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Pandemia y falta de mano de obra han retrasado en cerca de 112 días las faenas del Centro de Justicia

Los efectos de la pandemia y las restricciones sanitarias significaron el retraso de casi un semestre en las obras del Centro de Justicia de Chillán, el que conforme a la programación original del proyecto, ya debería llevar cerca de un 99,93% de avance.

Las dificultades para trasladar materiales e incluso para encontrar mano de obra disponible han sido dos obstáculos insuperables para el normal desarrollo de esta construcción, la que –conforme a los últimos informes evacuados desde la Corporación de Administración Judicial de Ñuble, alcanza el 80,46%, lo que equivale a 112 días de retraso (19,48%).

De esta manera, si el edificio estaba contemplado para ser entregado por parte de la empresa constructora, como fecha tope la de junio de este año, y así concretar al traslado y ocupación de éste en el mes de septiembre; los inconvenientes forzaron que el plazo de entrega para octubre de este año y su ocupación para los primeros meses del 2022.

El proyecto, cuyo costo es de $18.359 millones, es considerado como una obra emblemática y junto a la construcción del Hospital Regional representan los dos proyectos de infraestructura de mayor importancia para la región de Ñuble.

Será en este Centro de Justicia que se establecerá a la Corte de Apelaciones de Chillán, a los dos juzgados civiles y al Tribunal de Familia, ambos ubicados en el centro de la capital regional y estará ubicada en la esquina de las calles Vegas de Saldías con Yerbas Buenas.

Por lo demás, tanto el Segundo Juzgado Civil como el Tribunal de Familia ocupan dependencias en arriendo, por lo que este retraso forzaría a la Corporación de Administración Judicial revisar esos contratos, ante el caso que, cruzándose el límite de año 2020, ambas instancias judiciales deban renovar sus contratos con los dueños de ambos inmuebles.

La Corte de Apelaciones de Chillán y el Primer Juzgado Civil ocupan dependencias del edificio de la Intendencia, tanto por el costado de calle Libertad, como por Bulnes, entre Arauco y 18 de Septiembre, edificio en el que también están ubicadas las oficinas de la Corporación de Administración Judicial de Ñuble.

Las especificaciones

El Centro de Justicia contará con dos volúmenes, con uno principal de seis pisos y una superficie total de 10.310 metros cuadrados, de los que 2.591 metros cuadrados corresponden a nivel de subterráneo.

En las plantas sobre el nivel de terreno se albergarán oficinas, salas de audiencias y sectores de atención al público.

En el nivel de subterráneo se encuentran estacionamientos, zona de Gendarmería y áreas técnicas (estanque de agua potable, sala de bombas y un generador eléctrico).

La estructura albergará las nuevas dependencias de la Corte de Apelaciones de Chillán, así como el Juzgados de Familia y los dos juzgados civiles, contando con estándares de eficiencia energética, seguridad, controles de acceso diferenciado y monitoreo de funcionamiento.

“Hay muchos edificios que se están construyendo en el país que son de un grado de modernidad bastante elevado y sin duda alguna, éste es uno de ellos, al menos en lo que se refiera a eficiencia energética, es uno de los de más adelantados”, manifestó el arquitecto Alfredo Massmann.

También se ha destacado que respecto a su fachada, contará con jardines y piletas a las que el público general podrá tener libre acceso tanto de día como de noche, como una manera de representar la política de puertas abiertas con que en los últimos años ha estado actuando la justicia en Chile.

Una segunda sala

El diseño de este edificio, creado por el arquitecto Alfredo Massmann, de Temuco, incluye espacio para una segunda sala de ministros en la futura Corte de Apelaciones de Chillán, lo que responde al viejo anhelo del tribunal de alzada de duplicar su nómina de magistrados y distribuir el trabajo, lo que redundaría en una evacuación de causas doblemente más rápida.

Lo anterior, no significa por cierto, que la Corte esté atrasada con el desarrollo de sus causas.

Sin embargo, el que estén las salas necesarias no es el único requisito para que ambas operen de manera constante y de forma simultánea, ya que el nombramiento de otros tres ministros depende tanto del Poder Judicial como del Ejecutivo y de los recursos que se esté dispuesto a entregar a nuestra región para este propósito.

Al respecto, la seremi de Justicia, Jacqueline Guíñez explicó a LA DISCUSIÓN, que “se trata de una responsabilidad paralela, porque claramente las postulaciones se hacen el la Corte Suprema, que es de donde sale una terna. Luego de eso se la envía al Poder Ejecutivo y es nuestro ministro de Justicia quien debe nombrarlo”.

Si hay recursos o no, la seremi admite que “desde que asumimos como nueva región, se ha elevado esta solicitud al Poder Judicial y sé que ha habido conversaciones con el ministro, pero el tema de los recursos pasa más por la Corporación de Administración del Poder Judicial más que por el Ejecutivo”.

De todas formas, la seremi advierte que sí se ha dotado a la Corte de Apelaciones para que funcionen con abogados integrantes, de manera que se pueda funcionar en dos salas los días jueves.

Actualmente, los abogados integrantes son Juan de la Hoz, Gumercindo Quezada y José Domingo Fuentes.

Se retira un ministro

En diciembre de 2020, el Ministerio de Justicia confirmó el nombramiento de la jueza Paulina Gallardo García como ministra de la Corte de Apelaciones de Chillán.

La magistrada se desempeñaba en el Primer Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Santiago y llegó a la corte chillaneja, para reemplazar al ex ministro Christian Hansen, quien se acogió a retiro en agosto del 2019.

De esta manera la nómina de ministros en el máximo tribunal regional la componían los magistrados Guillermo Arcos, Darío Silva, Claudio Arias y Paulina Gallardo.

Sin embargo, ya es un hecho que en agosto de este año, el ministro Silva cumple 75 años de edad, por lo que deberá acogerse a retiro.

Una vez más, quedará un vacante en un cargo clave para la judicatura regional.

Por lo demás, en no mucho tiempo (el 30 de noviembre de este 2021) más será el turno del retiro del magistrado Óscar Ruiz Paredes, quien actualmente ejerce en el Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de Chillán, por lo que se requerirá del nombramiento de dos nuevos jueces.

Y aunque en el TOP ha habido un funcionamiento normal, pese a los retrasos lógicos de la pandemia, la presidenta de este tribunal, magistrado Claudia Montero advierte que “actualmente contamos con una carga laboral tal que creemos muy necesario habilitar otra sala, lo que significaría traer otros tres jueces más”.

En comunas

En lo que respecta a infraestructura, no hay anuncios vigentes ni en ejecución en el resto de las comunas de Ñuble.

Sin embargo, sí habido diversos nombramientos entre 2019 y 2020.

La jueza Sandra Rozas asumió en el Juzgado de Garantía de Yungay, mientras que la magistrado Milena Aedo ocupó el cargo de jueza del Segundo Juzgado Civil, que dejó Claudia Arenas, quien asumió como ministra de la Corte de Apelaciones de Arica.

El retiro del juez Fernando Tarbes del Juzgado de Letras y Garantía de Quirihue (en 2020) fue ocupado por la magistrado Ivonne Concha.

Finalmente, el año pasado también se nombró a las magistrados Ilse Vargas y Antonieta Núñez como juezas del Juzgado de Letras y Garantía de Coelemu.

Felipe Ahumada

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