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A corto, mediano, largo e inciertos plazos las calles de Chillán seguirán rotas

El pasado jueves, parte de la jefatura de la Dirección de Obras Municipales se reunió con el personal del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, quienes están a cargo de reparar las veredas del costado norte del centro de Chillán para conocer las razones por las que aún no han concluido las obras, pese a haber superado las fechas planteadas como término.

La respuesta que recibieron, según se explicó en la DOM, fue que se han atrasado por roturas de ductos de Intergas o Essbio.

Y en Essbio les explicaron a su vez al personal de la DOM que la cantidad de matrices rotas ha sido tal que ya no dan abasto para seguir fiscalizando o supervisando las obras.

Hechas las consultas por nuestro medio, desde Essbio se informó que efectivamente han registrado una gran cantidad de roturas provocadas por empresas ajenas a la gestión de la compañía.

Y esto, “evidentemente afecta la continuidad del servicio para las personas. Por esto se han establecido instancias de coordinación que han permitido mejorar las intervenciones y disminuir de manera importante los eventos en la vía pública, y por ende, los impactos en la calidad de servicio”, explicaron.

Sin embargo, esas mallas plásticas naranjas en las calles, las barreras de contención, los obreros y las máquinas trabajando sobre concreto roto son una postal que, tristemente, se repite en todas las coordenadas del Chillán urbano, lo que ya ha ido generando un término de paciencia por parte de conductores, peatones y vecinos de los sectores intervenidos, lo que se traduce en numerosas quejas que llegan a la Municipalidad, entidad que no necesariamente es la responsable de esos inconvenientes.

Al menos, las más evidentes son las que persisten en la calle Bulnes con Isabel Riquelme; en calle Independencia entre Itata y Gamero; en la avenida Vicente Méndez debido a las aún inconclusas obras de mitigación generadas por la empresa dueña del Outlet Vivo; las que existen a lo largo del proyecto de Diagonal Las Termas; las obras del Ducto Huape, en calle Sepúlveda Bustos; además de los trabajos que se realizan en la esquina de 18 de Septiembre con avenida Libertad correspondientes a las obras de las dos torres que comprenden el proyecto Paseo Los Héroes.

El tema fue tratado en la última reunión del Concejo Municipal, en especial con las intervenciones de los ediles Marina Crisóstomo, Ricardo Valdebenito y Rodrigo Ramírez, quien advirtió que no siempre se puede estar pidiendo que la gente tenga paciencia.

“La paciencia ya tiende a agotarse y empiezan las molestias, especialmente porque también tienen poca información respecto a lo que está pasando y ellos lo único que ven es que hay varios focos de intervenciones simultáneamente y no les queda más que pensar que acá lo que hay es sólo mala planificación e ineficiencia, o incluso cosas peores”, sostuvo.

Añadió que ya no son pocas las ocasiones en que el municipio ha debido enfrentar demandas por lesiones o daños, producto de caídas sufridas por peatones o golpes en los vehículos.

Propuso, por lo tanto, en adelante ser más estrictos en cuanto a las exigencias de cumplimientos de plazos que se les imponen a las obras, “porque hoy para una empresa grande es marginal tener que pagar multas por atrasos, ellos saben que se van a atrasar y tienen contemplado un ítem de pago de multas como algo normal y eso es lo que, de alguna forma, tenemos que ir haciendo para que no les resulte tan fácil atrasarse”.

Ramírez remarcó que hoy está interrumpida Libertad con 18 de Septiembre, una de las calles principales en materia de locomoción colectiva; arterias de alto tráfico como Vicente Méndez o Diagonal Las Termas, “ a eso hay que sumarle muchas otras calles y veredas cortadas por diversas partes del centro de Chillán y pensar que todo lo anterior es en forma simultánea. Y eso no nos puede volver a ocurrir, eso es hacerle daño a la comunidad”.

Cercano a esta posición, el concejal Ricardo Valdebenito también propuso en la pasada reunión de Concejo, que “tal vez una de las opciones sería comenzar a limitar los permisos de edificación, al menos, hasta que se despejen un poco más las calles”.

Sin embargo, desde la DOM aclaran que el Concejo ni la misma dirección de Obras y ni siquiera el alcalde tienen las facultades legales para impedir que una empresa realice una obra si toda la intervención propuesta se apega a la Ley de Urbanismo y Construcción.

“Nosotros tenemos que cumplir las normas, porque por más que alguien quisiera intervenir las decisiones que se tomen en la dirección de Obras con la impronta municipal de la administración actual, el director de Obras es el único funcionario municipal que cuenta con autonomía para tomar decisiones, conforme lo establece la Ley Orgánica de Municipalidades”, planteó el alcalde Camilo Benavente, quien de esta manera desliza al menos responsabilidades en el deber de fiscalizar con mayor acuciosidad a la Dirección de Obras.

Insistió, entonces en que el cómo se construye, dónde se construye, quién lo autoriza, todo lo concerniente con los ductos, la cantidad de metros cuadrados y otras determinaciones dependen de manera exclusiva del director de Obras y sus decisiones se basan en la Ley de Urbanismo y Construcción, documento que supera las mil páginas de normas y leyes a aplicar.

“Uno entiende que lo que hoy está sucediendo en las calles pasa porque sí lo admite la Ley de Urbanismo y Construcción, y si todo está en regla aunque sea algo que moleste o incomode a parte de nuestra comuna, no podemos legalmente hacer nada”, agregó.

Finalmente, el jefe comunal advirtió que, incluso de impedirlo, los tribunales fallarían en favor de las constructoras.

“Yo no puedo impedir, por ejemplo, que se haga un edificio sin límite de altura en Isabel Riquelme a la altura de cualquiera de sus esquinas. Si la constructora presenta un proyecto que cumple con lo que exige la ley, nosotros no podemos negarnos, porque nos pueden demandar y al contar con el amparo de la ley cualquier tribunal estará obligado a fallar a favor de ellos”.

Unas terminan y otras empiezan

Algunas de estas intervenciones ya confirmaron un fin de faenas dentro de estos primeros tres meses del 2023.

En el caso de las obras de mitigación que se ejecutan en la avenida Vicente Méndez, frente al nuevo Outlet Vivo Chillán.

José Miguel Echeverry, gerente de la empresa, explicó a nuestro medio que “lo que se está haciendo son sumideros de aguas lluvia, ya se está tramitando el primer tramo y en los próximos quince días quedarán ejecutados los sumideros del tramo dos. Esto fue a solicitud del Serviu, quienes primero nos pidieron que realizáramos un colector general como matriz, pero no existía ninguno en el lugar, entonces tuvimos que cambiar a drenes, que es la que estamos implementando ahora. Yo estimo que entre el 10 y el 15 de enero deberíamos estar terminando”.

Aclaró, además, que estas solicitudes del Serviu se realizaron después de la fecha de recepción de obras por parte de la Municipalidad.

Para marzo, por otra parte, fue la fecha en que el director de Obras Hidráulicas de la Seremi de Obras Públicas de Ñuble, Gustavo Huerta, fijó como fecha de término de otro proyecto “eterno”, como es el Ducto a Huape, que forma parte del Plan Mastro de Aguas Lluvia Chillán-Chillán Viejo.

Menos cierto es el trabajo de las veredas del costado norte del centro de Chillán, el llamado Proyecto Ciudad Inclusiva y que ha visto incluso la quiebra de la primera empresa que comenzó con los trabajos antes de que se decretara Estado de Excepción, por la crisis sanitaria del Coronavirus. Las calles ya entrarán a su tercer año rotas.

Raquel Hernández, presidente de la junta de vecinos Sargento Aldea, barrio Francisco, dice que “esto es ya muy molesto, es el mayor reclamo de quienes llevan años viviendo con esto, acá, sobre el tema de las calles, que vemos que las rompen una y otra vez, tampoco se ha tomado en cuenta la cantidad de árboles que están cortando. Así que, por lo menos que cuando terminen podamos decir que al menos valió la pena”.

En la DOM aclaran que aun no les han dado una fecha de finalización para estas obras, pero que “muchas veces es porque se rompen ductos de Intergas o de Essbío”.

La megaobra de la ampliación de Diagonal Las Termas ya lleva cerca de 35% de avance en el tramo del sector oriente, mientras que recién la semana pasada se comenzó con el proceso de demolición de las últimas casas expropiadas.

Felipe Ahumada

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