Productores frutícolas de la región alzaron la voz para pedir acciones concretas de parte de las autoridades, para frenar los reiterados robos que están enfrentando las empresas agrícolas de la región, pese a las importantes inversiones en medidas de seguridad que han debido concretar.
En los últimos dos años, bandas organizadas de delincuentes han arreciado su accionar en distintas comunas de la región, como Pinto, San Nicolás, Bulnes y San Carlos, sustrayendo principalmente fertilizantes y productos fitosanitarios, así como también herramientas.
Cristóbal Costa, productor de Pinto, reconoció haber sido víctima de robos en dos ocasiones: en diciembre del año pasado y más recientemente, hace un par de semanas, pocos días después de un hecho similar que afectó a Juan Cox, de San Nicolás. Costa detalló que el primer robo consistió en diez litros de un agroquímico que se emplea para controlar el pulgón del avellano, avaluados en más de $3 millones, y que, en el segundo, tras haber invertido en medidas de seguridad, como cámaras, alarmas y reforzamiento de la infraestructura, los desconocidos, al no poder acceder a la bodega, optaron por llevarse tres orilladoras y una galletera.
En los videos de las cámaras de seguridad se observa la participación de encapuchados, con un claro conocimiento del valor de los productos que se almacenan en las bodegas. “Es un problema que se está dando en toda la región, no son hechos aislados, son recurrentes. Son personas que saben lo que vienen a buscar y prefieren justamente aquellos productos más caros, más fáciles de transportar. Al parecer es una banda muy bien organizada de la zona norte, de hecho, una de las víctimas, Juan Allende, de Bulnes, halló un teléfono de uno de estos sujetos y le hizo un seguimiento e identificó que esta persona es de Melipilla, le entregó los antecedentes a Carabineros, pero no hicieron nada, la Fiscalía no ha hecho nada”, relató Cristóbal Costa, quien advirtió hay una red, hay un mercado paralelo de insumos “y agricultores dispuestos a comprar estos productos robados”, razón por la cual, afirmó que ya no recibe en el campo los productos que compra, sino que los retira personalmente de la distribuidora.
Extreman seguridad
Un productor de San Carlos, que pidió reserva de su nombre, reveló que ha sufrido robos en cuatro ocasiones, por lo que resolvió concretar una importante inversión para convertir su bodega en un verdadero búnker. Según afirmó, se trataría de robos por encargo, dada la especificidad de los productos que buscan.
Juan Cox, de San Nicolás, quien ha sufrido tres robos en los últimos tres meses, explicó que “siempre se roban productos de un litro, porque son fáciles de llevar. Entran caminando, en promedio, en cada robo son $10-$12 millones, porque son productos caros, ellos ya los conocen, son robos por encargo”.
Relató que, en el último robo, registrado hace dos semanas, los sujetos intentaron sin éxito ingresar a la bodega, protegida por barrotes, lo que activó las alarmas y los ahuyentó. Sin embargo, tras la visita de Carabineros, tres horas más tarde volvieron con un menor que logró penetrar entre los barrotes y sustraer $8 millones en insumos, con tal rapidez que, al volver la patrulla policial, los desconocidos ya habían huído con su botín.
Cox aseveró con desesperanza que, “los carabineros nos dicen que no tiene mucho sentido perseguir este delito, dado que se sanciona como hurto en lugar no habitado, lo que supone una multa de 1 UTM y un día de reclusión. Esto es un chiste. Lo que necesitamos es que las autoridades destinen recursos a la investigación de estos delitos, para dar con los líderes de la organización y con quienes compran estos productos, pero en la PDI nos dicen que no cuentan con el personal suficiente. La verdad es que, al tratarse de productos tan específicos, no debiera ser tan difícil identificar a los potenciales compradores”.
De igual forma, Hernán Ruiz, de Pinto, lleva más de 40 años dedicado al rubro frutícola y aseguró que nunca imaginó que tendría que enfrentar una crisis de seguridad como ésta. Tras sufrir tres robos, además de invertir en medidas de seguridad, optó por no almacenar los insumos en el campo, por lo que, en el último robo, registrado la semana pasada, los ladrones se llevaron $8 millones en escaleras de aluminio que se emplean en la cosecha, tijeras y serruchos de podar y máquinas de espaldas.
“Vienen en camionetas durante la noche, son grupos especializados en el tema; todas las veces hemos llamado a Carabineros, se hace el procedimiento, pero todo queda ahí”, comentó el productor, quien planteó que “el negocio está tan ajustado, y ahora con estos robos reiterados, casi estamos pensando en cerrar el huerto”.
Autoridades
En ese contexto, Carlos González, presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, afirmó que es un problema muy grave y que, ante la falta de respuesta por parte de las instituciones, solicitaron una reunión con las autoridades regionales de seguridad para exponer la situación y buscar soluciones.