hacer todas las compras para mantener los huertos. Entonces, estamos comprando con un dólar a $850, y veinte días atrás estaba a $820-$825, pero ese dólar fuerte a lo mejor no se va a ver reflejado cuando estemos vendiendo nuestros arándanos, nuestras cerezas, es decir, estamos comprando con un dólar caro, pero no sabemos a qué dólar vamos a vender, entonces, es mejor tener un dólar equilibrado, 750-800 pesos, que es un dólar competitivo”.

No obstante, González reveló sus aprensiones por el escenario externo: “El problema es que, si no nos acompañan los datos chinos, nos podemos encaminar a un dólar a $900 y quizás lleguemos a mil pesos, porque China está con deflación, que también nos puede traer problemas al momento de exportar. Yo estoy preocupado, porque con una deflación hay exceso de oferta, poca plata y los precios se van al suelo”.

Consultado por el impacto del alza del dólar en los precios de los alimentos, el timonel regional de los agricultores apuntó a la carne. “Creo que se notará en la carne, de hecho, ya se está viendo, ya que más del 70% de la carne de vacuno viene de afuera, de los países del Mercosur, por lo que, a lo mejor, vamos a tener un asado más caro”.

También planteó que se podrían observar leves aumentos en el pan, donde son factores el valor de la harina, de la energía, del transporte. “Puede tener unos leves aumentos, pero no creo tampoco que sea tan considerable. Ahora, si se nos sigue disparando el dólar, como nos pasó el año pasado, un dólar a mil pesos, se puede complicar”.

Inflación y crecimiento

Consultada por la eventual incidencia del alza del dólar en el IPC de julio, que arrojó una variación de 0,4%, cifra sobre las expectativas del mercado, Daniela Catalán sostuvo que “es cierto que el valor del tipo de cambio tiene un impacto significativo en la economía, pero también es esencial tener en cuenta otros factores que pueden influir en la situación económica. Un ejemplo de esto es el impacto de los shocks internos, como las inundaciones, que pueden elevar los precios de varios bienes de la canasta básica debido a la reducción en la oferta y los daños a la infraestructura”.

“Además -complementó la académica USS-, la falta de empleo y los ingresos limitados juegan un papel fundamental en la dinámica económica. Cuando existe una disminución en la creación de empleo o los ingresos disponibles son bajos, esto puede afectar negativamente el consumo y la demanda de bienes y servicios. La reducción en el poder adquisitivo de la población puede tener un impacto en la economía en general, ya que puede afectar la producción, el comercio y la inversión”.

En ese sentido, tanto Catalán como Herrera reconocieron que no se ve tan sencillo el cumplimento de la meta de inflación.

“Una reducción en la Tasa de Política Monetaria, diseñada para estimular tanto la inversión como el consumo de bienes duraderos, puede tener un impacto positivo en la economía. Sin embargo, es esencial reconocer que, en un entorno internacional caracterizado por condiciones económicas desafiantes, es posible que enfrentemos obstáculos para alcanzar la meta inflacionaria establecida por el Banco Central”, expresó Daniela Catalán.

“La economía es intrínsecamente dinámica y está sujeta a cambios constantes. Por lo tanto, es crucial mantener una actitud de preparación y adaptación a medida que evolucionan las circunstancias. Las condiciones económicas y los factores externos pueden influir en el camino hacia la meta inflacionaria, y es imperativo mantenerse alerta y receptivo a estos cambios”, concluyó la académica de la USS.

Del mismo modo, Roberto Herrera puntualizó que, “si se espera que este comportamiento del tipo de cambio se mantenga, ejercerá presión sobre los precios y quizás poniendo en riesgo la meta de inflación del Banco Central, pero, por otra parte, la disminución de la tasa de interés local busca fomentar el gasto y la inversión, lo que puede ayudar a reactivar la economía en momentos de desaceleración o recesión. Por lo que se presentará nuevamente el desafío entre lograr el objetivo de inflación y decidir nuevas disminuciones de tasas de interés que podrían conllevar un alza del dólar, pero buscando mayor crecimiento económico”.

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