El diputado Jorge Sabag, junto a los alcaldes de Pinto (Manuel Guzmán), de Coihueco (Russel Cabrera (s)) y de El Carmen (José San Martín) se reunieron en horas de la tarde del reciente miércoles con el ministro de Justicia, Hernán Larraín, para revisar las opciones legales de destrabar el proceso de nombramiento de notarios para esas respectivas comunas. Finalizada la cita, los representantes ñublensinos dijeron haber “salido optimistas y muy contentos”.
Esto, porque según el diputado Sabag se logró, tras años de espera, conseguir a dos postulantes que cumplieran con el requisito de ser titulares de notarías con asiento de Corte, y de esa manera dar cumplimiento a lo que exigía la ley.
Precisamente, la redacción de esa ley, era lo que hasta la fecha hacía estéril la creación de tales notarías. “Lo que pasa es que en 2017, cuando en el Gobierno de Michelle Bachelet se dictaron las leyes que creaban estas notarías en Ñuble, por un error en la redacción del artículo, se las catalogó como notarías de primera categoría, que son aquellas que quedan en ciudades donde hay cortes de apelaciones, como Chillán, Concepción o Temuco, y evidentemente para ningún notario de esas ciudades les resultaba económicamente atractivo irse a abrir una en una comuna rural de menos de 10 o 15 mil personas”, explicó el parlamentario.
Sin embargo, en la reunión se les explicó que “las ternas para Pinto y Coihueco están virtualmente confeccionadas y, según entiendo, ya fueron enviadas a la Corte de Apelaciones de Chillán para que se elija a los nuevos notarios”, explicó.
Dado que aún las listas y sus nombres siguen en carácter de confidencial, no es posible conocer a quiénes han postulado, pero fuentes ligadas al proceso explican que si hubo postulantes de notarías con asiento de Corte (se exige uno por lista), fue sólo gracias a un trabajo de relaciones públicas para destrabar el nombramiento, por lo que, evidentemente, ellos no serán escogidos.
De esta manera, “estamos confiados de que el proceso se lleve a cabo de manera normal, ojalá no haya candidatos que merezcan ser impugnados por los ministros de nuestra corte para que de esa manera, si todo sale bien, podamos tener a estos nuevos notarios ya trabajando dentro de uno o dos meses en Pinto y Coihueco”, comentó Sabag.
En el caso de El Carmen, en cambio, la situación es diferente a las de Pinto y Coihueco, ya que ellos no cuentan con un decreto presidencial que les permita contar con una notaría. Sin embargo en el caso de ellos, como en el resto de las comunas rurales del país que no tienen este tipo de servicio, la necesidad pretende ser satisfecha con la creación del Fedatario o de un notario con facultades de ministro de Fe, pagado por el Estado, opciones que aún se discuten en el Congreso.
Ciudades modernas
El alcalde de Pinto, Manuel Guzmán, valoró la cita con el ministro, en especial porque la comuna está en pleno proceso de creación de su nuevo Plan Regulador Comunal, por lo que habrá cambios significativos en sus límites urbanos.
Si a lo anterior se suma que el turismo ha ido despertando un creciente interés por adquirir predios, cabañas y locales comerciales en la zona, “habrá una gran necesidad de realizar trámites de mucha importancia en nuestra notaría, y eso dejando de lado las numerosas diligencias que a diario la gente de Pinto debe ir a realizar a Chillán, trámites que no pueden demorar porque para nuestros vecinos son altamente necesarios”.
Pero el crecimiento ya advertido, aún para el alcalde Guzmán es de una proyección de grandes proporciones, “porque comunas como las nuestras están creciendo mucho, lo mismo con Coihueco o, ahora, San Fabián que contará con un paso habilitado hacia Argentina, entonces, tenemos que trabajar en ser ciudades que satisfagan necesidades como Salud, tener sucursales bancarias, comercio amplio y, desde luego, notarías, y todo sin perder nuestra identidad de comuna rural costumbrista”.
Fedatarios o ministros de fe
No todas las comunas de Chile son atractivas para los notarios, debido a que al no ser empleados públicos (pese a que son nombrados por el Presidente de la República), sus ingresos dependen exclusivamente de la cantidad de trámites que realicen cada mes.
Fuera de eso, la Ley les exige contar con espacios especiales y la contratación de un mínimo de empleados, que no parece posible en comunas rurales con poca población.
Sin embargo, la intención del Gobierno es entregar una oficina capaz de entregar al menos los servicios más básicos que ofrecen las notarías, mediante la creación de la figura del fedatario.
“La ley lo que busca es que haya una oficina de notario o de fedatario en las 345 comunas del país, para que hagan la pega de lo que sería el trabajo del mesón”, explica el diputado Sabag.
Esta sería, por lo tanto, la solución a la que aspira la comuna de El Carmen y todas las de Ñuble que no cuenten con notarías.
“La esperanza es que esta ley se apruebe antes de que termine este gobierno y de ser así, se comenzaría a implementar una oficina fedataria en cada una de las comunas rurales más pequeñas de nuestra región”, explicó.
De no llegar a buen puerto, la seremi de Justicia, Jacquelinne Guíñez, adelanta que “la opción es otorgarle a algunos notarios la calidad de ministros de Fe, coordinados por el Registro Civil, de manera tal que sean funcionarios pagados por el Estado y de esa manera puedan ejercer en las comunas más pequeñas sin ver perjudicados sus ingresos”.
La seremi, finalmente, citó al ministro Larraín para explicar que ya se le ha vuelto a dar urgencia a la ley “que no se trata de una propuesta superficial y subjetiva, sino que se busca garantizar la calidad y certeza jurídica, y asegurarla como un servicio del Estado, y no como un negocio particular, del cual alguien tiene un monopolio, incorporando además, mayor tecnología”.
