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Refuerzan protección del queule y huemul en Ñuble

Cada vez más la protección de las especies animales y vegetales es valorada dentro de las comunidades locales y organizaciones ambientales regionales. Y en esta misión la protección del queule y huemul es clave en la Región de Ñuble.

El proyecto de Conservación de Especies Amenazadas es una iniciativa perteneciente al Ministerio del Medio Ambiente, apoyada por Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y financiada por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF). Este programa ha destinado parte de sus esfuerzos en la protección del árbol nativo queule, con poblaciones en la comuna de Cobquecura, y la conservación del huemul, con presencia en la cordillera de Ñuble, en reservas administradas por Conaf, además de predios privados.

La coordinadora de la macrozona sur del proyecto de conservación, Fabiola Lara, comentó que el objetivo del proyecto es compaginar lo que es la conservación de la biodiversidad con las actividades productivas que existen en distintos territorios del país, como la agricultura y ganadería. Además de “compatibilizar los anhelos que los dueños tienen de vivir del turismo, en cierta medida, un turismo respetuoso con la naturaleza. Para ellos, estamos trabajando en un plan de manejo predial que tiene que ver con sentar las bases de lo que los dueños quieren, pero con una mirada de protección a la biodiversidad”.

Para la conservación y preservación del huemul y el queule han elaborado dos proyectos emblemáticos, correspondientes a la creación de dos predios pilotos, que son “unidades educativas para mostrar un ejemplo de lo que se está haciendo. De hecho, la Jungla de Peumayén es el lugar que ha sido usado de buena manera para replicar con otros propietarios, ya que como salen videos y notas otros propietarios se han acercado a nosotros para pedir consejos sobre cómo hacer turismo sobre posibles hábitat de huemul”.

En la Jungla de Peumayén, ubicada en un terreno particular a la izquierda del camino a las Termas de Chillán, en el valle del Estero San José, en marzo de este año se logró registrar la presencia de huemules en sector precordillerano.

Fabiola Lara informó que desde el proyecto están ensamblando estos predios privados, tomando acuerdos público-privados con las familias dueñas de estos recintos. En ese sentido, el objetivo del proyecto es que desde San Fabián hasta Antuco exista un corredor biológico real para el huemul y se practiquen buenas prácticas prediales”

Queule

Por otra parte, el predio piloto para el queule también está ubicado en un terreno particular privado de Cobquecura, en el cual está el árbol de la especie más grande de Chile. “Ahí estamos realizando cultivos agroecológicos y un sendero turístico, porque el propietario quiere que ese lugar sea conocido y visitado” dijo Lara.

Todo indica que la causa de la baja población del queule se debería a la fragmentación que provocaron los monocultivos de pino, lo que terminaría limitando su área de producción.

“En Cobquecura los queules que hay están en muy buen estado, es casi el único lugar en Chile donde se reproducen de manera natural,” dijo la Coordinadora del proyecto. Para analizar la muerte de este árbol nativo, desde el programa han generado en diversas regiones de Chile ensayos de plantación, para que personas especializadas estudien las causales de muerte y de esa forma proteger de mejor manera el entorno del queule”, sentenció la encargada regional del proyecto de conservación.

Por otra parte, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) Región de Ñuble, a través de su Departamento de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNAPE) ha elaborado métodos para reforzar la protección del huemul y las demás especies amenazadas a través de patrullaje en terreno, la instalación de cámaras trampas y el trabajo comunitario con los vecinos de los sectores aledaños a las reservas, que les permite ver cuáles son los objetivos que la comunidad quiere proteger.

En la Reserva Nacional de Ñuble, ubicada en la comuna de Pinto, los monitoreos de la fauna gestionados por Conaf son realizados por guardaparques que hacen un recorrido por el territorio a pie y a caballo. Mientras que en la Reserva y Santuario de la Naturaleza Los Huemules de Niblinto, ubicada en la comuna de Coihueco, solo son realizados a pie, por el miedo que le puede generar a los huemules la presencia de los caballos.

El profesional del Departamento de Áreas Silvestre Protegidas del Estado (SNAPE), perteneciente a Conaf, Mario Valdebenito, precisó que en mayo de este año ya habrían comenzado la fase piloto, una nueva metodología de monitoreo que permite obtener distintos indicadores, entre ellos el área de ocupación de una especie en particular. “Es una actividad a largo plazo, constante a través de los años, eso permite trazar diferencias entre un año y otro. Estamos en el año 0 como se dice técnicamente, donde se instalan las cámaras (trampa) y se ven qué tipo de problemas hubo al instalar. Entonces, todos esos problemas se corrigen, por lo tanto, este año más que nada es como una prueba de los mecanismos que se trabajarán durante los próximos”.

Texto: Isaac Aguilera

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