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“Su fallecimiento deja una sensación de impunidad para nuestros representados”

Producto de una insuficiencia respiratoria y una falla multisistémica murió anoche el exobispo de Chillán y exarzobispo de La Serena, Francisco José Cox, quien estaba acusado de cometer abusos sexuales.

En 2018, el Papa Francisco decretó la dimisión de su estado clerical tras la investigación realizada por la Congregación de la Doctrina de la Fe. El Vaticano le encargó el cuidado del exobispo a la comunidad de padres de Schoenstatt , quienes fueron los que comunicaron su deceso, a través de comunicado.

Patricio Moore, vocero del Instituto de los Padres de Schoenstatt, señaló que la salud de Francisco Cox empeoró hace un mes. “Estaba bien hasta hace poco y hace un mes, según el médico, habría tenido un microinfarto cerebral y ahí se fue hacia abajo, fue súper rápido. El médico puso insuficiencia respiratoria y fallo multisistémico”.

Cox fue obispo en Chillán, entre 1975 y 1981, y posteriormente arzobispo de La Serena entre 1990 y 1997. Fue el sacerdote de mayor jerarquía que ha sido acusado por abusos sexuales. Serían al menos cuatro las víctimas en Chile. Incluso una quinta víctima, quien habría sufrido abuso en Alemania, en medio de las investigaciones.

El chillanvejano, Abel Soto,  dio cuenta de los vejámenes que sufrió por parte de la exautoridad eclesiástica cuando era acólito en la Parroquia San Bernardo de Chillán Viejo.

Ante la denuncia de abusos sexuales a niños y jóvenes, él renunció a la actividad pastoral en octubre de 2002 y se radicó en Alemania retornando en febrero de 2019. Una de las víctimas que lo acusó en Chillán fue Abel Soto, quien declinó emitir declaraciones a Radio La Discusión, pero su abogada, Josefina Gutiérrez, manifestó que queda un vacío y una sensación de injusticia, ya que en diciembre de 2019 debía comparecer en una audiencia, donde no se presentó,  justificando, por medio de su defensa, una demencia senil.

“Era una noticia esperable a las últimas acciones procesales no compareció justificando su mal estado de salud. Sin embargo, estos son casos de larga data, por lo tanto, por supuesto que su fallecimiento deja una sensación de impunidad para nuestros representados”, expresó la profesional.

De todas maneras, la representante de las víctimas, sostuvo que la investigación ha dado la razón a los afectados.

“Hemos visto en la mayoría de estos casos de abusos cometidos por miembros de la iglesia, que lamentable en estos casos la demora es mucha, por supuesto que las denuncias son tardías, porque existe una imposibilidad biológica de denunciar y los tiempos que reconocen las legislaciones no se adecuan a eso.  Sin embargo, lo que nos importa en este caso es que queda acreditada una verdad, a lo menos histórica, a través de la investigaciones que están realizando, por lo tanto, tenemos nuestras expectativas puestas en esto”, explicó.

Por su parte, el historiador y experto en iglesia, Marcial Sánchez, lamentó la situación de las víctimas que anhelan que salga a luz la verdad y existan reparaciones.

“Esa sensación de impunidad, de que no hay justicia en Chile, de acuerdo a los casos de abuso sexual cometidos en la iglesia, porque han habido casos emblemáticos que tuvimos que esperar mucho tiempo para que empezaran las investigaciones y la gente tampoco ha podido cumplir con sus sentencias o con la investigación como corresponde como fue el caso del abusador de la catedral en Santiago. Hay una desazón grande en las víctimas, lamentablemente los que sufren, son personas que tiene nombre y apellido, porque no se va lograr que se esclarezca la verdad, no se van a lograr las reparaciones correspondientes”, manifestó.

El experto espera que este tipo de casos no se vuelvan a repetir y que la justicia funcione con mayor rigor y eficiencia.

“En Chile no puede volver a ver este tipo de situaciones, es un personaje amoral, no está dentro de ningún otro código. Un tipo que buscaba niños para que se los llevaran a La Serena y él abusara de ellos, eso no tiene código. Es un tipo que utilizaba su vestimenta de sacerdote para poder hacer suyo los placeres sexuales que él tenía. Por lo tanto, ese tipo de situaciones no pueden volver a suceder. En Chile hay un aparato de justicia y tiene que empezar a funcionar”, recalcó.

“Si el ministro Arias continuara en estos casos, es decir, algo hubiésemos tenido, más avance, porque hoy las condiciones en las que estamos viviendo se llenaron de casos, de todas las reparticiones y por otro lado este tipo de casos quedaron fondeados, es decir, no tenemos más antecedentes de lo que está sucediendo, ni nosotros que nos dedicamos a estos temas, ni de las víctimas que no han sido llamadas nuevamente a comparendos”, añadió el doctor en historia.

Texto: José Ignacio Valenzuela|S. Núñez

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