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Actualización del PPDA considera también a la zona del valle central de Ñuble

El 25 de marzo de 2013 y bajo el mandato del exPresidente Sebastián Piñera, se decretó a la intercomuna de Chillán y Chillán Viejo como zona saturada por material particulado respirable (MP10) y material particulado fino (MP 2.5). Fue el punto más crítico de la mala calidad del aire, luego de años en donde prácticamente era normal ver a la ciudad cargada de humo y en la que no se podía respirar con normalidad.

El invierno chillanejo en antaño significaba dos cosas: intensas lluvias, junto con heladas que bordeaban los 0 grados; y ver, en casi todas las viviendas, chimeneas emitiendo cantidades importantes de humo a causa de la combustión de leña, todos los días, a toda hora. Era el sistema de calefacción número uno que estaba presente en las casas.

Fue en ese entonces que, mediante el llamado decreto 36 emitido por el Ministerio de Medio Ambiente y diferentes autoridades competentes en verificar el estado del aire y velar por la salud de las personas, como el Código Sanitario del Ministerio de Salud, se promulgó lo que sería el anticipo a la creación, tres años después, del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA) para Chillán y Chillán Viejo.

Este plan trajo consigo distintas medidas de prevención, fiscalización y coordinación entre distintas instituciones, principalmente con la Seremi de Medio Ambiente, Seremi de Salud y la Superintendencia de Medio Ambiente de Ñuble, quienes desde 2018 trabajan por mejorar la calidad del aire, cuantificando dicho propósito en la disminución de los episodios críticos que se presentan durante el año.

Los episodios críticos son los días en donde se presentan mayores concentraciones de material particulado fino, o MP 2.5, el cual se mide en cantidades de microgramos por metro cúbico (µg/m3). Un día normal no debe superar los 50 µg/m3 y los episodios críticos se miden en alerta, pre-emergencia y emergencia ambiental. Estos tres niveles fluctúan entre los 80 µg/m3 y 170 µg/m3, lo que indica que el aire está más cargado con esta sustancia.

Una exposición prolongada a este material puede significar alteraciones a la salud importantes, que afectan directamente a los pulmones y pueden provocar desde tos, hasta asma. Es por eso, entre otras causas, que las consultas por enfermedades respiratorias aumentan durante este periodo, el cual comprende desde abril hasta septiembre.

Precisamente ayer sábado 30 de septiembre, terminó el llamado Periodo de Gestión de Episodios Críticos (GEC) 2023, el cual está inmerso en las medidas del plan instaurado en 2016. El GEC empezó a regir dos años más tarde, en 2018, para poder enfrentar y gestionar de una manera más coordinada y preventiva, los meses en donde se registra la mayor cantidad de episodios críticos.

El GEC 2023 empezó el 1 de abril bajo la sombra de las cifras del año anterior. Esto es porque el periodo 2022 solo tuvo 38 días con episodios críticos, el número más bajo desde que comenzó a regir. Para este año se esperaba una disminución debido al aumento de fiscalizaciones y mayores coordinaciones que permitieron a las entidades sanitarias disponer de más herramientas, pero los números dieron cuenta que se registraron 10 episodios más, aumentando en un 26,32% la cantidad respecto a 2022.

Cifra que si bien se incrementó, da cuenta del positivo trabajo que han hecho las instituciones a cargo del GEC, puesto que desde el 2018 a la fecha, la disminución general del número total de episodios fue del 58%, pasando de 76, a los mencionados 48.

Este año 2023 asoma en el puesto número cuatro en donde más se han registrado estos episodios. En el primer lugar se encuentra el año 2018, con los 76; le sigue el 2019, con 57; 2021 con 50; 2023 con 48; 2020 con 45; y el 2022 con 38.

Las cifras las divulgó el Ministerio de Medio Ambiente de Ñuble en base a los registros históricos en la estación de medición Purén, ubicada en la población del mismo nombre, en la ciudad de Chillán. Dicha estación envía datos en tiempo real de las concentraciones de material particulado fino, lo que finalmente da paso a que se decreten los niveles de alerta en el GEC.

A pesar de que este año solo hubo tres días de emergencia, en comparación a 2022 donde hubo cinco, las autoridades están trabajando en poder reformular el plan de descontaminación en general, ya que, según indican, este fue promulgado cuando Ñuble era provincia y seguía dependiendo de Biobío. Esto le daría una mayor pertinencia regional y poder mejorar aun más la calidad del aire.

El plan hasta el momento ha funcionado de manera positiva, mediante el reforzamiento de la educación y difusión ambiental, mejoramiento de la eficiencia térmica de las viviendas, uso y mejoramiento de calidad de la leña y el recambio de calefactores, medida que durante los últimos años a renovado más de 8.800 fuentes de calefacción a leña por otras libres de contaminación y más amigables con el medio ambiente.

La iniciativa

Desde el año 2022 que se viene hablando y coordinando una actualización al plan, bajo distintas etapas y que incluye también la participación ciudadana.

En noviembre se concretó un documento respecto al balance de emisiones, enfocadas en qué comunas y sectores proviene esta contaminación, el cual se desarrolló de manera conjunta con varios municipios para la elaboración de artículos, temáticas y actualizaciones al plan actual.

Es por eso que próximamente comenzará la etapa de coordinación, que tomará más de un año, para luego pasar a la participación ciudadana y comenzar a gestar esta actualización.

El seremi de Medio Ambiente de Ñuble, Mario Rivas, sostuvo que es importante poder actualizar el plan y ampliar a otras zonas el polígono de restricción que actualmente solo considera a la intercomuna.

“El PPDA actual que rige a la comuna de Chillán y Chillán Viejo viene de cuando éramos Región del Biobío, por lo tanto, no solo está desactualizado desde el punto de vista territorial, sino también temporal. Se considera un proceso de actualización para la intercomuna, pero también una ampliación a la macro zona del valle central. Por lo tanto, se van a tomar decisiones, por ejemplo, de los polígonos de fiscalización, en conjunto con los municipios, va a haber participación ciudadana y en conjunto la idea es poder definir las medidas asociadas a esta prevención y descontaminación atmosférica, en estas 11 comunas que no tienen hoy en día un PPDA”.

El seremi añadió además que “en noviembre hubo la elaboración de un documento bastante contundente respecto a la emisión, de dónde provienen, de qué sectores, de qué comunas. De alguna forma ya hay una base, sobre eso entonces se van a hacer reuniones de coordinación que va tomar sobre un año, para finalmente tener el anteproyecto, que se va a una participación ciudadana”.

El delegado presidencial de Ñuble, Gabriel Pradenas, también explicó y detalló acerca de esta futura actualización, la cual también incluirá a los sectores agrícolas, ya que el uso del fuego también provoca contaminación y empeoramiento de la calidad del aire.

El delegado sostuvo que “esto debe estar muy bien normado y ajustado a la realidad de Ñuble. Ahí tenemos un compromiso con todo lo que es el valle central de la Región de Ñuble y en ese sentido nosotros tenemos una preocupación. Además, para tener una externalidad, que mientras mejor sea la calidad del aire que tengamos, más propicia un ambiente en donde podamos fomentar el turismo y otros elementos que están relacionados con ello”.

La autoridad regional también explicó que será una labor bastante “importante” el coordinar los trabajos directamente con la propia delegación presidencial. “Estamos incrementando a cinco comunas la medición de distintos elementos que se hacen en materias de calidad del aire. El seremi tiene una tarea bastante importante en virtud de poder coordinar una mesa en conjunto con la delegación y el resto de los equipos para ir monitoreando y evaluando la distinta gestión de episodios críticos en virtud de la contaminación del aire. Esa coordinación es muy significativa, porque tenemos que llevarla adelante con los colegios, con las comunidades educativas, municipios y además sabemos que tenemos una multiplicidad de proyectos inmobiliarios, las viviendas en particular. Nosotros hemos hecho un esfuerzo con la seremi de salud bastante significativo de aumentar casi un tercio el numero de fiscalizaciones, en comparación al año pasado”.

Recambio de calefactores

El éxito de la disminución de episodios críticos desde 2018 a la fecha también radica en el recambio de la calefacción a leña presente en las viviendas de los chillanejos. El PPDA contempla para 2024 el recambio de 20.000 calefactores por aires acondicionados, estufas a pellet, kerosene o gas, mediante un copago que pueden realizar los habitantes que están dentro del polígono de restricción.

A la fecha el porcentaje de recambio solo alcanza un 44%, por lo que las autoridades también reiteraron el llamado a poder postular al programa y recambiar su calefacción a leña.

El último llamado se hizo hace solo días, proceso que estará abierto hasta el próximo 10 de octubre, específicamente para la línea kerosene, disponiendo de 124 equipos Toyotomi de Tiro Forzado de 3 kW. Estos son equipos empotrados con una salida de gases al exterior que reducen a prácticamente a cero el olor a kerosene al interior de la vivienda.

El seremi Rivas reiteró el llamado y sostuvo que “durante los últimos años se ha acentuado la entrega de calefactores gracias al financiamiento del Gobierno Regional (GORE). Llevamos más de 8.780 equipos recambiados, hemos sacado de circulación estufas que emitían una gran cantidad de material particulado de humo, que afectaba la calidad de vida de las personas y se han reemplazado por una calefacción más sustentable. Tenemos abierto en este momento un llamado de la línea kerosene, donde las familias de la intercomuna de Chillán y Chillán Viejo pueden postular, con el copago más bajo, de $60.000”.

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