Sorpresa y molestia causó entre los funcionarios de la Delegación Presidencial de Ñuble, la presencia de un grupo de obreros que, a primera hora de la mañana , se encontraban el segundo piso del edificio público que comparten junto al Gobierno Regional de Ñuble, la Corte de Apelaciones y otros servicios públicos, tratando de desmontar la mampara de vidrio que separa el pasillo de acceso del hall de recepción de las oficinas de quienes trabajan ahí.
Hechas las consultas de rigor, les dieron como respuesta que los habían mandado desde el GORE (ubicado en el tercer piso) a retirar el separador de vidrio.
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Lo que pareciera solo un hecho casi doméstico fue interpretado, por parte de los trabajadores de la Delegación (delegado incluido según explicaron) como un acto de presión por parte del gobernador de Ñuble, Óscar Crisóstomo, para que la Delegación Presidencial abandone las dependencias de este histórico inmueble que alguna vez fue Gobernación Provincial e Intendencia de Ñuble.
A través de una vocería general, el gremio de trabajadores de la Delegación Presidencial dijeron a La Discusión que “el acto no contaba con la autorización ni el conocimiento de nuestro ministerio, por lo tanto nos parece que fue una determinación arbitraria del gobernador, Óscar Crisóstomo. Para nosotros es un acto que nos menoscaba, nos parece una falta de respeto”.
Los funcionarios explicaron además, que el delegado Pradenas conversó directamente con Crisóstomo tras lo ocurrido para pedirle explicaciones, ignorando el contenido y la conclusión de ese diálogo.
“Esto no es primera vez que pasa esto. Generalmente ocurre en épocas festivas como las Navidad o las Fiestas Patrias, cada vez que nuestro delegado niega permisos para celebraciones masivas”, añaden los trabajadores.
La Discusión buscó la interpretación del hecho por parte del gobernador, sin embargo, declinaron responder.
Si bien existe un mandato presidencial para que las Delegaciones entreguen los edificios públicos a los Gobiernos Regionales, no se especifican fechas y, por lo demás, se plantea que esta entidad debe, en primer lugar, encontrar otro espacio adecuado antes de salir de las dependencias actuales.
En la Delegación miran el ala que hoy utiliza la Corte de Apelaciones la que deberá trasladarse en mayo próximo al nuevo Centro de Justicia en calle Yerbas Buenas.
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