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Plan de expansión de transmisión eléctrica no incluye obras en Ñuble

Sorpresa causó a nivel local la ausencia de proyectos que involucren a la región de Ñuble en el recientemente publicado “Informe Técnico Preliminar Plan de Expansión Anual de Transmisión Año 2022”, elaborado por la Comisión Nacional de Energía, que considera un horizonte de planificación de mediano y largo plazo, por lo que la construcción de estas obras comenzaría el primer semestre de 2025.

A nivel local, sin embargo, donde son conocidas las deficiencias de infraestructura en materia de transmisión eléctrica, si bien hay importantes proyectos aprobados en planes anteriores, los que se encuentran en distintas etapas de ejecución, este año no se incluyeron más obras que contribuyan a robustecer la transmisión.

Al respecto, Ricardo León, seremi de Energía de Ñuble, acotó que, dado que se trata de un informe preliminar, todavía hay espacio para pelear la incorporación de uno o dos proyectos de Ñuble en el plan.

Para la elaboración del plan se consideraron las propuestas presentadas por los promotores de proyectos (empresas) y los informes del Coordinador Eléctrico Nacional con su propuesta de expansión.

El plan contiene 63 obras de expansión por US$ 1.527 millones. En el caso del Sistema de Transmisión Nacional, suman 24 obras, de las cuales 17 son ampliaciones de instalaciones existentes y 7 son obras nuevas. Y respecto de los sistemas de transmisión zonal, se presentan 39 obras: 25 ampliaciones y 14 obras nuevas.

León explicó que el proceso administrativo previo para aprobar y decretar una obra toma bastante tiempo y recordó que el año pasado se decretó una obra clave para la Provincia de Itata, que es la subestación Las Delicias, en Quirihue, “que va a permitir mejorar la cobertura en la zona costera y eventualmente entregar más energía a Chillán y las principales urbes”, aunque aclaró que su ejecución está condicionada a la construcción de la nueva línea Hualqui-Mataquito.

Respecto al plan en desarrollo, el seremi reconoció que “en principio, no habría ninguna obra (de Ñuble) decretada todavía, y digo todavía porque el proceso no termina; al ver las condiciones que tuvimos como región durante los incendios podría contribuir a repensar la incorporación de proyectos de la región”. En ese sentido, recordó que, en el peak de los incendios, con la temperatura sobre los 40°, la principal línea de transmisión debió funcionar a baja capacidad. “Tuvimos que desprender carga, pudo haber sido peor, pudimos haber tenido un blackout (apagón). Obviamente que hay que tener una nueva mirada respecto al proceso, ya que esta situación evidencia cuáles son las debilidades de nuestro sistema. Yo conversé con la CNE y ellos están considerando esta situación, entonces, lo que estamos viendo es cómo incorporar obras que permitan darle mayor resiliencia a nuestra infraestructura eléctrica. Había algunas propuestas, pero dada la premura en la elaboración del plan, no se alcanzó a incorporar en esta propuesta alguna obra que ayude a mejorar el sistema de transmisión en la región, pero quedó pendiente y la idea es trabajar con más tiempo algunas obras que permitan darle mayor resiliencia a la región, y de paso, ir subsanando las deficiencias actuales, especialmente en la zona sur y en las principales conurbaciones, como Chillán y San Carlos, que hoy están muy ajustadas en su capacidad, en que si falla una línea pueden quedar sin energía”.

Nuevas obras

El seremi argumentó que la etapa preliminar es un proceso centralizado, un aspecto que se quiere cambiar más adelante, reveló, el que se basa en las proyecciones de aumento de demanda, no obstante, en una segunda etapa, en la que sí se considera la mirada territorial, se pueden considerar otras variables, como la resiliencia (contar con vías alternativas de suministro ante eventos críticos).

León sentenció que “las obras que estamos peleando hoy tienen más que ver con la resiliencia que con el aumento de demanda”, y mencionó que un proyecto que esperan incorporar en el informe definitivo “es generar una nueva línea de transmisión de 220 kV desde Charrúa a Chillán, lo que sería una mejora considerable, porque hoy la infraestructura de transmisión más grande que tenemos es la línea de 154kV”.

En ese sentido, contextualizó que los grandes problemas de transmisión en la región son el abastecimiento de las grandes urbes, como Chillán, San Carlos o Coelemu, que enfrentan una estrechez; así como también en la zona sur, como San Ignacio, El Carmen, Yungay, Quillón y Bulnes.

“Sería una obra que nos generaría bastante alivio. Primero, porque le entregaría una cantidad importante de energía, que hoy no está disponible, a Chillán y Chillán Viejo; segundo, porque también se podría alimentar con mayores volúmenes a la zona sur de la región; y tercero, porque sería una segunda vía de alimentación que aportaría mayor resiliencia a la infraestructura regional de transmisión. Es decir, nos permitiría manejar mejor el estrés energético, crecer y contar con más resiliencia”, manifestó.

También mencionó otros proyectos que también podría ser incorporados, como un alimentador hacia Coihueco y aumentar la capacidad en la subestación Monterrico, entre otras.

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