No hay agua en la piscina, al menos entre los parlamentarios de Ñuble, para aprobar la reforma previsional ingresada por el gobierno tal como está.
La propuesta, que recoge varias décadas de discusión, mantiene el pilar de ahorro individual, protegiendo su propiedad; y crea también un aporte adicional de un 6% de los empleadores que irá a un fondo de seguro social (70% a cuentas nocionales), clave para aumentar las pensiones hoy, especialmente de las mujeres que son las más afectadas por el actual sistema. Se propone, además, un sistema mixto de pensiones, con un gestor público de inversión y actores privados -distintos a las AFP, que como tales, se acaban-, en el que las personas tendrán la libertad para elegir quién gestiona sus ahorros.
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Desde RN, el diputado Frank Sauerbaum cree que se trata “de una reforma llena de ideología que insiste en un sistema de reparto que ya está fracasado en todo el mundo, y que es insostenible en el largo plazo. Nos asombra también que se quiera aumentar la burocracia, inyectándole al IPS, que hoy maneja 4,2 millones de personas, otros 4 millones. El IPS ha sido incapaz de pagar la PGU, no me lo imagino con más usuarios”, dijo.
Además, sostuvo, “defenderemos que todos los recursos sean heredables; trataremos de eliminar la letra chica. Este 6% de cotización extra debe ir a las cuentas individuales, porque renta más a largo plazo. Esta reforma tampoco se hace cargo de la informalidad del mercado laboral chileno; por el contrario, se acentúa, pues menos personas cotizarán. Es un sistema muy bien intencionado, pero muy mal diseñado”, aseveró.
Su compañera de bancada, Sara Concha, sostuvo que “de la propuesta aún no tenemos nada en nuestras manos, y discursos hay muchos. El gobierno no ha demostrado ser capaz de administrar la PGU con plazos establecidos, ¿Qué garantías le van a entregar a las personas de administrar sus fondo solidario? Que el 6% vaya a un fondo común desincentiva totalmente la formalidad laboral , pues proviene del trabajo, aunque lo pague el empleador, y debe estar en la cuenta individual de cada trabajador”, dijo.
La diputada de la UDI, Marta Bravo, en tanto, afirmó que “no nos parece prudente que se quiera insistir en un modelo de reparto que fracasó en todos los países del mundo. En Chile existe bastante consenso en que los recursos que ahorran los trabajadores deben ser destinados a sus cuentas individuales, con la opción de heredarlos y sin correr el riesgo que se los puedan expropiar. Pretender que el 6% adicional se destine a un fondo común, perdiendo los trabajadores la propiedad de estos ahorros nos parece una decisión equivocada, que no contribuye a mejorar las pensiones futuras”, planteó.
El UDI Cristóbal Martínez, en tanto, esperará a conocer el proyecto para dar una opinión.
“Tenemos el deber de ponernos de acuerdo”
El único diputado de Ñuble que respaldó la reforma, fue el ind.-DC, Felipe Camaño.
“Valoro el anuncio del Presidente, ya que es un tema que ha esperado por largos años para ver la luz. Hoy esta reforma recoge lo mejor de las propuestas realizadas en períodos anteriores, y agrega otros componentes. Creo que es bueno rescatar el trabajo previo realizado en esta materia”, manifestó.
Como parlamentarios, añadió, “tenemos el deber de ponernos de acuerdo, ya que el futuro de nuestro decaído sistema de pensiones, no puede seguir esperando. Urge mejorar las pensiones de miseria que actualmente están recibiendo nuestros jubilados, y también a los que están por jubilar. Debemos avanzar en seguridad social, mejores pensiones en el corto, mediano y largo plazo. También debe haber un cambio en el sistema de financiamiento, además de avanzar hacia un sistema mixto”, recalcó.
Según Camaño, “el principio de solidaridad es un factor fundamental en esta reforma, y nos pone a la altura de otros países con sistemas previsionales ejemplares. La solidaridad es un concepto que debe estar incorporado a nivel de políticas públicas, nos otorga el sustento para construir una sociedad más empática, que inste a cuidarnos entre todos y todas, algo que el actual sistema está muy lejos de proponer, ya que solo apela al individualismo exacerbado y a la lógica del ‘salvarse solo’. Es cierto que nos queda mucho camino por recorrer, por lo que debemos partir lo antes posible con este debate”, aseveró.
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