De la mano del desconfinamiento, se reactivó el proceso de venta del terreno de aproximadamente 1,8 hectáreas en el que se emplaza la medialuna de Chillán, entre las calles Palermo y Pedro Aguirre Cerda.
Según detalló Iván Merino Márquez, presidente de la Sociedad Fiesta del Caballo Chileno, que es propietaria del inmueble, el predio está avaluado en cerca de 5 mil millones de pesos, y su venta fue encomendada a la corredora Punto Chile, la que, según confirmó, maneja una carpeta de más de 20 potenciales interesados, a los que se suma el municipio de Chillán, que también ha mostrado interés en adquirir la propiedad.
Si bien la decisión de enajenar fue tomada en 2019, por acuerdo de los socios, la concreción de la venta ha enfrentado la limitación que significa la zonificación de uso de suelo establecida en el plan regulador comunal, donde solo se permite la edificación de infraestructura de equipamiento educacional y de cultura, pero no está permitida la construcción de viviendas o de locales comerciales. Al respecto, Merino sostuvo que se trata de un aspecto que esperan solucionar muy pronto.
En ese contexto y dada la fuerte presión por el suelo en la ciudad, este terreno podría ser adquirido para fines inmobiliarios, pero también podría destinarse a fines comerciales e incluso, para la instalación de algún centro de enseñanza.
Centro de Tierra y Tradición
El dirigente explicó que los ingresos de la venta permitirán a la Sociedad adquirir un terreno de al menos cinco hectáreas en la zona rural de Chillán, para desarrollar un proyecto integral que denomina Centro de Tierra y Tradición, enfocado en poner en valor la chilenidad, donde se puedan realizar actividades culturales, deportivas y sociales, con infraestructura moderna, como una medialuna techada con capacidad para 7 mil personas “para que se hagan ahí todo tipo de eventos durante todo el año, por lo que será, en definitiva, un regalo para nuestra ciudad”.
“Queremos tener un centro de tierra y tradición donde haya medialuna, pistas para hipódromo, para carruajes, donde haya rienda internacional y todas las manifestaciones del caballo chileno, pero también para que lo ocupen distintas organizaciones deportivas. Queremos brindar espacios para encuentros, para que las agrupaciones tengan sus oficinas, salones de conferencias, un equipamiento que, a modo de referencia, supere al Centro Parque Hurtado de Santiago. Queremos que sea un centro de la chilenidad, con un área de equinoterapia también y una granja educativa pensada en los estudiantes”, describió.
Iván Merino recordó que hace algunos años, el arquitecto Gastón May elaboró un diseño preliminar del centro integral, pero pensado para el terreno actual.
Mudanza forzada
El dirigente explicó que la decisión de vender se tomó considerando el crecimiento urbano de Chillán y las externalidades negativas de la actividad, así como también la presión de grupos ciudadanos que rechazan el rodeo. “Hemos sido blanco de ataques de grupos de animalistas, que han hecho destrozos”, argumentó.
El último rodeo que se realizó en la medialuna se registró en octubre de 2019, aunque en los últimos años, la frecuencia ha ido disminuyendo. De hecho, las actividades sociales eran más recurrentes.
En el lugar, además, tienen sus oficinas la Asociación de Rodeo de Ñuble y la Asociación de Criadores, entre otras agrupaciones.
Merino recordó que “este recinto fue adquirido por nuestros padres, luego de fundar en 1949 la Sociedad Fiesta del Caballo Chileno, con el objetivo de ser un lugar de encuentro para el desarrollo de actividades que mantuvieran vida nuestra identidad”. En ese sentido, comentó que ha albergado acontecimientos importantes, como el tercer Campeonato Nacional de Rodeo, en 1952, así como las principales exposiciones agrícolas y ganaderas del país en aquella época.
