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Pinto inició gestiones para su primer Plan Regulador

Dentro del primer trimestre de 2020 la comuna de Pinto, la Seremi de Vivienda y otras entidades, además de la comunidad, comenzarán el proceso para generar el Plan Regulador de la comuna turística.

Se trata del primer instrumento de planificación de este tipo para este territorio, que hasta el momento tiene la forma más básica de ordenamiento y posee un seccional que ha dado algunos criterios de desarrollo al territorio de las Termas de Chillán y Las Trancas.

La comuna, principal hito turístico de la región y que tiene una presión importante para construir, necesita una carta de navegación de manera urgente.

Para saldar esta deuda histórica, la Seremi de Vivienda, la Municipalidad de Pinto, la Intendencia y otras entidades se reunieron el pasado viernes para avanzar en el llamado de la licitación que buscará seleccionar a la empresa que se hará cargo de diseñar el plan.

Para elaborar el instrumento de planificación que requiere la comuna se tiene un presupuesto de $300 millones, cifra que pude ser considerada como elevada, pero que está justificada por los trabajos que deberán ser ejecutados por la consultora contratada, debido a que se parte de cero.

Entre los objetivos que se plantean está el generar las bases para que las inversiones futuras se desarrollen de manera armónica con el territorio, sobre todo en las partes elevadas.

Además, es preciso que la nueva normativa asegure la sustentabilidad ambiental y el uso del agua, un bien escaso y que en el caso de Las Trancas se maneja de manera irregular.

El seremi de Vivienda, Carlos Urrestarazu, destacó que “esta es la primera reunión de 2020 para coordinar esta licitación y ver en el futuro entre otros temas, el del agua potable sobre todo en Las Trancas”.

Este es un estudio caro, apuntó, “pues será participativo, donde será necesario congregar a distintos consultores y profesionales. Además es un territorio muy amplio y de mucha dispersión. Se partirá de cero, esta no es una actualización. En Pinto tenemos el límite urbano y límite rural así es que es un plan que es más caro que uno que se está renovando”.

El geógrafo Pablo San Martín  destacó la necesidad de ordenar el territorio de la comuna turística considerando que las normativas que lo rigen están obsoletas.

El profesional precisó que Pinto “tiene un instrumento normativo que regula los usos de parte de la comuna y es el Plan Seccional de Las Trancas-Las Termas, tal vez uno de los seccionales más extensos del país”.

Ese instrumento, subrayó, “que está muy obsoleto, impacta directamente sobre la Reserva de la Biósfera, pero Pinto no lo actualiza y urge que lo haga porque no se adapta a las características del territorio, no incorpora criterios actualizados de gestión de riesgos de desastres ni criterios actualizados de gestión ambiental”.

Clave medioambiental

La concejala y presidenta de la Comisiónde Medio Ambiente de Pinto, Rossana Sandoval Vidal, reconoce que en la comuna existe una deuda de larga data respecto de la planificación urbana.

Además, la edil subrayó que la zona tiene un estatus especial, pues una parte importante de su territorio está reconocido como Reserva de la Biósfera por la Unesco, lo que hace necesario formular un instrumento de planificación que atienda ese hecho y preserve la flora, fauna y el ecosistema de manera consistente para las futuras generaciones, de manera complementaria al trabajo que se ejecuta en la actualidad.

Dada la complejidad del trabajo que deberá ser ejecutado, pone de relieve que “es necesario que el Plan Regulador sea realizado con la presencia de la comunidad, en un proceso abierto, transparente y absolutamente informado”.

Plan fracasado

Hace aproximadamente 14años la comuna de Pinto inició un proceso para generar un Plan Regulador con el apoyo del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Biobío. Pero tras años de estudios el informe final fue desechado el año 2009, por lo que nunca pudo operar en el territorio que posee solamente el seccional de las Termas.

Esta carencia normativa derivó en que surgieran loteos irregulares y en Las Trancas no exista un ordenamiento urbano adecuado como fuera proyectado en el pasado, con calles bien definidas y un sistema de agua potable sustentable y basada en derechos de agua reconocidos.

Lo que sucede en la comuna de Pinto, si bien es extremo, se repite en otras comuna de Ñuble donde igualmente no ha existido interés manifiesto por ordenar los territorios a través de planes reguladores.

En la zona, de las 17 que cuentan con un Plan Regulador Comunal, ocho poseen instrumentos de gestión cuya entrada en vigencia data desde hace más de una década y están al borde de la obsolecencia. En este caso están Quillón, Yungay, Cobquecura, Ninhue, Portezuelo, Quirihue, Ránquil y San Fabián. En esta última comuna, el Plan Regulador data del año 1967, por lo que está sobradamente obsoleto. Las comunas que tienen planes reguladores recientes son El Carmen, Ñiquén, Coelemu, San Carlos, Chillán Viejo, Chillán, San Ignacio, Pemuco y Bulnes.

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