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Uribe: “El nuevo proceso Constitucional está capturado por la clase política”

No todo son optimistas respecto del nuevo proceso Constituyente que ya fue aprobado por el parlamento.

La casi nula participación ciudadana, críticas hacia el sistema electoral escogido para elegir a los consejeros Constitucionales, y el hecho que el congreso designe a 24 personas para integrar una Comisión Experta y a 14 para un Comité Técnico de Admisibilidad, que tendrán injerencia durante el proceso; han hecho que incluso se presenten recursos ante organismos internacionales.

Es más, la Comisión Chilena de Derechos Humanos realizó una denuncia ante el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en contra del denominado ‘Acuerdo por Chile’ suscrito por el parlamento, y aprobado por éste, para iniciar un segundo proceso constituyente.

La denuncia apunta a que vulnera los tratados internacionales firmados por el país sobre derechos fundamentales, al permitir que 24 personas no elegidas por votación popular redacten el borrador del proyecto Constitucional.

A nivel local, quien tiene una mirada similar es el exconvencional Constituyente y dirigente de Ñuble Libre, César Uribe, quien es crítico respecto de lo limitado del actual proceso, de su casi nula participación y del rol ‘controlador’ otorgado al congreso, en desmedro de la ciudadanía.

“Mi opinión no solo me representa a mí , sino también a muchos dirigentes sociales e independientes que están por fuera de este acuerdo. Hemos conversado al respecto dentro de la Asamblea Constituyente, y también con otros independientes que tienen un rol social en la región, y a nosotros nos preocupa este proceso. Si bien consideramos en términos basales que es necesario cambiar la actual Constitución, pues muchos de los problemas existentes tienen un fondo Constitucional, como la comercialización de los derechos sociales y el lucro por parte de las empresas, situación esta última que está por sobre los derechos de las personas; el problema de fondo es que vemos una falta de participación y de democracia en el actual proceso”, advirtió.

“Tiene una serie de amarres”

– ¿Se trata, a su juicio, de un proceso capturado por las élites políticas?

– Sin duda el nuevo proceso está capturado por la clase política, de- finido a través de sus doce bordes, a través del Consejo de Expertos y el Consejo Técnico de Admisibilidad. Tiene una serie de amarres que van a impedir generar una discusión abierta y de cara a la ciudadanía. Eso es lo más grave que vemos, porque siento que uno de los principales problemas que tuvo el proceso anterior del cual fui parte, fue la escasa posibilidad de generar un proceso de discusión más profundo con la gente. No hubo básicamente un involucramiento de la población en la discusión Constitucional, sino que fue mera espectadora, pese a que se abrieron herramientas de participación.

Pese a ello, los plazos, los tiempos y la cantidad de temáticas hicieron casi imposible generar un proceso mucho más participativo, que es lo que se requiere, y que el proceso que está comenzando tampoco tiene, a excepción del plebiscito de salida,

que será la forma de participación. La idea no es esa, la idea es que las personas se vean involucradas durante la discusión misma, y que al plebiscito se llegue con una propuesta validada. En este caso no va a ocurrir, como no ocurrió en el proceso anterior, cuando tampoco hubo un proceso informativo real de lo que se estaba votando.

– ¿No tiene entonces muchas expectativas respecto de este segundo proceso?

– Hartas voces piensan que este proceso no significará un cambio importante, sino que permitirá mantener quizás por veinte o treinta años más el actual modelo. Personalmente, veo que todo tiende hacia allá, no obstante tengo la esperanza que haya algún cambio. Es difícil, eso sí, visualizarlo bajo estos amarres del nuevo proceso.

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