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Chillán es la quinta ciudad más importante en materia de producción, de todo el país. Chillán es la octava ciudad más industrializada del país.
Por disparatadas que hoy puedan parecer ambas afirmaciones, hasta 1939, el diario LA DISCUSIÓN, perfectamente pudo haber titulado con ambas sentencias sin haber faltado a la verdad.
Desde su fundación, por parte de Martín Ruiz de Gamboa, Chillán siempre se construyó con propósitos estratégicos claves para el país. Llegó a ser el asentamiento de familias de intelectuales, de influyentes empresarios, militares y artistas cuyos nombres brillan en la historia del país.
Sin embargo, los terremotos, las inundaciones y el abandono económico que sufrió tras el terremoto de 1939, toda esa sabia de talento y carácter social se desvaneció. Cansados de los desastres, esas familias emigraron a Concepción, Talca, Curicó o Santiago, para dejar a nuestra ciudad -diseñada de forma lacónica- casi sin espacios de esparcimiento, sin espacios de encuentro ni espacios para el desarrollo de las artes ni ningún otro tipo de talento.
Chillán, la “ciudad dormitorio”, era solo para eso: dormir y trabajar.
Sin embargo, en los sueños amodorrados de los chillanejos, seguían repitiéndose nombres como el de Claudio Arrau, Marta Colvin, Arturo Pacheco Altamirano, Josué Smith, Ramón Vinay, Pedro Lagos Marchant, Luis Cruz Martínez, Arturo Merino Benítez y tantos otros, tras el insigne nombre de Bernardo O`Higgins.
Fueron 23 los profesionales, representantes de los gremios productivos, artísticos, de la administración pública y empresarios locales, quienes finalmente, formaron un comité encabezado por la Municipalidad de Chillán, quienes, finalmente, se convocaron para recuperar al Chillán extraviado, el Chillán que se atoró en su propia historia.
Tras tres años de debates, de construir, descartar, de escuchar y expresarse entregaron la “hoja de ruta”, del Plan Bicentenario 2035, un programa que aglomera una carpeta de proyectos urbanísticos y acciones de gestión con el que se pretende comenzar a dar forma a un Chillán que sea ejemplo y modelo para todo el resto del país.
“Sin lugar a dudas, lo mejor que puede tener una ciudad, en cualquier parte del mundo, son buenos ciudadanos. Pero los ciudadanos para que sean buenos, no solo deben ser personas que trabajen y consuman; sino que deben conocerse, encontrarse, crear comunidades activas, deben crear una sociedad fuerte y, sobre todo, con mucha identidad. Para eso, las personas necesitan de una ciudad que les brinde los espacios necesarios, una ciudad que satisfaga las necesidades de todos, una ciudad equitativa, bien planificada y que puedan sentir propia. Lo que se busca es el que el chillanejo quiera, cuide y proteja a Chillán”, dijo el historiador, Marco Aurelio Reyes, integrante del comité del Plan Bicentenario 2035.
Algunas de estas iniciativas ya se encuentran en ejecución, otras podrán ver pronto el arranque de sus faenas, mientras que también los hay de largo plazo.
Se espera incluso, que terminen en 1939, para conmemorar los dos hitos de la cuarta fundación de Chillán, su creación en 1835 y su destrucción, con el terremoto de 1939.
La hoja de ruta del nuevo Chillán
El comité fue coordinado por el arquitecto de la Municipalidad de Chillán, Miguel Pino, quien se encargó de redactor la hoja de ruta titulada “Chillán 2035, una visión compartida de ciudad para personas”.
Lo que se pretende es representar una visión estratégica del funcionamiento de Chillán como capital regional, se estructura a partir de cuatro grandes ejes estratégicos. Estos ejes son la base desde la cual se pretende guiar las presentes y futuras políticas públicas locales. Su objetivo es fortalecer y fomentar la construcción de una identidad territorial y un sentido de pertenencia entre los habitantes y ocupantes de nuestra histórica comuna.
Como era de suponer, la iniciativa partió con un diagnóstico del Chillán actual y la revisión de la comuna desde una perspectiva histórica.
“En el caso de Chillán, es evidente que hay desafíos actuales que se deben resolver, tales como el acelerado crecimiento demográfico, la contaminación ambiental, el congestionamiento vial, la demanda inmobiliaria y energética, la preservación del patrimonio natural y cultural y la oferta de trabajos formales, entre otros”, explica el arquitecto.
Para el comité, fue necesario “elaborar estrategias para el desarrollo equilibrado de la ciudad y sus ciudadanos, considerando un trabajo mancomunado y una visión compartida de ciudad para abordar los futuros desafíos que deberá enfrentar la capital regional de Ñuble en las próximas décadas”.
En resumen, se puede sostener que la idea de formar centros de esparcimiento, conexión ciudadana, lugares de encuentro, fortalecer los valores y elementos patrimoniales de la ciudad, de manera equitativa y con un fomento laboral, vocacional y comercial distribuidos de manera justa y planificada, redundará- de acuerdo a la Hoja de Ruta- en una ciudad que genere un mayor sentido de pertenencia en sus ciudadanos, lo que eliminaría algunos vicios propios de las urbes actuales como la impersonalidad, las incivilidades, el elitismo, y potenciaría la necesidad de participación, la formación artística y el fomento de la identidad.
“La ciudad, después de 1939, se volvió muy impersonal, además llegó mucha población foránea que no necesariamente se identificaba con Chillán. Recuerda que hasta los 90, la meta de todo joven era emigrar, buscar un futuro en Concepción o en Santiago”, repasa Marco Aurelio Reyes.
En contraste, explica que “cuando tú ves que las barras de fútbol cantan, es la canción la que convierte a esa masa de gente en una unidad. El color de las camisetas, los convierte en una comunidad compacta y fraterna. En Chillán, eso lo puede lograr el patrimonio, su historia. Por ejemplo, cuando a Ñublense le va bien, la gente se une en torno al equipo. Imagina si saliera campeón…las camisetas rojas estarían en todas partes en la calle y Chillán sería más Chillán”.
Los 24 emblemáticos
Para la conquista de este objetivo, el Plan Bicentenario propone una cartera que incluye 24 proyectos llamados “emblemáticos”, 10 proyectos “detonantes”, 15 acciones de gestión prioritaria y 70 acciones enmarcadas dentro de 18 lineamientos y cuatro ejes estratégicos que persiguen potenciar todas las actividades sociales, cívicas, deportivas, culturales, del turismo, el comercio o la participación ciudadana en sus materias políticas.
Conforme a los plazos estimados para su ejecución, se han dividido en corto plazo (2022-2025), mediano plazo (2025-2029) y largo plazo (2029-2035).
En cuanto a su viabilidad financiera, se dividieron en aquellos que requieren de instrumentos de gestión pública y de iniciativas privadas.
Las primeras, se sostienen en presupuestos municipales, en el Fondo Nacional de Desarrollo Regional, Fondos Sectoriales y Alianzas Público-Privadas; mientras que las segundas, dependen de la inversión privada.
“Acá, lo que se debe resguardar es que estos proyectos cuenten lo antes posible con los respectivos RS del Ministerio de Desarrollo Social y dejarlos completamente financiados, ya sea con recursos del Consejo Regional o con fondos sectoriales, para que se asegure la continuidad del proyecto, ya sea por parte de esta administración municipal, o cualquier otra que nos suceda”, explicó el alcalde de Chillán, Camilo Benavente.
Para el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Ricardo Salman, “estos proyectos se podrían desarrollar y financiar conjuntamente entre los distintos sectores públicos, como el Ministerio de Obras Públicas, SERVIU, Vivienda y el Gobierno Regional. La colaboración entre todas estas instituciones junto a la Municipalidad de Chillán es crucial para la viabilidad de este plan. Nos preguntamos si es posible sacar adelante este plan y la respuesta es afirmativa: es posible desarrollar todas estas obras, siempre y cuando haya una buena gestión conjunta de nuestras autoridades”.
En cuanto al equipamiento propuesto para el 2035, se contempla en lo educacional y en lo cultural, un distrito de innovación (UdeC), un polo de salud (UBB), contar con Archivo Regional (en la Biblioteca Municipal), y el Museo Regional, que se proyecta para el sector Ultraestación.
En materia de Salud y Deporte, el equipamiento previsto es el Hospital Regional, el Centro Teletón y el Oncológico y una piscina temperada regional.
El equipamiento para parques, se refleja en el Parque Intercomunal Ultraestación, el Parque Satita Gajardo, la remodelación de la Plaza Los Héroes, el parque La Rufina Gore Ñuble, y un Jardín Botánico Conaf, en Paul Harris.
También se contempla en materia de infraestructura, el centro de Mantenimiento EFE, el Aeropuerto de Ñuble, la circunvalación Oriente, el acceso a la Ruta 5 Sur por Parque Lantaño y el de Sepúlveda Bustos.
Proyectos Emblemáticos
Los 24 proyectos llamados emblemáticos, buscan potenciar el funcionamiento de los servicios de infraestructuras en la Región y en la comuna, para fortalecer las condiciones de bienestar, calidad de vida y el desarrollo productivo en beneficio de los vecinos de Chillán, dentro de un corto plazo.
Entre los comunales, destacan la creación de centros comunitarios, los parques, el hermosamiento de las fachadas de los edificios del centro histórico, la creación de una red verde en el Estero Las Toscas, la intervención de todas las plazas del Damero Central, la revitalización de los edificios patrimoniales, la creación de huertos comunitarios, estacionamientos soterrados y en altura.
Siempre en el espectro comunal, para potenciar el patrimonio y las culturas, se busca crear un sistema de rutas patrimoniales, la activación de espacios culturales, la red de museos; mientras que para el fomento productivo e innovación, destaca el fortalecimiento del circuito Termas de Chillán, el polo comercial Terminal Rural.
Los proyectos emblemáticos de alcance regional son el equipamiento de Salud Regional y la creación de un polideportivo, La gestión integrada de residuos, la relocalización de la cárcel regional, la estación regional de transportes intermodal, la creación de la Universidad de Las Artes y Oficios, el Museo Agrícola, y equipamientos de Cultura Regional; en tanto que para el fomento productivo e innovación, se pretende crear un cluster de innovación e investigación, la creación de una Zona Económica Especial.
Los 10 proyectos detonantes
Los proyectos detonantes, buscan agilizar el desarrollo de ciertos sectores de la comuna y la integración social, a partir de una primera intervención física relacionada con un algún área de desarrollo prioritario o de revitalización barrial.
Los que apuntan al desarrollo e inclusión, son los pórticos de acceso comunal, las centralidades de barrio con la creación de servicios públicos y privados en las áreas con mayor déficit en estas materias.
Los de desarrollo sustentable, serán el mejoramiento del entorno de la estación de Ferrocarriles, el mejoramiento del entorno del Estero Las Toscas oriente, el mejoramiento de los tres paseos peatonales del damero, la habilitación del boulevard de Avenida Argentina y la renovación total del Patio Isabel Riquelme, junto con la integración de los modos de transportes, con transición a la electromovilidad.
“Desde la visión y experiencia de todos quienes trabajamos en este comité, representantes del sector público, privado y académico, y con el apoyo de equipos técnicos, hemos analizado las brechas históricas como la tasa de pobreza, el desempleo y la baja participación de las mujeres en el mercado laboral”, sostuvo Ricardo Salman.
El presidente del gremio de la construcción, concluyó que “hemos identificado desafíos y potencialidades que enfrenta nuestra ciudad de Chillán. A partir de este análisis, hemos propuesto proyectos de infraestructura cuya ejecución recae sobre distintos actores e instituciones del sector público, con el objetivo de mirar hacia una ciudad del futuro con un plan de obras e inversiones que esperamos puedan estar desarrolladas entre 2035 y 2039”.
El plan, en su totalidad, se publicó de manera descargable, de la página de la Municipalidad de Chillán. En ella se puede conocer la localización de los proyectos, las propuestas de revitalización barrial, los de desarrollo para las zonas rurales de la comuna, y aquellas iniciativas que apuntan a la educación y formación cívica del ciudadano del 2035.