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Ocho edificios prontos a entregar: ¿Qué cambios generarán en el centro?

Mauricio Ulloa

Basta con dar un recorrido por el centro de Chillán para darse cuenta de que de a poco han empezado a surgir nuevos “gigantes” en las calles. Las torres de edificios, de hasta 21 pisos de altura, se han esparcido dentro de las cuatro avenidas de la ciudad cambiando su fisonomía. Y actualmente hay al menos ocho obras prontas a ser entregadas.

Por años, el edificio Los Héroes formó parte del paisaje urbano del centro de la capital regional. Sin embargo, tras los daños que sufrió durante el terremoto de 2010, fue demolido para dar paso al nuevo y renovado proyecto Paseo Los Héroes.

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Ahí, en la esquina de calle 18 de septiembre con Avenida Libertad, se está levantando la que promete ser la edificación más alta de la ciudad con 21 pisos de altura. Aunque el proyecto considera dos torres y la segunda será de 17 pisos. En el último tiempo, este vistoso edificio ya ha dejado ver su gran magnitud.

En concreto, la construcción es de uso mixto ya que cuenta con oficinas, una placa comercial de cuatro niveles, un hotel y seis niveles para estacionamiento. Y hace poco más de un mes, se confirmó que el Tru by Hilton, marca de gama media de la cadena Hilton, será el que se instalará en el futuro paseo con 90 habitaciones.

Si bien la entrega del Paseo Los Héroes para su recepción final está prevista para el 30 de mayo de 2023, la inmobiliaria informó que el 16 de enero de 2023 entregarán parte de la obra.

Tal como promete, este será el edificio más alto de Chillán. Un aspecto que para algunos expertos es símbolo de progreso en la nueva región.

“Las ciudades modernas deben procurar diversificar en torno a su infraestructura existente, y evitar en lo posible una prolongada extensión de las ciudades, porque ello implica altos costos de inversión pública en los que no es posible siempre avanzar, y además de altos costos para las familias por su desplazamiento. Por tal motivo, las avenidas o ejes principales deben albergar a las mayores edificaciones, ofreciendo a la comunidad estar próximos al equipamiento comercial, laboral, servicios públicos, educacional y de salud, y todas estas condiciones las ofrece el centro de la ciudad, por ejemplo”, detalla el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Ricardo Salman.

A pesar de que estos nuevos edificios habitacionales podrían tener un impacto en la fisonomía de la ciudad, el dirigente comenta que también vienen a revertir el problema de despoblamiento habitacional, que ha transformado el centro de la ciudad en una zona de oficinas y comercios, carente de oferta para albergar a las nuevas familias que vienen a establecerse en la ciudad.

“Estos proyectos habitacionales de oficinas y de servicios, como los hoteles, vienen a resolver necesidades actuales de los ciudadanos, y a la vez, prepararse para una importante migración hacia nuestra ciudad proveniente principalmente del Norte del país, es así como se proyecta de aquí al 2030 que nuestras ciudades de Chillán y Chillán Viejo lleguen a tener 270.000 habitantes, es decir 50.000 habitantes más que hoy, a quiénes se les debe dar una solución de espacios, habitacional y laboral, y las empresas han venido respondiendo para hacerse cargo de este desafío con los nuevos proyectos ofertados”, puntualiza Salman.

Por otro lado, el Dr. Leonel Pérez Bustamante, decano de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía de la Universidad de Concepción, explica que cuando aparecen estas nuevas construcciones en ciudades en vías de desarrollo, como Chillán, hay que observar bien si se trata de un elemento positivo o a largo plazo podrían tener un efecto contrario.

“La experiencia de ciudades como Santiago o Concepción ha sido muy crítica con estos edificios. Lo ha sido porque atraen algunas problemáticas o patologías como pérdida de luz, a veces han traído congestión de los alcantarillados, que son problemáticas bien funcionales, y en otros casos unas más profundas porque han traído un reemplazo del tejido social”, detalla el experto.

Esto significaría, por ejemplo, que en la manzana donde llegan a instalarse estas grandes obras, el sentido de comunidad se pierde porque llegan a vivir nuevas personas que “de alguna manera expulsan a los antiguos habitantes o las generaciones tradicionales.Entonces hay un proceso de recambio social, pero que aquí es poco paulatino, es muy violento. Hay que tener en consideración estas problemáticas que pueden acarrear estos edificios”.

Los más altos

A los 21 pisos del Paseo Los Héroes, les sigue en altura la torre del mismo proyecto y el edificio Centro Chillán II, ambos de 19 pisos. Este último, está ubicado en Arauco 861, cerca de la calle Arturo Prat, y contempla la construcción de 211 departamentos. Actualmente, se encuentra en la etapa de terminaciones y tiene una fecha estimada de entrega para finales del primes semestre de 2022.

Con 15 pisos, luego le sigue el proyecto Plaza Victoria, en Maipón 255, frente a la plaza del mismo nombre. Según su portal inmobiliario, tiene una fecha de entrega estimada para el segundo semestre de 2023.

Mientras que el proyecto Nuevo 18, ubicado en 18 de septiembre 140, cuenta con 13 pisos de altura y 133 departamentos. A cargo de la empresa Vellatrix y la constructora Avatar, tiene una fecha de entrega para finales del primer semestre del próximo año, entre mayo o junio.

El decano de la FAUG precisa que la recomendación de los expertos es buscar la armonía dentro de los centros urbanos, una que podría perderse en la capital regional si es que no se regulan las futuras construcciones.

“Con estas torres de edificación se pierde la escala humana, se pierde el sentido de comunidad, se pierde el control de los gastos comunes, quien entra y sale de los edificios. Son patologías que ojalá no se den en Chillán, pero que ya sabemos se han dado en Santiago y Concepción. Creo que es importante que las administraciones públicas pudieran regularlo porque Chillán es una ciudad muy agradable. Es un centro muy vital y armónico”, informa el Dr. Pérez.

En este punto, la concejala y presidenta de la Comisión de Obras Públicas y Patrimonio, Yanina Contreras, manifestó su preocupación por perder la identidad arquitectónica de la ciudad.

“Se habla de una ciudad en crecimiento, pero creo que son muchas torres juntas y eso claramente tiene un impacto en el urbanismo, en el diseño del centro de nuestra ciudad, desde punto de vista arquitectónico de la fachada, del rostro, porque va a tener un cruce con lo patrimonial”, manifiesta la concejala.

Además, añade que también podría tener futuros efectos en el tránsito ya que va a generar una concentración vehicular para lo cual la ciudad no está preparada. “Estamos en una ciudad que lamentablemente no ha podido solucionar al 100% los tacos, por ejemplo, en los puntos de acceso a la ciudad. Estos edificios van a traer su propio movimiento y eso incluye una cantidad de pisos para estacionamientos, que se van a ocupar durante el día pero que en los horarios peak esos autos van a querer desplazarse. La verdad es que no estamos preparados para una sobrecarga”.

Buscar alturas medianas

Por otro lado, hay otros cuatro edificios que no superan los 12 pisos de altura. Estos son, el edificio Monteprado, Purén 315, de 147 departamentos; Centro Urbano 18S, ubicado en 18 de septiembre 246, destinado a oficinas comerciales; Edificio Arrau, en Independencia 150; y Edificio Arboleda Valdepeñas, Avenida O’Higgins 1201, el de menor tamaño con solo 8 pisos de altura. La mayoría tiene fecha de entrega para el próximo año.

Aunque la altura recomendada también depende de las construcciones aledañas, el Dr. Leonel Pérez de la UdeC, precisa que lo ideal son los edificios de mediana escala. “Los expertos coincide en que una escala de seis pisos pudiera hacer ciudades de alta calidad, como Barcelona en España. Lo que se llama los edificios de altura media, esto es entre cuatro y siete pisos, una altura que permite que el sentido de comunidad permanezca, permite al desarrollo inmobiliario tener utilidades y tener cascos centrales más viales con más gente, pero no sobrepasada”, establece.

Mientras que para la concejala Contreras quizás la media de 10 pisos podría ser el futuro de los edificios en Chillán. “Hay que buscar un equilibrio y ese está literalmente en buscar una altura que beneficie la inversión de las inmobiliarias pero que no nos dañe ni menoscabe nuestras edificaciones patrimoniales, pero más que las edificaciones que no nos afecte en nuestro diario caminar en la ciudad y en nuestro sentido de la escala humana, eso es lo que se busca”, declara. Además, la autoridad ha expresado su preocupación por la conservación del patrimonio chillanejo, “nosotros tenemos una identidad propia en términos patrimoniales y que se arrastra desde el terremoto del 39 y con cada episodio que hemos tenido como chillanejos desde nuestra última fundación. Esto se rompe con estas grandes estructuras.

Sobre esto, Anabella Benavides, arquitecta Magister en Patrimonio Urbano UBB de la Unidad de Patrimonio Municipal, puntualiza que además “en términos del patrimonio inmaterial, Chillán tiene una cualidad inherente que es la relación con el complejo volcánico Nevados de Chillán y que se encuentra presente desde cualquier punto de vista situándose en la calle, a esto se le llama paisaje cultural que es parte de la identidad propia de los territorios y ciudades, la construcción en altura no debiese competir con el paisaje cultural, ni con el volcán ni con la cruz de la catedral, por dar otro ejemplo, entonces nos preguntamos ¿cuál es la imagen de ciudad que estamos proyectando?”.

Tanto los expertos como las autoridades esperan que el futuro Plan Regulador norme las alturas de las futuas construcciones.

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