Ambas remacharon en Chillán y tras egresar, siguen prolongando su pasión en la máxima categoría del vóleibol chileno como verdaderas embajadoras de Ñuble.
Nicole Piña (30) y Martina Mora (17), son las dos chillanejas que actualmente se abren paso en la competitiva Liga A 1 de Chile.
Nicole Piña (30) ejerce como enfermera en Santiago, tras egresar de la Universidad del Bío-Bío, Campus Chillán y heredó el amor por el deporte de su padre, que en su juventud fue voleibolista y se tituló de profesor de educación física.
Cuando era niña fue una destacada ajedrecista, pero derivó al vóleibol cuando ingresó a la universidad y conoció al técnico Jorge Roa, quien le inculcó la pasión por los remaches y bloqueos.
“Es algo que me apasiona y encanta, me hubiese dedicado al vóleibol de manera profesional. En la ‘U’ conocí al profe Jorge Roa y comenzamos a jugar en la Liga A 3, pero siempre tuve la mira en la Liga A 1, era mi sueño, jugar esos partidos a ese nivel”, cuenta.
Cuando egresó empezó a trabajar, pero nunca dejó el vóleibol. Se trasladó a Santiago y en plena pandemia y tras jugar en varios clubes capitalinos, aceptó la invitación para sumarse al ambicioso proyecto del Club Deportivo Colo Colo.
“El que más me representaba por sus valores y gente era Colo Colo. Por eso cuando empezó a moverse el balón con todas las medidas de seguridad y aforo, me sumé al Team Colo Colo. Y desde junio plantearon un gran proyecto deportivo, convocaron a muchas jugadoras, ex seleccionadas, jugadoras universitarias, y un gran cuerpo técnico, porque quieren profesionalizar el vóleibol a largo plazo”, cuenta.
“Estoy demasiada orgullosa y honrada. Partimos con el pie derecho. Ganamos la Liga 2 y conseguimos el cupo en la Liga 1 que estamos jugando ahora y hemos ganado todos nuestros partidos. Muy feliz, cumpliendo otro sueño porque nuestra meta es ganarla”, explica.
Nicole agradece la garra que le traspasó su familia y Jorge Roa y que ahora la complementa con el desarrollo técnico-táctico-físico que está adquiriendo en Colo Colo.
“Mi adaptación ha sido fácil, en lo humano, pero en lo técnico ha sido difícil por mis turnos. Acá se entrena cuatro veces por semana, tres veces físico, dos sesiones con el kinesiólogo más las sesiones con el sicólogo que tenemos, pero por mi sistema de turnos es complejo, pero gracias a mis colegas he podido ir cumpliendo esta meta”, confiesa la central de Colo Colo.
“Esto no acaba aquí, si no ganamos la Liga 1, esto sigue porque es un proyecto a largo plazo. Pero feliz y gratificante estar en Colo Colo, hacer lo que me apasiona en el mejor nivel. Cuesta, pero es gratificante cuando se dan las oportunidades”, sentencia orgullosa Nicole, quien espera levantar otra copa con el Cacique.
Promesa de la UdeC
Martina Mora confiesa que jugar la Liga A 1 para ella ha sido una experiencia llena de aprendizaje. Con 17 años es una de las promesas del elenco de la Universidad de Concepción.
“Si bien no soy titular, estar ya en algunas fechas se siente muy bien. Llegué al club porque el año 2019 una amiga me dijo que podía ir a probarme y se dieron muy bien las cosas”, cuenta la talentosa central del campanil.
“Desde que entré al club he jugado el Iname y otras cosas. Mi objetivo en el vóleibol es poder seguir jugando y ojalá nunca dejarlo. Yo creo que el profesor Jorge Roa ha sido un gran impulso porque siempre se está moviendo para buscar entrenamientos. En la pandemia gracias a él logré entrenar ya que me facilitó materiales y siempre ha estado para apoyarme.
Al cierre de esta edición, ambas enfrentaban dos nuevas fechas de la Liga A 1, en la que Colo Colo discute el liderato de la competencia y la Universidad de Concepción marchaba en el quinto lugar de la tabla de posiciones.
El técnico que las formó en la UBB Chillán, Jorge Roa, quien ahora es director de la Asociación local de vóleibol y director de la Federación, destila orgullo por sus ex pupilas.
“Es un orgullo ver a estas dos chicas de Chillán jugando en la máxima categoría del vóleibol nacional. Nicole juega en Colo Colo y ya fue campeona de la Liga Nacional A 2 de Chile y ahora van punteras y Martina con 17 años ya juega en la Liga por la U. de Concepción. No es fácil, pero con la perseverancia que tienen llegaron lejos y seguirán creciendo”, sentencia feliz.
