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Pandemia acentúa la conexión digital de los adultos mayores en Ñuble

Mauricio Ulloa

La edad no es una barrera para dar el salto a lo digital, más aún si la vida transcurre en pandemia. Así lo demuestran adultos mayores a nivel local, quienes encuentran en medios tecnológicos la posibilidad de estar conectados sin barreras con su entorno, ya sea para navegar por Internet, comunicarse con sus cercanos, a través de una aplicación, o publicar parte su vida y saber la de otros en redes sociales, más aún cuando las altas cifras del Covid-19 en la comuna, producto de brotes intradomiciliarios, impiden el reencuentro.

A sus 80 años, Luz Poblete Caro, quien trabajó en el pasado en la Tesorería General de la República, aún ejerce su profesión de contadora en su oficina particular, ubicada en paseo Arauco, donde junto a su asistente “Sarita”, realizan los diversos trámites de sus clientes quienes en su mayoría son dueños de pymes de la región.

Luz se declara una apasionada por los temas tributarios y para cumplir cabalmente con su trabajo siempre ocupa su tablet, un regalo de sus hijos, que ha utilizado para navegar por internet e indagar en alguna modificación en su rubro. Revisa, evalúa y rescata los puntos claves que registra en su libreta de apuntes. No solo busca información respecto a su área, también de salud, un tema relevante en su vida, considerando que tiene un marcapasos y este año fue operada de las arterias carótidas. Pese a eso sigue vigente plenamente en su actividad, sin contratiempos, ya que para ella su trabajo de media jornada es su terapia.

“Es importante, porque uno no puede quedarse en el pasado, así estás actualizado de todo lo que pasa. Quiero saber algo, lo busco acá, una ley que me interesaba, sobre alguna modificación que hubo y la busqué en mi tablet. Lo anoto y le digo a ella (Sarita) o a mi hija que me impriman el documento de lo que busqué en Internet. Yo no me tomo un remedio sino busco los pro y los contra en Internet. Todo lo buscó ahí. Por eso es importante, ojalá todos pudieran hacerlo, porque si estás fuera uno puede cometer errores”, explica.

Bajo este escenario de emergencia sanitaria, cuenta que son cada vez menos las atenciones presenciales en su oficina, ya que ahora predominan las gestiones a través de WhatsApp y por correo, medios que han permitido dar mayor eficiencia a los procesos y garantías de mayor seguridad, al quedar respaldo de toda la información.

“A raíz de la pandemia, la oficina se tuvo que cerrar en un periodo crítico por las declaraciones juradas, de renta e IVA, lo que generó mucho trabajo. La gente venía y nos traía los libros, pero como se cerró la gente se acostumbró y mandó toda la información por WhatsApp a Sarita y se acostumbraron a depositar en cajas vecinas. Todo lo hacemos sin la presencia de la gente ahora. Yo trabajaba desde mi casa, fue un periodo de mucho trabajo al igual que Sarita que hacía lo mismo, y nos enviamos la información y ella atendía a los clientes por WhatsApp”, comenta.

En la oficina de la profesional chillaneja no solo hay espacios para cálculos, también para la solidaridad en tiempos de crisis. Cuenta que el 30% de sus clientes han sido golpeados por la emergencia sanitaria, específicamente quienes se desempeñan en el rubro de transporte y restaurantes, a quienes frente a la necesidad le ha tendido una mano en medio de las dificultades económicas que los asfixian.

“Tengo gente que no le he cobrado, a otros les doy facilidades, a otros les cobro el 50%. Claro, porque les bajan los ingresos, pero esto no va ser toda la vida, y si no pueden pagar, no pagan, pero no me voy a morir por eso. Si a un cliente veo que no le está yendo bien le digo que se quede tranquilo, y que cuando abra y le vaya bien me paga de a poco, pero no me desespero a estas alturas, gracias a Dios. Mientras pague el sueldo a mi secretaria y el arriendo de la oficina estoy contenta”, expresa.

Luz tiene un Facebook, donde tiene información de carácter personal. Admite que no es tan activa en esa red social, ni tampoco difunde sus servicios profesionales en ella, ya que la publicidad del “boca a boca” ha sido la que mejores resultados le ha dado a través de su larga trayectoria, en la que ha llevado la contabilidad de negocios familiares, donde hay traspaso de generación en generación. Lo que más utiliza es el WhatsApp especialmente para comunicarse con sus seres queridos y amigos de la “Red Comunicacional del Adulto Mayor”, grupo al que pertenece hace 6 años. Aprendió a utilizar la App sin dificultades, gracias a la ayuda de sus hijos y nietos, una herramienta que ha sido fundamental sobre todo durante el periodo de pandemia, donde se mantuvo 60 días encerrada en su departamento.

“En el WhatsApp hablamos de todo lo que nos va pasando. Cualquier novedad comentamos, nos saludamos para los cumpleaños, por el momento, porque no nos podemos juntar. Ha sido muy importante para nosotros y cada vez más señoras está tratando de aprender y tener un WhatsApp. El 90% del grupo está incorporado”, detalla.

Foto: Mauricio Ulloa

“Nunca es tarde para aprender”

La chillaneja Teresa Soto Olivero es uno de los más de 40 adultos mayores de todo el país que participaron en el curso gratuito de Alfabetización digital dictado a partir del mes de junio por la Asociación Regional de Informáticos de Ñuble tras un convenio con la Asociación Nacional de Adultos Mayores (Anam) Chile con el propósito de interiorizarlos en el manejo de plataformas y aplicaciones digitales.

La docente jubilada agradece que en los casi cuatro meses que duró la capacitación adquirió nuevas herramientas que le ayudan a conectarse con las personas de una forma más rápida, por lo que asegura que la conectividad digital le ha permitido enfrentar de una mejor manera la pandemia por Covid-19, más aún cuando vive sola en su domicilio.

“Debo reconocer que este curso me ayudó bastante porque logré internalizar más el significado de lo que es la tecnología y el verdadero significado de lo que es estar conectado, el uso de la telefonía móvil, el correo electrónico y la mensajería instantánea son elementos importantísimos para los mayores para agilizar la comunicación con los demás. Y ahora manejo Zoom y nunca pensé que podía hacer algo así, uno se comunica con la persona, la está viendo, se puede hacer en cualquier momento, también aprendí a comunicarme por WhatsApp y son cosas tremendamente positivas”, dice.

Teresa sobrepasa los 70 años de edad y para ella no existen límites cuando de aprendizaje se trata. Considera que todos los adultos mayores deberían tener acceso al uso de las nuevas tecnologías, pues asegura que es una manera de fomentar la salud mental y emocional de las personas.

“Pienso que envejecer no significa perder la capacidad de adaptarse a los cambios, uno no debe quedarse atrás, en el pasado, gracias a Internet hay un mundo de opciones para los adultos mayores donde es posible aprender, crecer, ampliar sus conocimientos y sus experiencias, nunca es tarde para aprender. No por ser adultos mayores hay que ponerse límites”, detalla.

Asegura que la crisis sanitaria provocada por el Covid ha traído consigo grandes cambios en varios aspectos, como por ejemplo en la educación, que se ha transformado para dar paso a las clases online.

“Nadie imaginó este desastre mundial que es la pandemia y que nos ha demostrado en la práctica la importancia de la conectividad entre las personas, la familia y los amigos, y me he dado cuenta de que esto de la educación digital llegó para quedarse, aquí no hay vuelta atrás, sin duda que el paradigma educativo ha cambiado, ya no vamos a volver nunca más atrás, eso me queda bastante claro”, destaca.

La profesora admite que el comienzo de la pandemia significó un periodo de estrés, por lo que buscó realizar actividades que permitieran ocupar su mente y mantenerse resguardada en su hogar.

“Al principio fue muy preocupante y estresante pero lo fui tomando con calma y reflexionado porque eso no me iba a traer buenas consecuencias y como siempre me ha gustado leer, escuchar música, escribir, logré salir adelante. Los tres primeros meses diría que fueron críticos pero después lo tomé con mucha calma y buscando situaciones que a uno le dieran paz y tranquilidad en actividades positivas que hicieran el día a día más llevadero”, comenta Teresa, y añade que hoy día a esos ratos de ocio le suma el mantenerse en contacto con familiares y amistades a través de las aplicaciones digitales.

Foto: Mauricio Ulloa

Videollamadas

A sus 91 años Isaura Matus Villarroel se sorprende con la variedad de opciones que brinda el mundo digital. Luego de no saber cómo era el uso de un teléfono hoy día domina aplicaciones como YouTube y  WhatsApp a través de un Smartphone, obsequiado por Prodemu como parte del Taller de Empoderamiento Digital.

“Antes no tenía conocimiento de la tecnología, tenía un teléfono antiguo, le tenía hasta susto, y ni siquiera lo quería tener porque encontraba que no podía manejarme en eso, entonces solo tenía teléfonos antiguos especiales para adultos mayores que todavía eran bastante difícil de manejar, yo no sabía ni leer un mensaje, tenía que leérmelo mi hija. Apenas y contestaba, y para llamar también tenían que ayudarme”, reconoce.

Ocho clases fueron suficientes para que Isaura, quien preside desde hace varios años la junta de vecinos Eduardo Frei Montalva y la Asociación de Pensionados de Pemuco, aprendiera nuevas herramientas que ahora considera indispensables tanto para lo personal como para las labores que desarrolla como dirigente.

“La ventaja ha sido que estoy conectada con mis familiares, amigos, con mi grupo y puedo hacerlo yo misma con mis manos y mis dedos, cosa que no hacía antes porque tenía que hacerlo con mi hija, ahora lo puedo hacer sola y eso es una maravilla. Lo que más me gusta son las videollamadas porque puedo ver a las personas, también tengo Facebook. Mis nietos eran los más contentos porque nos podemos comunicar por videollamada, había nietos que no veía desde el año pasado. Antes ellos me llamaban a través de mi hija, pero ahora los llamo yo”, destaca.

“Esta herramienta la he incorporado a mis labores diarias como dirigente, ya no tengo que andar casa por casa avisando las cosas, ahora comunico las cosas por video llamadas y por mensaje, y puedo leerlos también si es que me envían”, añade.

Isaura indica que echa de menos las reuniones con familiares, vecinos y socios de la agrupación, pero debido al coronavirus debe extremar los cuidados pues es hipertensa y hace tres años sufrió dos infartos, pero adelanta que está buscando la manera de realizar un encuentro virtual donde pueda participar la mayoría de las personas.

“Esta pandemia me costó mucho asumirla porque estaba acostumbrada a una vida muy activa, me tuve que ir restringiendo y depender de los demás, había que estar dentro de la casa, no se podía salir, recibir a la amiga o la vecina”, expresa.

Foto: Prodemu

Texto: Susana Núñez/Antonieta Meleán

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