Han estado en Bulnes, Chillán Viejo, San Nicolás, Cobquecura; han compartido con adultos mayores, público infantil, juvenil, con artistas autodidactas, y gente que no sabía nada del grabado. Se propusieron generar convocatorias localizadas, siendo apoyados por instituciones que acogieron este proyecto que es financiado por Fondart Regional, y cuyo fin es escudriñar en los territorios, buscando talentos visuales, así como observar reflexivamente el paisaje cotidiano de las personas que toman estos talleres.
Uno de ellos se realiza en el Liceo Polivalente Juvenal Hernández Jaque de El Carmen, hasta donde llegaron Christian y Gonzalo. Mientras uno gestiona y produce este taller, el grabador elige sus herramientas, tintas y diseña la metodología que ocupará.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Las alianzas estratégicas son fundamentales para que este y otros proyectos culturales de formación puedan llegar a buen puerto; María José Arias, docente de Artes del establecimiento Carmelino reflexiona: “nuestros directivos apuestan y disponen los espacios y recursos para que los estudiantes se desarrollen y nutran sus habilidades, actitudes y conocimientos desde la praxis a la teoría; experimentar para descubrir fortalezas y debilidades; validar el conocimiento en la colectividad y asumiendo el error como parte del proceso en aprender”, puntualiza sobre este proceso de aprendizaje que puede surgir de una experiencia formativa-creativa no común.
Sobre los cambios que ha sufrido el taller en cuanto a la transferencia de conocimientos en estos casi dos años de desarrollo, Christian Rodríguez explica: “nos dimos cuenta que las posibilidades de exploración y creación eran mayores a las previstas, es decir el curso presenta un kit básico de cuatro técnicas; creíamos que por el tiempo acotado los participantes optarían por profundizar en una, y la verdad es que no era así, ellos podían desarrollar todas las experiencias si se lo proponían”.
En este sentido Gonzalo Erices complementa que se han dado casos en que los participantes continúan elaborando sus trabajos en sus hogares; “a la siguiente sesión nos encontramos con que sus matrices han sido muy desarrolladas, ya sea en xilografía, punta seca, Huecograbado y colografía”, que son las técnicas a las que Rodríguez hace mención.
Sobre la forma en que se ha dado la participación de las personas según territorio y rangos etarios, el gestor cultural comenta que no hay un perfil de público que se haya destacado más que otro, “de manera transversal en todos los espacios, estos cursos son abiertos a la comunidad, por lo que participan personas adultas jóvenes 20 a 45 años, cuando hemos desarrollado el taller en contextos educacionales, participan exclusivamente jóvenes de 14 a 18 años”.
Al ser consultados sobre la percepción que tienen los participantes del taller según edad o territorio argumentan: “Lo transversal de los participantes, ya sea rango etario y también en los espacios geográficos, nos ha dado un punto de vista sobre sus necesidades de expresar su creatividad en relación a los espacios en los que habitan, así también, en los más jóvenes, solo se perciben variaciones temáticas en los ejes visuales por localidades, por ejemplo en Cobquecura la tendencia es problemática medioambiental, lo oceánico, lo botánico. En Bulnes se desarrolla la arquitectura y lo anecdótico; en San Nicolás es el repertorio infantil, tales como personajes de cómics, manga, etc. En general con los públicos escolares se observa en sus procesos creativos, se inspiran en lo que ven en redes sociales y plataformas como youtube”.
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