Con miradas de expertos del Banco Mundial (BM), del sector público y del sector privado, se realizó ayer el seminario virtual “Región de Ñuble: Rearmar las Cadenas de Valor Locales y Globales”, en el que se analizaron las brechas de competitividad de la región y los desafíos de sectores clave de la economía, como el agropecuario, el agroindustrial, el forestal y el turismo.
El “webinar” contó con la intervención del intendente Martín Arrau y con las exposiciones de Robert Taliercio, gerente de crecimiento equitativo para América Latina del BM; y de Alberto Criscuolo, especialista en sector privado del BM.
Además, se realizaron dos paneles en los que participaron Juan Sutil, empresario agrícola y presidente de la CPC; Arístides Benavente, presidente de la Fundación Patagonia de Aysén; Emiliano Duch, especialista líder en sector privado del BM; y José Ernesto López, economista líder en empresas, emprendimiento e innovación del BM.
Arrau destacó el aporte del BM en el marco de la asesoría que el Gobierno Regional contrató para la elaboración de la estrategia regional de desarrollo (ERD) 2020-2028 y abordó las inversiones desplegadas por el sector público en estos dos años en la región, como la generación de estadísticas locales, la conectividad vial y digital, agua potable y alcantarillado, riego, educación y seguridad, entre otras. Además, reiteró la importancia de avanzar con rapidez en la construcción de embalses, donde reconoció que “como Estado hemos andado débiles”.
En su exposición, Alberto Criscuolo apuntó que Ñuble exhibe altos niveles de pobreza y bajos niveles de educación e ingresos, lo que, en parte, “está vinculado con una estructura económica altamente dependiente de la agricultura tradicional y caracterizada por los bajos niveles de innovación y la inserción en segmentos de bajo valor agregado de las cadenas de valor globales (CVG)”. Por ello, expuso que “reposicionar a Ñuble en segmentos más sofisticados de CVG podría contribuir a la creación de buenos empleos”, resaltando el papel de las políticas públicas para el logro de este desafío y subrayando las oportunidades de la región en los sectores turismo, forestal y agropecuario.
El profesional postuló que “el aumento de la sofisticación de los productos y la diversificación de las exportaciones es una prioridad para Ñuble”, y argumentó que “Ñuble recibe precios unitarios relativamente bajos para sus productos exportados, particularmente para frutas y verduras frescas, en comparación con sus competidores”, aproximadamente el 50% del precio que recibe el exportador promedio. Algo similar ocurre con frutas y verduras congeladas, aunque en este rubro el desempeño es mejor para espárragos y champiñones congelados.
Advirtió, además, que las ventas promedio de las empresas en Ñuble corresponden a un 25% del promedio nacional y que la productividad laboral alcanza apenas al 28% del promedio país.
En esa línea, el experto enumeró los principales desafíos comunes de los sectores turismo, forestal y agrícola para el reposicionamiento estratégico de las principales cadenas de valor en Ñuble: mejorar la infraestructura, capacitar a trabajadores y gerentes para actividades de alto valor agregado, proveer bienes públicos específicos por sector, mejorar las tasas de innovación, facilitar el acceso al financiamiento para pymes, fomentar la asociatividad, promover la exportación y la atracción de inversión extranjera directa, y aumentar las tasas de digitalización en pymes y pequeños productores.
Potencial
Por su parte, Juan Sutil planteó que “Ñuble tiene un enorme potencial agroindustrial” y mencionó que “como empresa, hemos desarrollado muchos proyectos agrícolas y agroindustriales en la región, porque creemos que Ñuble tiene todas las condiciones para producir la fruta congelada, deshidratada, frutos secos, fruta fresca y también procesada e industrializada”. De igual forma, apuntó al rubro semillero, al forestal y agroturístico.
Sutil subrayó que la tendencia está en los alimentos sustentables -en el desarrollo humano y medioambiental- incluso orgánicos, de baja carga de residuos. “Chile es un productor de alimentos funcionales, y Ñuble puede producirlos todos. Ñuble tiene mucha tierra y esa tierra está disponible, nosotros hemos promovido la carretera hídrica y quiero reiterar que este proyecto considera regar hasta el último rincón de la región”.
En esa línea, comentó que se requiere un mayor esfuerzo del Estado en materia de fiscalización, por ejemplo, en rubros como los orgánicos y en la producción sustentable, “porque está el sello de la región en juego, y en ese sentido, se requiere que el SAG y el Servicio de Impuestos Internos, entre otras instituciones, hagan las fiscalizaciones que corresponden, porque hay bastante desorden en la región”.
Por otro lado, puso de relieve el rol de la innovación en las empresas y mencionó como ejemplo el trabajo que su empresa está llevando a cabo en materia de recambio varietal. “Es lo que estábamos haciendo nosotros, hasta que nos hicieron un sabotaje (contaminación de predio en Parral), estamos probando variedades, precisamente para hacer un cambio futuro en la industria, y son el 2.0 de la industria de berries. Las empresas tienen que hacer esta innovación para mejorar la productividad, aprovechando los recursos del Estado, con recursos públicos y privados (…) para que la generación de valor sea compartida”.
