El que el consultorio de salud de Rucapequén esté en cuarentena, o que algunos dueños de pequeños locales de abarrotes no se hayan alcanzado a abastecer, son parte de las observaciones hechas por algunos de los vecinos de localidades cercanas a Chillán o Chillán Viejo, que quedaron excluidos del cordón sanitario decretado en Ñuble.
Unánimemente aplauden la medida, pero dicen que “dieron muy poco plazo, la tiraron de un día para otro y nosotros dependemos de negocios pequeños para no tener que ir tan lejos a comprar”, apunta Adolfo Sagredo vecino y exdirigente vecinal del sector Malloa.
Otros, como Cesar Mass, vecino del sector Las Tagüitas, en el km. 8 camino a Coihueco, observa que “el ministro Mañalich dio dos días de plazo a los que se fueron a hacer ‘cuarenturismo’ a sus cabañas, para volver a sus casas, pero el cordón se pone antes, o sea no pueden volverse. Creo que la medida estaba bien, pero la tomaron obviando demasiadas cosas”.
Gabriel Martínez, vecino de Rucapequén, plantea que “se revise el límite del cordón porque nosotros somos de Chillán Viejo y no podemos ir a esa ciudad. Eso es importante revisar, sobre todo ahora que el consultorio quedó en cuarentena”.
Sugiere, además, permitir que algunos funcionarios municipales puedan concurrir a sectores rurales, en especial donde hay gran cantidad de adultos mayores, es otra de las solicitudes.
En tanto Jesús Muñoz, del sector Santa Raquel (Cato), dice que “es de esperar que no se extienda por tanto, porque no todos están abastecidos para mucho tiempo. Por último que liberen accesos por turnos para que no haya tanto problema”.
