El inglés es el idioma más hablado del planeta, en cualquier parte del mundo se puede encontrar a alguien que hable o se comunique en inglés, y es que aprender un segundo idioma brinda múltiples oportunidades de desarrollo y crecimiento personal, académico y laboral.
Según el informe 2023 de EF English Proficiency Index (EPI), índice que elabora anualmente Education First para evaluar el dominio del inglés en los diferentes países del mundo, Chile ocupa el puesto 52° de 113 países y el 10° en Latinoamérica, con 518 puntos ubicándose por sobre la puntuación media global, que es de 493 puntos.
Con este puntaje Chile se encuentra en el nivel “Medio”, lo que significa que, en general, las personas pueden participar en reuniones (en inglés) de su propia área de experiencia, entender las letras de las canciones y escribir correos profesionales sobre temas conocidos.
El estudio de EF EPI también evalúa como se desarrolla el inglés en las regiones del país. Valparaíso, la Región Metropolitana y Biobío lideran el ránking con un dominio “Alto” del idioma, mientras que Ñuble ocupa el 13° lugar con un nivel “Bajo” con 471 puntos. Con este índice de dominio las personas pueden ser capaces de “moverse por un país de habla inglesa como turista, entablar una conversación informal con amigos y comprender mensajes de correo sencillos de amigos”.
Para el año 2026 el Ministerio de Educación aplicará la prueba Simce de Inglés a cerca de 30 mil estudiantes de 8vo básico. Hace algunos años este examen se realizó a pequeñas muestras de la población midiendo las competencias de Listening (Escucha) y Reading (Redacción), ahora el nuevo test considera agregar Speaking (Hablar) y Writing (Escritura).
El seremi de Educación de Ñuble, César Riquelme detalló que el objetivo de la prueba Simce de Inglés “permitirá tener los datos suficientes como para tomar medidas de ajuste en forma anticipada, porque tenemos todavía los cuatro años de enseñanza media. Por otro lado, entendiendo que efectivamente el inglés es un idioma esencial en lo que son las relaciones internacionales, el desarrollo profesional, el incorporarse a lo que son los circuitos mundiales, no solo como país, sino también cada individuo, por lo tanto, es fundamental evaluar cómo va el proceso del aprendizaje de inglés en nuestro país”.
El profesor afirmó que una de las principales brechas en la enseñanza del idioma en los establecimientos de la región es desarrollar un aprendizaje del idioma que permita a los alumnos desenvolverse y comunicarse. “Que tenga una utilidad efectivamente práctica, porque son varios años de enseñanza del inglés. Hay brechas porque existe una diferencia importante entre los estudiantes en cuanto al entorno en que están inmersos. Entonces, hay estudiantes que están inmersos en un entorno más cercano al idioma inglés y otros estudiantes que no, y, por lo tanto, al estar inmersos en un entorno más cercano, tienen mayores posibilidades de practicarlo y de desarrollarse”, destacó.
Para incentivar a los alumnos aprender el idioma desde temprana edad, el seremi sostuvo que es necesario “en primer lugar, avanzar hacia lo que es una visión integral en cuanto a la enseñanza del inglés, que empiece desde los primeros años, con énfasis en lo práctico y en lo comunicacional. Luego, tenemos que avanzar fuertemente en lo que es la capacitación de los docentes, sobre todo en los aspectos metodológicos, que estén circunscritos efectivamente a lo que es la mirada integral, comunicativa y no gramatical. Por otro lado, también hay que modificar de forma sustancial lo que es el material educativo con el que se trabaja el aprendizaje del idioma”.
Agregó que el Mineduc, en la propuesta de ajuste curricular que está trabajando este año, se considera iniciar las clases obligatorias de inglés a partir de primero básico.
Establecimientos municipales
Desde la Dirección de Educación Municipal (DAEM) de Chillán afirmaron que la implementación del Simce de Inglés permitirá medir el nivel del idioma y así reforzar los conocimientos en el aprendizaje de la lengua en el sistema educativo chileno.
Para abordar las brechas en la enseñanza del idioma en los establecimientos municipales de Chillán “han estado implementando la asignatura desde los cursos preescolares, en concordancia con los planes y programas de estudio. Esto nos ha permitido mejorar progresivamente el conocimiento del inglés en nuestros niños y niñas, quienes han logrado adquirir con éxito los conceptos básicos del idioma”, indicó el director del Daem, Marco Aguilera.
Además, desarrollan actividades como concursos de ‘Spelling Bee’, donde los liceos han destacado por sus avanzados conocimientos en inglés.
“Nuestro desafío ahora es nivelar el manejo del inglés en todos nuestros establecimientos educacionales, fomentando desde una edad temprana el desarrollo y la adquisición de habilidades en este idioma extranjero. De esta manera, aseguramos que nuestros estudiantes estén mejor preparados para su futuro personal y profesional”, añadió.
Una de las maneras de motivar a los escolares a aprender inglés es a través de actividades prácticas, como la realización de proyectos creativos, concursos, presentaciones y videos, así como talleres de inglés, integrando softwares y herramientas de aprendizaje y práctica a nivel digital. “Así también, se han implementado talleres de reforzamiento SEP. De esta forma les mostramos cómo el dominio del inglés puede ampliar sus oportunidades académicas y profesionales, además de contribuir a su crecimiento personal”, dijo.
Actualmente la enseñanza básica ofrece dos horas de inglés a la semana, mientras que de séptimo a cuarto medio se imparten tres horas semanales, en promedio. El director del Daem Chillán considera que es fundamental aumentar las horas dedicadas al inglés para que los estudiantes puedan practicar el idioma de manera más constante y adquirir un dominio más sólido. “Un mayor tiempo de exposición permitirá una adquisición más efectiva y duradera del idioma, facilitando un aprendizaje más intenso y profundo”, cerró.
Desde el Liceo Bicentenario de San Nicolás consideran acertada la decisión de realizar la Simce de Inglés, pues será de utilidad para identificar las áreas fuertes y débiles de la enseñanza y el aprendizaje del idioma.
“Los resultados nos van a ayudar a guiar nuestras planificaciones y a ajustar las estrategias de enseñanza, así también a enfocarnos en las áreas que necesitan refuerzo. Ayuda a evaluar qué tan efectivo están siendo los programas curriculares a nivel nacional y de qué manera podemos adecuarlos a nuestra realidad, cómo son los recursos educativos que estamos usando, y esto también nos va a permitir intervenir tempranamente para mejorar”, dijo Natalia Rivas, Mentora de Idioma Inglés del Liceo Bicentenario San Nicolás.
La docente aseguró que los resultados de algunas tesis e investigación que se han hecho en la región de Ñuble arrojaron que el nivel de inglés de los estudiantes, no solo en las zonas urbanas sino también en las zonas rurales, están directamente influenciados por el contexto socioeconómico del estudiantado.
“Existe también una disparidad rural-urbana ya que muchos establecimientos educacionales presentan obviamente mayores desafíos en comparación con las zonas urbanas. La falta de recursos efectivos, por ejemplo, la carencia de recursos de materiales didácticos adecuados como el uso de la tecnología o el acceso a internet, recursos bibliográficos. Falta, por ejemplo, de plataformas de aprendizaje o de software educativos que limitan el potencial del aprendizaje fuera del aula, política educativa en donde el apoyo de los docentes es mínimo. Aquellos docentes de inglés que quieren innovar, desarrollar estrategias como las que nosotros hemos podido innovar y son exitosas. Todo esto dificulta también las posibilidades de realizar clases efectivas en un entorno adecuado educativo”, detalló.
“Algunos docentes de niveles primarios no poseen las competencias lingüísticas necesarias para modelar y realizar la clase en inglés a temprana edad. Y al no poder potenciar sus clases por falta de apoyo de materiales eficaces se ven limitados a trabajar con lo poco o nada que tienen. La falta también de disciplina o el compromiso que tienen los estudiantes, la motivación, el número de alumnos que existe impide que los docentes, por ejemplo, puedan hacer clases más personalizadas en donde puedan escuchar la producción oral de los estudiantes y puedan retroalimentarla”, agregó.
Autonomía
La Mentora de Inglés del Liceo Bicentenario de San Nicolás considera que uno de los desafíos importantes a enfrentar es que los sostenedores apoyen las ideas que tiene los docentes de inglés y se generen espacios fuera de las clases para que los estudiantes entiendan que así como la tecnología es una necesidad, el inglés también se vuelve una necesidad.
Explicó que en el caso particular del establecimiento sannicolasino el director entrega autonomía para trabajar en las clases de inglés, para determinar cuáles van a ser las modificaciones, las adecuaciones que se van probando y resultan efectivas. “En el liceo trabajamos con agrupaciones flexibles, lo que nos permite una educación más personalizada. Los estudiantes están divididos en diferentes agrupaciones de acuerdo a sus habilidades, de acuerdo también a su nivel de inglés. Esto nos permite que, a través de diferente metodología, los estudiantes vayan aprendiendo y también puedan ir subiendo de nivel. Por otra parte, nosotros creamos, por ejemplo, grupos de estudiantes que participan en STEM, presentan sus proyectos en inglés, tenemos articulación con otras asignaturas para demostrarle a los estudiantes y para que ellos vean que es una herramienta, que no es un medio y que a través del inglés ellos van a tener acceso a otras áreas y van a desarrollar otras competencias”.
También trabajan con los programas de intercambio estudiantiles en donde los estudiantes tienen la posibilidad de hablar y practicar con hablantes nativos. Tienen propósitos, por ejemplo, estudian inglés para viajar, porque quieren certificar el idioma y luego lo van a usar en la universidad con fines específicos. “Lo que hemos tratado de lograr en el liceo es crear diferentes espacios en donde los estudiantes puedan aplicar lo aprendido en clases. A través también de plataformas y softwares, que a veces también son gratuitos, involucramos a la familia para que ellos puedan también poder apoyar a la asignatura, darle el realce necesario y así también los estudiantes ven que es algo natural, es un acercamiento natural a una lengua. Tal cual nosotros aprendemos nuestra lengua materna, es necesario que ellos de tiempos tempranos tengan un acercamiento amigable a lo que es el idioma inglés”, señaló.
Formación docente
Desde la mirada del Dr. José Gabriel Brauchy Castillo, profesor de estado en inglés, académico y director de Escuela de Pedagogía en Inglés de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad del Bío-Bío, en la enseñanza del idioma inglés en la Región de Ñuble existen brechas y desafíos estructurales, curriculares y de gestión curricular.
“Respecto de las brechas estructurales, tenemos un sistema educacional socialmente diferenciado (administración pública, subvencionada, privada con o sin fines de lucro, por ejemplo), lo que determina o anticipa la calidad de la enseñanza en todo el sentido de la palabra. Y esa brecha estructural impacta el avance curricular y de gestión curricular en la enseñanza y aprendizaje del idioma en este caso. Afortunadamente, los profesores en formación y profesores novatos reconocen las brechas y están altamente preparados para ajustar sus apuestas curriculares en cada uno de los contextos que enfrenten”, detalló.
Valoró la propuesta de incluir tempranamente desde quinto año básico la enseñanza del idioma, pero aseguró que su aplicación y éxito está garantizado por la provisión de profesores de educación básica preparados en la enseñanza del idioma. “Un dato relevante, de las 18 universidades que componen el Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH), 16 ofrecen la carrera de Pedagogía en Inglés y solo 4 Pedagogía en Inglés para enseñanza básica y media. Ello indica que es necesario preparar a nuestros profesores en formación para el ejercicio en educación básica y educación parvularia, idealmente”, dijo el académico.
El Dr. Brauchy Castillo agregó que la apropiación curricular implica necesariamente destinar horas de trabajo, aumentando la dotación de profesores y su carga de horario. “No obstante, no contamos necesariamente con profesores formados en enseñanza básica en la región todavía. Ello ofrece un espacio y oportunidad para prepararlos a través de la oferta de Formación Continua, como lo está haciendo nuestra Institución”, resaltó.
Trabajo mancomunado
La asignatura de inglés es obligatoria a partir de 5to básico a 4to medio. Según, el Mineduc los estudiantes en 8vo básico deberían manejar un nivel de inglés básico superior y en 4to medio deberían tener un nivel preintermedio, es decir, ser capaces de comunicarse, fundamentalmente con la habilidad de expresión oral y de escucha, pero en la práctica los alumnos no están logrando esos niveles, y se debe a múltiples factores.
“Eso no ocurre, en primer lugar, porque se requiere una actualización del profesorado que trabaja en los establecimientos educacionales respecto a cuáles habilidades enfatizar. En términos generales lo que ocurre es que se enfatiza mucho la gramática, el vocabulario del inglés, la comprensión de lectura, pero no hay un énfasis en la enseñanza y aprendizaje de las habilidades de escucha y de expresión oral”, explicó el Dr. Claudio Díaz Larena, director del Programa de Magíster en Innovación de la Enseñanza, Aprendizaje y Evaluación del Inglés de la Facultad de Educación de la UdeC.
“El segundo tema tiene que ver con el estatus del idioma inglés en nuestro país, y no solamente en la región, sino que a nivel país en general. Nuestros estudiantes todavía no visualizan la importancia de aprender una lengua extranjera, ven el inglés como un tema lejano, no tan cercano, aunque esté en el uso de las tecnologías. Por lo tanto, todavía el idioma no se ve como una herramienta importante de comunicación”, agregó.
Un tercer factor, está relacionado las características culturales y el temor a la crítica. “En general, cuando se aproxima el aprendizaje de una lengua extranjera, culturalmente se siente temor en hablar el idioma, y se siente temor porque se exponen, piensan que la pronunciación no va a ser la correcta o que otros se van a reír. Nuestro estudiantado tiende a ser un estudiantado que tiene mucho temor a lo que otros van a decir respecto a cómo habla inglés. Es una variable súper potente, por lo tanto, se restringe mucho al momento de hablar el idioma”.
El Doctor en Educación y Magíster en Lingüística indicó que otro de los motivos que influye es el contexto familiar y su falta de apoyo en el aprendizaje del idioma, pues los estudiantes no practican el idioma cuando llegan a la casa, particularmente en contextos sociales más vulnerables no hay un apoyo familiar que propicie la enseñanza-aprendizaje del idioma.
Para abordar estas brechas se requiere del trabajo mancomunado del profesorado en las escuelas, de los padres y apoderados en las casas y de los estudiantes, para que puedan lograr el nivel de inglés que el Ministerio establece.
“Esto no es un tema de recursos, desde el Mineduc existe una inyección importante de recursos y materiales para la enseñanza del inglés que se entregan a los establecimientos educacionales municipales y particulares subvencionados, por lo tanto, el tema no va por ahí, sino que va más por un tema de un abordaje sistémico desde familia, profesor en la sala de clases y estudiante en el aula”, subrayó.
El académico recalcó que “lo que nosotros necesitamos es desarrollar la fluidez en el idioma, más que la precisión y ese es un énfasis importante, no necesitamos estudiantes que hablen el idioma de manera 100% correcta, sino que sepan entablar una conversación en inglés, que sepan expresar sus ideas y que sepan entender las ideas que otros están expresando”.
Aseguró que para dominar el inglés es importante iniciar a temprana edad, y es por ello que respalda la iniciativa del Mineduc, que aún no está aprobada por el Consejo Nacional de Educación, de que el idioma se imparta de manera obligatoria desde primero básico.
“Creo que es un paso significativo porque desde mi perspectiva es mejor partir temprano porque los estudiantes desarrollan una conciencia fonético-fonológica temprana, respecto a los sonidos del idioma. En las etapas tempranas de 5 a 6 años, a esa edad están en el cerebro desarrollando todo lo que tiene que ver con los sonidos del idioma y con la pronunciación del idioma. Entonces, entre más temprano se empieza, existe una flexibilidad cerebral que propicia desarrollar una buena pronunciación, una buena habilidad de escucha y una buena habilidad para comunicarse con otros. En términos coloquiales, se desarrolla tempranamente el oído”, expuso.
Otra de las ventajas de comenzar aprender el idioma a temprana edad es que los niños tienen bajos niveles de miedo y vergüenza, por lo tanto, si cometen errores no se sentirán intimidados o ridiculizados. “Los niños juegan, interactúan, cometen errores y no les importa, no se sienten penalizados, y el niño en sí al participar en juego repite mucho, y la repetición y práctica es un tema fundamental en la práctica del idioma”, señaló.
Por último, el Dr. Díaz Larenas sugiere que también es necesario establecer sinergia entre los establecimientos educacionales municipales, particulares subvencionados y privados para que puedan compartir, transferir y replicar sus experiencias positivas en la enseñanza y aprendizaje del idioma.
Respecto al regreso de la prueba Simce de Inglés, el académico señaló que cualquier instrumento que apunte a evaluar cuál es el nivel de inglés de los estudiantes será positivo. “Nos permite identificar en qué etapa del proceso de aprendizaje nos encontramos, permite el establecimiento de estrategias remediales, estrategias compensatorias, y ver las brechas, qué es lo que se requiere para que los estudiantes logren el nivel que deberían lograr”.