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Oferta educativa particular en Chillán suma nuevo plantel para el año 2020

Seis familias chillanejas trabajan desde hace un año en levantar el proyecto educacional Colegio San Agustín Chillán, que según plantean vendrá a llenar un vacío en la capital de Ñuble.

Verónica Simpson (profesora básica), Daniela Carlin (ingeniera comercial), Luz María Izquierdo (profesora básica), Macarena Abásolo (ingeniera comercial), María José Costa (psicopedagoga) y Pilar Sepúlveda (psicóloga) vieron que con el nacimiento de la Región de Ñuble y la llegada de jóvenes profesionales, la oferta de colegios en la ciudad no daba abasto para responder a esta nueva situación, sobre todo, si se buscaba un proyecto específico.

“Conversando respecto de la educación actual y con el nuevo sistema de admisión como contexto, advertimos que un grupo grande de gente se queda sin colegio, y hay espacio en Chillán para un colegio particular, con características bien específicas: un colegio católico y con énfasis en el inglés”, sostuvo la futura directora del establecimiento, Verónica Simpson.

Sobre este último punto, Daniela Carlin agregó que están trabajando con dos profesoras nativas de Estados Unidos, quienes brindarán asesoría en este ámbito.

Respecto si el establecimiento contará con plan de integración, Verónica Simpson recalcó que “como colegio, estamos obligados a recibir a todos los niños. Seguramente no tendremos la capacidad para recibirlos a todos, tenemos la mejor disposición, pero para eso necesitamos el trabajo colaborativo de los padres”, dijo.

Metodología moderna

En marzo de 2020 el Colegio San Agustín abrirá sus puertas en una casa ubicada camino a Cato o camino Coihueco (están viendo opciones), con cinco cursos: playgroup, prekínder, kínder, primero, y segundo básico, cada uno de ellos con un máximo de 25 ó 30 alumnos por sala.

“Más adelante pensamos construir, pero no sabemos aún si lo haremos en el mismo sector”, sostuvo Daniela Carlin.

A partir de septiembre contratarán al equipo docente, que constará en un principio de seis profesores(as), dos coordinadores(as) y una directora.

“Se trata de un proyecto exigente, cuya metodología será distinta, pues los niños ya no aprenden como antes. Contratamos la asesoría de la Fundación Pentecostés de Schoenstatt, cuyo modelo es el kentenijiano (MPK). Ellos acompañarán constantemente a nuestros docentes, y es más, el colegio pasará a formar parte de la red de colegios de la Fundación Pentecostés una vez que obtengamos el reconocimiento oficial”, afirmó Verónica Simpson.

¿Qué diferenciará al Colegio San Agustín de otras ofertas similares consolidadas en la ciudad? La futura directora fue clara: “Nos diferencia el que somos católicos, tenemos inglés, estamos partiendo con los primeros niveles y traemos una metodología moderna y más actual que las otras que se ofrecen en Chillán, que ya está probada en colegios buenos de Santiago, Viña del Mar, Concepción y Guayaquil, Ecuador, con buenos resultados. Hoy no se puede tener un currículum rígido, el mismo hecho de abrirse a la diversidad nos obliga a no tener un currículum rígido”, agregó.

El colegio no contará con selección, sino con entrevistas a las familias, para medir el compromiso con el proyecto, y una evaluación u observación a los niños.

“No se discriminará a nadie por no estar casado o bautizado. Solo pedimos no remar en contra del proyecto”, sostuvo Verónica Simpson.

En cuanto al valor, afirmó que “el próximo 4 y 9 de julio, a las 19.30 horas en el tercer piso del Teatro Municipal, haremos reuniones abiertas a la comunidad para entregar toda la información pedagógica y en cuanto a valores del colegio. Habrá, además, fichas de preinscripción para quienes estén interesados. El valor será muy similar al de los actuales colegios particulares de Chillán, y habrá incentivos para que familias de varios hermanos puedan matricularse”, manifestó.

Actualmente, solo tres establecimientos particulares existen en Chillán: el proyecto El Remanso (Waldorf), que no tiene reconocimiento, y los colegios Wessex y Alemán, cuyas mensualidades oscilan entre los $200 mil y los $300 mil, a lo que hay que sumar una cuota de incorporación por familia, que va desde las 10 a las 30 UF.

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