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Prevalencia del consumo de cocaína en Ñuble supera por primera vez al promedio nacional

Carabineros

La semana pasada se conocieron los resultados de la última encuesta sobre el consumo de alcohol, tabaco y drogas en la Región de Ñuble, en los que se ha podido ver con claridad los efectos de estos casi dos años de restricciones sanitarias y de movilidad a causa de la pandemia, que a nivel nacional generó una baja en el consumo de ciertas sustancias ilícitas.

En lo estrictamente estadístico, el estudio incluyó una muestra de 939 personas residentes de Chillán y Chillán Viejo, entre 12 y 64 años, de las que el 59,5% de las personas encuestadas fueron mujeres.

De este muestreo se desprende que entre el 2018 y el 2020 el consumo de marihuana bajó de un 11,7% al 8,5%; y que también hubo una disminución en el consumo de alcohol, de un 51,7% al 39,2%.

Sin embargo, hubo un aumento en el consumo de la cocaína, de un 0,9 al 1,4% de los encuestados; y del tabaco, que pasó del 14,6 al 15,6%, entre el 2018 y el 2020.

No tan buena noticia

Analizando el fenómeno de la baja del consumo del alcohol y la marihuana, sustancias que eran las que prevalecían casi con carácter de reinado hasta unos años tanto en Ñuble como en el resto del país, se hubiese podido pensar en ese entonces que se trataba de una excelente noticia.

Más allá de que toda baja en el consumo de estas drogas siempre son hechos positivos, ambas -la marihuana y el alcohol- eran señalados como la gran puerta de entrada al mundo de las drogas más duras.

Pero hoy plantear que -por lo tanto- hay menos personas (en especial niños y adolescentes) cruzando por esa puerta, es un error.

Así lo explica el director de la ONG Padre Chango, (Centro de rehabilitación para consumidores infractores de ley), para quien esta baja no es necesariamente una buena noticia.

“Lo que pasa es que ya hemos observado en la corporación que la marihuana y el alcohol dejaron de ser esa puerta de entrada. Hoy, los menores de edad y quienes ingresan por primera vez al tema de las drogas, lo hacen directamente con drogas duras, por ejemplo, como la cocaína, que es mucho más fácil de encontrar que antes”, sostuvo.

Alvarado no dejó pasar que desde la irrupción de los grupos de redes sociales, en especial aquellos para encuentros de parejas o incluso más abiertos como Marketplace o Instagram, hay grupos que ofrecen servicio de reparto a domicilio, a veces, simulando promocionar productos o servicios lícitos.

“Entonces, ahora los consumidores llaman y te la van a dejar a la casa. Por todo esto, es que acá en Ñuble la cantidad de personas que estamos atendiendo por consumo problemático de la cocaína ha aumentado mucho, e incluso tenemos a mucha gente en lista de espera”, añadió.

Al menos, la baja del consumo de alcohol en la intercomuna llegó a posicionarse por debajo del promedio país, considerando a que en 2018, Ñuble lo superaba por más de ocho puntos porcentuales.

Conforme a las mismas estadísticas del Senda, aumentó a nivel país, de un 43,3 a un 44,3%; y en Ñuble, la prevalencia actual es del 39,2%, es decir casi un 5% menos.

Respecto a la marihuana, su consumo en Ñuble siempre ha estado por debajo de la media nacional.

Para 2018, a nivel país, la prevalencia era de un 12,7%, mientras que la de Ñuble alcanzaba el 11,7%.

Para 2020 hubo una baja generalizada de su consumo. 11,4% en Chile, y un 8,5% en la zona, acrecentando aún más la brecha.

Sin embargo, el que en Padre Chango haya aumentado la demanda por ingresar a tratamientos, demuestra para la entidad que el que haya bajado el consumo de una determinada sustancia, pero aumentado el de otra, podría incluso significar que la cantidad de consumidores no bajó, sino que pudo haber cambiado de preferencia.

Respecto a ofrecimientos de marihuana, en 2020, se observa que esta se mantiene estable respecto a 2018 (13,0% en 2020).

En tanto, la percepción de riesgo de uso de alcohol para una ingesta de cinco o más tragos al día se mantiene estable (89,5% en 2018 a 91,2% en 2020).

En el caso de marihuana, la percepción de riesgo de uso experimental pasa de 27,6% en 2018 a 38,4% en 2020, lo que se traduce en un aumento respecto al estudio anterior.

Un veneno más barato

Atrás -y mucho- parece haber quedado esa imagen de la cocaína como una droga de elite o para personas con un mayor poder adquisitivo, o con acceso a círculos sociales más reservados para poder conseguirla.

Hoy, el consumo de cocaína en Ñuble es completamente transversal y su prevalencia superó por primera vez en la historia al promedio nacional.

Las actualizaciones muestran que en Chile la prevalencia del consumo de cocaína tuvo una drástica caída de 1,3 al 0,7% (prácticamente la mitad), mientras en Ñuble se pasó del 0,9 al 1,4%.

Visto de otro modo, en Ñuble la prevalencia de consumo de este tipo de drogas es el doble del que refleja el promedio nacional.

Para acercarse a una respuesta que explique este fenómeno, la sicóloga Macarena Marqués, especialista en consumo problemático de estupefacientes en niños, adolescentes y adultos, sugiere que la irrupción de ciertos derivados de la cocaína han sido uno de los factores.

“Está esto que es el tusy que hemos visto que se está utilizando harto; y hay un mayor acceso a esta droga (la cocaína) por baja de la calidad con la que se ha ido produciendo, por lo tanto es más barata”, observa.

Ya en ocasiones anteriores tanto la PDI como el OS7 de Carabineros han explicado que una de las estrategias que están aplicando los narcotraficantes es vender estos derivados de la cocaína -como la tusy- a bajo costo, y así acceder a un mercado infanto-adolescente- de esa manera fidelizar clientela a futuro.

Respecto a la percepción de riesgo de uso experimental de cocaína, esta varía al alza respecto a 2018 en la región pasando de 69,7% a 80,1%. Finalmente, para pasta base la percepción de riesgo de uso experimental se estabiliza llegando a 85,7% en la presente versión.

Ansiedad y contrabando

Quizás lo más sorprendente de este estudio es el aumento del consumo de cigarrillos, pese a que el tabaco había venido presentando una baja sostenida por décadas, apoyadas por agresivas campañas gubernamentales para desincentivar su uso.

De todas maneras, la prevalencia local sigue muy por debajo de la nacional.

Como promedio en Chile casi no hubo variaciones. Se bajó de un 19,6 a un 19,5%, mientras que en Ñuble, entre 2018 y 2020 se aumentó en un punto, llegando al 15,6%.

Macarena Marqués dice que “en relación al consumo de tabaco, es algo que sí se da harto en la población con la que yo trabajo, que es la adolescente, algunos lo usan para el manejo de la ansiedad, muchos ya tienen adicción”.

A su juicio, es una droga que está naturalizada y que por ser legal es utilizada “porque en estos últimos tiempos los niveles de estrés han aumentado”.

Una segunda visión es la que entrega Alejandro Lama, presidente de la Cámara de Comercio de Chillán, quien observa que “la cantidad de cigarrillos y otros productos que ingresan por contrabando y se venden con total naturalidad en la calle, ya llegó a niveles difíciles de controlar”.

El dirigente sostuvo que “a veces los carabineros detienen a estas personas, pero en la Fiscalía les responden que si nadie ha hecho la denuncia, que se les devuelva lo incautado y se los deje en libertad”.

Su esperanza está en el desarrollo de una ley impulsada por el senador José Miguel Inzulza, que sancionará el comercio ilícito.

Más prevención

Finalmente, la directora del Senda Ñuble, Carmen Gómez, admitió que algunas bajas en el consumo, como por ejemplo el alcohol, son reflejo de las restricciones propias de la pandemia.

Sin embargo aclara que el Senda trabajó constantemente en diferentes campañas preventivas.

“Vamos a trabajar muy fuertemente en estas campañas porque no podemos bajar los brazos en tratar de disminuir el consumo”, concluyó.

Felipe Ahumada

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